Dahlia.
—¿Estás listo?
—No estoy seguro. ¿A qué estoy esperando?—escuché la voz de Cedric al otro lado de la puerta.
Sonreí.
—Ahora lo verás.
—¿Es un conjunto de ropa interior?
—No.
—Jo.
—Son muy caros, Diggory, y teniendo en cuenta que los últimos me los rompiste, prefiero no gastar mi dinero en eso.
—Prometo que la próxima vez no los romperé.
—¿Me lo prometerías con tu meñique?
—No.
—¡Nos estamos desviando del tema!
—Eh, has sido tú la que ha seguido con el tema de lo de la ropa interior.
—Voy a contar hasta tres.
—Vale—aunque no le viese, sabía que estaba sonriendo de lado.
—Una, dos...—abrí la puerta del baño de par en par—¡Y tres!¡Ta chán!
Cedric, que ya de por sí estaba sonriendo de lado, amplió su sonrisa nada más verme. Sus ojos me recorrieron de arriba a abajo. Cuando terminó rastreo, dejó escapar una carcajada.
—¿Vas a salir así de verdad?
—¿Qué tiene de malo? Soy tu novia, tengo que mostrarte mi apoyo—dije, encogiéndome de hombros.
—No hace falta que tengas mis iniciales pintadas en tus mejillas para eso. Ni tampoco una camiseta con mi apellido.—Cedric me miraba divertido, pero sus ojos brillaban de ilusión.
—Acepta que te encanta y que tú habrías hecho lo mismo.
Él chasqueó la lengua y luego tiró de mi camiseta para pegarle a él.
—Admito que mis iniciales quedan muy bien en tus mejillas—dijo con una sonrisa de lado, provocándome un escalofrío por toda la espalda.
Suspiré hondo y le pasé una mano por el pelo, que estaba mojado debido a que se había duchado hace unos minutos.
Hoy era el día. 24 de junio, el día de la tercera prueba del torneo de los tres magos, cuando éste daría a su fin. Y el día que determinaría como seguirían nuestras vidas.
La prueba era dentro de una hora. Una hora. Era increíble que todo el curso se me hubiese pasado tan rápido. Que todo estuviese llegando a su fin.
La tercera prueba se celebraría en el estadio de quidditch. Pensaba que, al contrario que en las dos anteriores pruebas, no teníamos nada de información sobre la tercera. Pero Cedric me había contado que la prueba se basaba en un laberinto. Que qué habría en ese laberinto o que se pretendía conseguir Ian fuera de nuestros conocimientos. Y eso solo hacia que me pusiese más nerviosa.
La primera prueba había sido enfrentarse a un dragón, donde Ced salió con la mitad del rostro quemado. Y en la segunda casi morimos ahogados los dos. No me quería ni imaginar lo que sería la tercera prueba. Además de que no podía dejar de pensar en las imágenes que vi en las tres escobas. En esos ojos rojos como la sangre que me habían acechado todo este tiempo junto con la image de Cedric.

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Bajo las estrellas {Cedric Diggory}
Fanfiction«El corazón me latió más deprisa cuando él se giró para que nuestros ojos se encontrasen una vez más, con aquella sonrisa dibujada en sus labios que me volvía tan loca que las piernas me empezaron a temblar. Y entonces extendió su brazo hacia mi, y...