Ahora lo soy (Vampiros)

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AU

Si alguien los viera sabiendo que uno de ellos era vampiro, cualquiera pensaría que ese era Nico; con su piel pálida, su ropa oscura y su hábito de odiar la luz solar.
Nadie se esperaría que el rubio fuera en realidad el chupasangre, ya que su piel de por si tenía el color de un bronceado natural y desbordaba vitalidad en todos los sentidos. Después de todo, él acababa de ser mordido, lo que lo había dejado con su apariencia de jovén de 19 años para toda la eternidad.

Cuando Will se enteró de esto entró en pánico.
¿19 por siempre? ¿¡Así como se convertiría en médico?! ¡Nadie creería en su edad!¡No lo contratarían ni de coña, con apariencia de un niño!
Además, estaba el hecho de que ahora sería un riesgo para las personas. Tanta sangre a su alcancé.... mala idea. Adiós a sus sueños.

Además, -y por sobre todo lo que más lo preocupaba- estaba Nico, su novio. Daba igual que a su pareja le fuera todo el rollo de monstruos y criaturas satánicas y tal. No podía negarlo, siendo más cierto que la vida misma, pero eso no quitaba el hecho de que ahora Will sería un peligro para el peli-negro y que por ello seguramente Di Angelo ya no querría verle.
Y aún que Nico no terminará con él por miedo, seguramente lo haría porque su relación ahora no tenía ni pies ni cabeza.
Si, por ahora Will era mayor; pues tenía 19 y Nico 17. Pero Di Angelo crecería, cumpliría 18 Y luego 19, 20, 21 y en un parpadeo Nico Di Angelo ya estaría muerto... Y Will aún tendría los mismos 19 años.
No podría soportarlo, ni de chiste. Y ahora sin un futuro posible y siendo un peligro para su novio... era obvio que su relación estaba condenada a la horca. Así que, aunque Nico estuviera de acuerdo o no, lo mejor sería acabar.

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- Nico... Tenemos que hablar.

Cuando su rubio de sentó a su lado en el sofá de su casa, la tensión  se sintió en la atmósfera.
Will tomó sus manos, las cuales estaban mucho más frías que de costumbre para la percepción del azabache, y evitó verle a los ojos. Hablaba apenas abriendo la boca por lo que Nico no podía ver su dentadura con claridad y sus ojos estaban cubiertos por gafas de sol haciendo que no pudiera intentar descifrar la expresión que codificaban sus orbes azulados, lo cual no lo calmaba para nada.

- mira, Nico... yo - respiró hondo, intentando armarse de valor, pero las palabras no querían salir de su boca y le costaba mucho más debido al hecho de tener que contenerse a sí mismo sobre saltar sobre el otro a absorber su líquido vital. Nico apretó el agarre de sus manos para que su novio sintiera que le apoyaba, aún que por dentro temblaba ¿Qué tenía a su Sunshine así? Will suspiro con pesadez y uso la misma lógica de arrancar un parchecurita; mientras más rápido lo sacará, más rápido terminaría. Tomó sus lentes y se los quitó, dejando expuestos ante Di Angelo sus nuevos ojos color carmín por el cambio - Tenías razón, Nico. Ellos existen. Me mordieron. Ahora soy un vampiro.

Nico habría deseado que fuera una elaborada broma de su novio. Había estado poniéndose muy cargante con pruebas que había encontrado en Internet que confirmaban la existencia de esas criaturas, por lo que era probablemente un simple engaño del rubio como venganza por su actitud obsesiva. Pero daba igual el color; conocía los ojos de Will Solace en todo su esplendor y podía verlo en ellos... no estaba mintiendo. Sus palabras eran reales y le dolían mucho.
Y es que esas palabras sólo podían traer una respuesta que le llegó tan fuerte como una cachetada. 

- ¿Vas a terminar conmigo...? - el hilo de voz que salió de la garganta del azabache partió el corazón de Solace, quien sólo pudo ver al de ojos chocolate directamente y asentir con pesar. 

- No tengo opción, Nico... soy un peligro para ti. Ahora mismo me esta costando un montón contenerme - separó sus manos de las lechosas de su compañero, con nerviosismo y dolor. Sabiendo lo que debía decir, pero sin desear en nigún sentido el dejar que esas letras salieran de su garganta, pues lo que provocarían sería doloroso -  No me perdonaría el hacerte daño, Nico. Te amo. Por eso creo que debemos darnos un adiós... 

Nico negó con intensidad moviendo su cabeza de lado a lado velozmente, dejando sus cabellos completamente desordenados. 
- ¡Me niego! - Eso ciertamente soprendió al rubio - ¡Hazme como tú! Dios, Will. Literalmente eres la única razón por la que no me repitó que quiero saltar por un décimo piso cada mañana. No quiero perderte. Una eternidad contigo sería perfecta. Si te vas, me valdrá mil veces mi propia seguridad y sentiré que me dejas por nada. 

- ... ¿De verdad te sientes así...?

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Fue una charla profunda la de esa tarde. Tocaron temas profundos considerando la situación que vivían como pareja en el momento y llegaron a una solución. Se separarían por un año. Suficiente para el cumpleaños de Nico, en que tendría 18. Entonces se verían y si Nico aun consideraba que quería acompañar a Will en la eternidad, entonces Solace cerraría el pacto con sus colmillos en su cuello.  

Y bueno... solo digamos que un año después se encontraría una pareja ambos de ojos rojos y marcas similares en sus cuellos tomados de la mano en una cabaña alejada de toda sociedad donde pudieran vivir por siempre a pesar de su condición demoníaca. 

933 palabras. 

#Writer'sGayChallenge (SOLANGELO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora