21. Una mañana con los Weasleys.

2K 144 63
                                    

—¡BUEEEEENOS DÍÍÍÍAS!—gritó Natasha, abriendo las cortinas de par en par para que los rayos de sol nos diesen a todas directamente—¡Está es la primera vez que me levanto la primera!¡Es un milagro!

—¿Alguien la puede tirar un cojín a la cara?—murmuró Mila medio dormida—. Aquí hay gente que quiere seguir durmiendo.

—¡Ya habéis dormido todas suficiente!¡Ale, ale!¡Iros levantando!—dijo, dando fuertes palmadas y consiguiendo que Penny le girase su cojín con fuerza.

—Lo cierto es que he dormido de maravilla aquí, deberíamos de hacerlo más a menudo—dijo Mila, mientras se estiraba con pereza.

Todas asintieron, aún bostezando. Fácil para ellas. Ellas no habían estado toda la noche despiertas, dando vueltas por toda la cama y sin olvidar que se habían besado con Cedric Diggory. Yo cerré los ojos y actué como si me acabase de despertar, estirándome y fingiendo un bostezo. Pero mis ojos rojos de no haberlos cerrado durante toda la noche y mis ojeras me acabarían delatando.

Además, no quería salir de la habitación. Necesitaba tiempo para reflexionar y actuar. Y no quería encontrarme con el rostro de Cedric. No todavía.

Joder, ¡nos habíamos besado! A pesar de que no paraba de repetir esa imagen en mi cabeza y de que aún podía sentir los labios de Cedric sobre los míos, no me lo creía. Parecía todo un sueño. ¿Y si lo había sido?¿Prefería eso, que nada hubiese pasado?

No me di cuenta de que,mientras pensaba por millonésima vez en aquel beso, mis compañeras ya se habían vestido con sus uniformes, y que seguramente no quedaría mucho para ir al desayuno. Donde me encontraré con Cedric quiera o no.

—Chicas... no sé si me apetece hoy ir a clase—dije en voz baja.

—¿Te encuentras mal?—dijo Mila preocupada, posando su mano en mi frente.

—No, no. Es solo que... aún no tengo la suficiente energía como para salir.

Ellas me entendieron. Sería raro que, después de todo lo que me ha pasado, siguiese con mi vida como si nada. Así que yo me tumbé en mi cama y las observé charlar entre ellas mientras se peinaba o se lavaban los dientes. Ellas me preguntaban cosas como si quería que me trajesen algo del desayuno o que alguna de ellas se quedase conmigo para hacerme compañía. Le dije amablemente que no tenía hambre y que no quería que ninguna se perdiera las cosas peo mi culpa. Por dentro, solo pensaba en las gana que tenía de estar sola para pensar verdaderamente en todo.

Ellas, ya vestidas y arregladas, se despidieron de mi llenándome la mejilla de besos, y desaparecieron por la puerta, dejándome completamente sola en aquel cuarto desordenado. A pesar de que siempre venía alguien a limpiarlo mientras estábamos en clase, me dediqué toda la mañana a ordenar toda la habitación, poniendo los colchones en su sitio y ordenando todo lo que habíamos dejado tirado en el baño.

Desde que era pequeña había aprendido a aprovechar los momentos en los que tenía que recoger y limpiar toda la casa de la señora Fanny. De hacerlo casi todos los días, ya las manos y el cuerpo de me movían solos y permitía a mi mente divagar sobre la historia que estaba leyendo o pensamientos sin sentido.

Este era uno de los casos. Mientras recogía, pensaba en qué decirle a Cedric. Tal vez mi reacción había sido un poco exagerada. No debería de haber salido corriendo. Aunque tampoco me iba a quedar ahí para que la incomodidad se generara entre nosotros. Si, hice bien en salir corriendo. Pero le dejé con la palabra en la boca...

El beso había sido maravilloso. Al menos para mi. Seguramente porque yo me lancé. ¿Pero por qué noté que el apretaba mi cuerpo contra el suyo mientras nos besábamos? Tal vez había sido ilusiones mias. ¿Estará él pensando en el beso también?¿Habrá ido a clase? Claro que si. Es un prefecto. Y ya ha roto muchas reglas por mi culpa. Madre mía, seguro que me odia. ¿Y si no quiere volver a verme? Oh Dios mío, ¿y si ya le ha contado a todo el colegio que nos besamos? Seguramente dirá que besé mal. Era mi primer beso, al fin y al cabo. ¡Mi primer beso! No me creía que ya hubiese dado mi primer beso, y sobre todo que hubiese acabado de una forma tan horrible.

Bajo las estrellas {Cedric Diggory}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora