Canción a la que he hecho referencia en este capítulo después del gif ^^
💘
Lo que no sabíamos era que unos ojos nos observaban a lo lejos, dentro del castillo y a través del cristal de la sala de música.
Unos dedos se movían sobre las cuerdas de una guitarra mientras los ojos miraban por la ventana a aquella pareja bailando bajo la lluvia y diciéndose que se querían. Una voz rota inundaba aquella sala vacía.
Él toma tu mano,
yo me muero un poco más.
Porque cada vez que miro tus ojos,
el mundo deja de girar en su compás.
¿Por qué no me puedes mirar a mí como le miras a él?
Una cabeza de apoyaba sobre la pared que estaba al lado de esa ventana. Un cuerpo se tensaba mientras sus ojos observaban un nuevo beso, un nuevo «te quiero».
Entonces te veo.
Bailando con él.
Dejándome de lado porque no ves...
No ves que cada vez que le besas,
Me rompes a mí.
Y cómo desearía...
cómo lucharía...
para que ese fuese yo y no él.
Un rayo ilumina el cielo, pareciendo que iluminaba a aquellos cuerpos que bailaban y se amaban.
No sabíamos que esos ojos nos seguían mirando.
Que esa voz, rota y conocida para ambos, seguía cantando lo que sentía en ese momento.
Que, mientras nuestros corazones se unían,
Otro se rompía.
Entonces te veo.
Bailando con él.
Dejándome de lado porque no ves...
No ves que cada vez que le besas,
Me rompes a mí.
Y cómo desearía...
cómo lucharía...
para que ese fuese yo y no él.
Nuestras carcajadas y «te quieros» siguen presentes a pesar de que ya nos hemos metido en el castillo. Los dedos siguen tocando. Los ojos siguen mirando aquel punto en el que estábamos hace un segundo. Parece escucharse más como un corazón se parte que las notas de la guitarra.
Las cuerdas dejan de vibrar. El silencio sume la habitación pero sigue habiendo demasiado ruido en aquella cabeza. Demasiados te quiero que se clavan en su corazón. Se escucha un suspiro. La guitarra vuelve a su sitio.
Y George Weasley abandona la sala con las manos metidas en los bolsillos.
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Bajo las estrellas {Cedric Diggory}
Fanfiction«El corazón me latió más deprisa cuando él se giró para que nuestros ojos se encontrasen una vez más, con aquella sonrisa dibujada en sus labios que me volvía tan loca que las piernas me empezaron a temblar. Y entonces extendió su brazo hacia mi, y...
