Al siguiente día me desperté como una rosa después del pequeño resfriado que había tenido. Aunque no fue por horas de sueño, pues me pasé casi toda la noche despierta y reflexionando. Me había costado mucho convencer a las chicas de que entre Cedric y yo no había nada después de lo que habían visto sus ojos. Pero, ¿había hecho bien? O seguía aún un poco enferma o mi cabeza estaba hecha papilla de tanto pensar.
Lo peor fue al entrar en el Gran Comedor.
Las miradas, los murmullos y las pullas se empezaron a escuchar en cuanto mi pie pisó aquel suelo de piedra que tanto conocía. No llegaba a escuchar ninguno en concreto, solo un conjunto de voces. Pero veía como la gente se daba codazos y me señalaba casi como si quisiesen que les viese. Todo porque me habían visto con Cedric.
Palidecí y me mordí la lengua, sin saber que otra cosa hacer. Las chicas estaban a mi lado y eso me confería cierta seguridad, por lo que acabé metida en el centro del pequeño círculo que habían creado solo para esconderme. Tuve hasta que limpiarme en silencio las lágrimas y calmarme.
—Parece que ahora todo el colegio te tiene en la lista negra, Lia—dijo Unai en broma cuando llegamos. Aunque parecía más cierto que mi corazón latiendo.
Sonreí intentando parecer que le quitaba importancia. Notaba los ojos de Cedric puestos en mí, pero yo no me atreví a mirarle.
Me senté al lado de Penny, exactamente tres sitios más lejos de Ced y encima en el otro lado de la mesa. No pude evitar mirarle de reojo y que el corazón se me partiese al ver como sus ojos se llenaban de tristeza. Pero cuanto más tiempo estuviera lejos de él, más rápido se irían los rumores y así podría volver a la normalidad cuanto antes.
Pero solo llevaba unos minutos sentada en la mesa sin estar a su lado y ya mi cuerpo notaba la ausencia de su roce. Mi mano estaba fría al no estar entrelazada con la suya por debajo de la mesa, y mi costado estaba... no sabía como explicarlo, pero era raro no notar el roce su cuerpo contra el mío cuando ya me había acostumbrado. Me sentía como si me hubiese arropado con una manta y, en el momento más cómodo y calentito, me la arrancasen de cuajo.
—Eh... chicos—dijo Penny, tragando saliva—. Tenemos que contaros una cosa.
Todo el grupo dejó la conversación y miraron a Penny, cuyas mejillas se habían enrojecido de la vergüenza.
Ella entonces dirigió sus ojos azules a Gabriel, que estaba sentado a su otro lado. Él la devolvió la mirada, y parecía que en esos segundos en lo que se sostuvieron la mirada solo estaban ellos. Me pregunté si Cedric y yo nos veíamos así.
—Nosotros... Bueno, estamos saliendo otra vez.
Natasha se atragantó con su zumo de naranja de una forma tan caótica que Annika tuvo que darle varios golpes en la espalda para que se recuperarse. Tras toser y escupir todo el zumo por la zona de su mesa, miró a Penny con el rostro aún rojo por falta de aire.
—¿Qué?¿Enserio? Pero... ¿cómo?—dijo, mirando específicamente a Penny.
Ellos explicaron su historia en conjunto, mientras que todos nuestros amigos les miraban con los ojos muy abiertos. Natasha se había cubierto la boca con las manos de la sorpresa.
—Siempre sospeché que esa Camille era una arpía—dijo en cuanto acabaron. Ella entonces dio varias palmadas de la emoción—¡Dios!¡Que contenta estoy de que hayáis vuelto!
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Bajo las estrellas {Cedric Diggory}
Fanfiction«El corazón me latió más deprisa cuando él se giró para que nuestros ojos se encontrasen una vez más, con aquella sonrisa dibujada en sus labios que me volvía tan loca que las piernas me empezaron a temblar. Y entonces extendió su brazo hacia mi, y...