Estar bajo los efectos de esa poción fue sin duda la sensación más extraña que mi cuerpo había experimentado. Me sentía en una oscuridad completa, en la que solo podía escuchar mis pensamientos. No sabía donde estaba mi cuerpo, no sabía nada de lo que había a mi alrededor ni podía escuchar nada, era como estar dormido.
De pronto, escuché unas voces femeninas. Sonaban como siseos y se escudaban sus ecos, haciéndome dudar sobre si las estaba escuchando con mis oídos o solo estaban ocurriendo en mi cabeza.
—Ella es hermosa.—dijo una voz femenina. Su voz era raspada, como cuando pasas las uñas por la pizarra. Me surgieron escalofríos.
—Muy hermosa
—Tiene una voz muy bonita también.
—La otra muchacha es también muy hermosa.
—Si. Si.
Eran voces tan distintas pero a la vez tan iguales, con su tono raspado y siseante, que no sabría decir cuántas de las voces eran de una misma persona o cosa.
—¿Y la otra?
—Demasiado joven.
—El chico tiene una belleza peculiar.
—Si, pero no es hermoso. No como aquella.
—Me gusta. Es muy guapa.
—Si, es muy hermosa.
—Hermosa.
—También notó algo raro en ella. Es poderosa.
—Sí, sí. Muy poderosa.
—¿Lo notáis, hermanas? No tiene la misma magia que los otros cuatro.
—Alguien viene.
—¿Quién es?
—Un chico.
—¿Un chico?
—¡Un chico!
—¡Es hermosísimo!
—Nunca había visto un rostro tan bonito en un chico.
—¡Es muy guapo!
—Viene a por la otra chica hermosa.
—¡La ama!
—La ama muchísimo, puedo sentirlo.
—Ven, Cedric Diggory, acércate a nosotras. Salva a tu amada, lo más valioso que habita en tu corazón.
—Hacía mucho que no veía un amor tan puro.
—Y los dos son tan hermosos...
—Muy hermosos...
—Vamos, Cedric Diggory, sálvala. Te queda muy poco tiempo antes de que tu amada despierte...
—Y se ahogue.
—Podríamos llevárnosla.
—Es tan hermosa...
—Y él también.
—Corre, Cedric Diggory. Ella se despertará. Puedo notar como vuelve su consciencia. Sácala del agua o morirá.

ESTÁS LEYENDO
Bajo las estrellas {Cedric Diggory}
Fanfiction«El corazón me latió más deprisa cuando él se giró para que nuestros ojos se encontrasen una vez más, con aquella sonrisa dibujada en sus labios que me volvía tan loca que las piernas me empezaron a temblar. Y entonces extendió su brazo hacia mi, y...