Las estrellas de un rostro son labradas en sangre [Bucle]

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El verano se aburre. No hay nada que hacer en su existencia ¿De qué le sirve que sea su mundo cuando se encuentra tan vacío? ¡Quiere solo joder a alguien y asegurarse de que nunca haya luz en esa mirada!

Pero no. 

Uno no debe quedarse con los brazos cruzados, si hay algo que no quiera vivir, entonces ¡Para eso están los mortales! Divertirse. Retorcerlos hasta las cenizas y gozar con ese pavor intenso que cosquillea en la lengua

Escoge una víctima que llama su atención por sobre todos los demás y decide exprimirle satisfacción.  

Su nombre es Will Solace, un joven de azul ojos, rubio cabello y piel sin manchas. El verano se encargará de retorcer su corazón hasta el hastío. 

Como un felino de pelaje rubio, se dirige a la realidad humana.

Como un felino de pelaje rubio, se dirige a la realidad humana

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Él despertó un catorce de agosto. Se había quedado hasta tarde haciendo unos trabajos para la escuela, así que despertó recién a las doce y medio, según la hora de su celular. Hacía un calor infernal, que no le daba ganas de levantarse para nada.

Entonces, mientras debatía acerca de si valía realmente la pena el salir de su cama o no, recibió un llamado.

- ¿Hola? - preguntó sin revisar el emisor de la llamada. 

- Hola, Will – era la voz de Nico di Angelo, aquella que siempre le llenaba de felicidad– ¿nos podemos ver en el parque? - esa pregunta definitivamente le sorprendió.

- Tú ¿quieres salir? ¿Con este calor? - no pude evitar sonar escéptico. 

- Así de aburrido estoy. Aprovecha que por una vez es mi idea ¿No dices siempre que necesito luz solar?

- Vale, vale – sin pensarlo demasiado, sonrió al aire, sin pensar demasiado las cosas.La simple idea de que podría tener la presencia de Nico tan cerca de él ya le nublaba el juicio  – nos vemos allí, sombritas.

El chico se alistó y junto sus cosas, para luego dirigirse al lugar donde se habían citado. Nico también hizo lo mismo desde su hogar y tras verse y saludarse, se posicionaron en los columpios del lugar. Ese era el juego que nunca les traicionaría. 

- Odio cuando llega el verano – bufó Nico balanceándose lentamente, sin despegar los pies del suelo – hace demasiado calor.

- te recuerdo que tú quisiste venir aquí. Pudimos ir por un helado, o al-...

- miau.

Las palabras de Will fueron interrumpidas por un felino de claro color que, con un bamboleo corporal similar a uno galante, se acercó a Nico. y comenzó a restregarse contra sus piernas. El azabache se levantó del columpio, antes de ponerse a cuclillas y comenzar a pasar sus dedos por el suave pelaje que poseía el minino, con una leve sonrisa. 
Will, miró con algo de envidia al gato, queriendo que su amigo también acariciara con esa fascinación su propio cabello. 

#Writer'sGayChallenge (SOLANGELO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora