Bajo las estrellas {Cedric Diggory}

61. "No pienso tener sexo contigo en la casa de tus padres".

El título de este capítulo me hace demasiada gracia JAJSJAJJAJAJA
Ya si, disfruten :)

Me llevó un tiempo darme cuenta nada más despertarme que no me encontraba en Hogwarts. Levantarme y ver que no estaba en la misma habitación que siempre, si no en un espacio completamente desconocido. La habitación de Cedric.

Ayer llegué tan cansada a su habitación que a penas me dio tiempo a observarla. De hecho, creo que iba con los ojos cerrados. ¿Me llevó acaso Cedric en brazos a su cama? Puede ser, porque lo último que recuerdo era que estábamos subiendo las escaleras, y yo le decía que estaba muy cansada...

Mis ojos cansados se abrieron lentamente y recorrieron el espacio que me rodeaba. La habitación de Cedric era cuadrada, formada por cuatro paredes de color blanco sucio. Una pared completa estaba ocupada por un enorme ventanal, por el que se colaba ahora toda la luz del sol e iluminaba naturalmente la habitación. Había bajo la ventana una enorme repisa que llegaba de un lado a otro de la pared, y sobre ésta había cojines para sentarse. Sería un lugar magnífico para leer o dibujar.

Me sorprendió ver que su habitación no tenía muchos cuadros. Estaba repleta de posters de quidditch, medallas, fotografías y estanterías con algunos libros y trofeos. Pero no había ningún dibujo. En otra de las paredes se encontraba un escritorio de madera, y sobre él si que había un montón de papeles, cuadernos y lápices, pero desde la cama no podía llegar a ver lo que había en ellos.

Y luego estaba la cama. Una cama de matrimonio, también de madera, justo frente al escritorio y al lado de la ventana. Cama en la que ahora mismo nos encontrábamos los dos.

¿Qué hora sería? Me pregunté mientras intentaba darme la vuelta con el máximo cuidado posible. Los fuertes brazos de Cedric estaban rodeando mi cintura con una firmeza que sabía que no me dejaría salir de allí tan fácilmente, o incluso moverme.

Efectivamente, cuando me giré para que nuestros cuerpos quedasen enfrentados, un gruñido suave se escapó de sus labios. Sus brazos se apretaron con más fuerza sobre mi cintura y me pegaron tanto a él que nuestros pechos se chocaron, como si se negase a soltarme.

Sonreí. Nunca llegaría a superar lo hermoso que se veía Cedric mientras dormía. Su rostro relajado demostraba que él se sentía cómodo, protegido... calmado. Con cuidado, acerqué mi mano a su rostro y le acaricié la mejilla como una suave brisa. Él sonrió. Mi mano se perdió entonces en su sedoso pelo mientras que mis ojos no podían apartarse de él.

—Buenos días—susurré.

Él inspiró hondo, todavía sin abrir sus ojos. Mis dedos seguían acariciándole el pelo, y un jadeo de placer se escapó por sus labios al mismo tiempo que enterraba su rostro en mi cuello.

—Buenos días, princesa—murmuró con voz ronca y todavía muy dormida. Rodeé su cuerpo con mis piernas y le acuné en mis brazos—¿Has dormido bien?

Contando lo cansada que estaba ayer de todos los nervios que había tenido, podría incluso haberme dormido en el propio suelo. Pero la cama de Cedric era sin dudarlo la cama más cómoda en la que había dormido nunca. Sabía que en Hogwarts intentaban que las cosas fueran de calidad, pero aún así no podían permitirse millones de colchones de buena calidad, y a pesar de que ya me había acostumbrado, después de probar esta cama no se si mi espalda volverá a opinar lo mismo de esos colchones.

—Sí. Tu cama es súper cómoda.—afirmé con una sonrisa.

—Me alegro—murmuró de vuelta.

—¿Cómo has dormido tú?

Cedric respiró hondo, podía notar sobre mi cuerpo como el suyo se estiraba en un intento de despertarse. Su rostro se separó de mi cuello lentamente hasta quedar frente al mío, ya con sus ojos verdes abiertos.