ULTIMO CAP. FUERA DE REJAS

3.7K 169 59
                                    

Hola! Bueno estos se podrían llamar capítulos extra, o capítulos de contexto antes de comenzar con Sombras en poder donde verán toda la explicación del padre de Maia, los cómplices de Maia y más.

Estará todo en un capítulo que es este, así que disfruten!

ES IMPORTANTE LEERLO!

Y NECESARIO

Parte 1

Parte 1

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

MAIA

El mundo es gris. Aunque te esfuerces en verlos en color, o tal vez gracias a alguien lo vez con la saturación al máximo, siempre será gris.

Abre bien los ojos. Porque es así. O por lo menos yo lo veía así.

Lo apague. Apague todo. Deje los sentimientos guardados bajo llave y lanzados al mismo mar donde todo alguna vez comenzó con un "gilipollas".

Volteé y vi a alguien que no quise ver. Algo que era mi pesadilla observar, y al mismo tiempo pavor por pensar en aquello. Los barrotes cortaban su cara, pero todavía podía verlo claro.

¿La gente podía resucitar? Yo sabía que no... a menos que fuera el mesías. ¿Acaso el era el mesías?

—¿Papá?—pregunté a punto de colapsar y esta vez de confusión.

El hombre que recordaba vagamente como mi padre, estaba ahí. Cabello canoso y un poco rubio, ojos cafés claro, facciones apretadas y casi furiosas, brazos cruzados... iba con un uniforme de FBI. El mismo de la imagen que alguna vez pude ver en mi computadora.

Casi me quemaron los ojos observar aquello. Al observarle asi de lejano, siendo un desconocido y no aquel que inventaba sobrenombres a sus pequeñas hijas llevándolas a las playas de Grecia.

El estaba muerto. El había muerto frente a mis ojos, le habían disparado y mi cicatriz era evidencia de aquello. No podía estar aquí observándome como si fuera una asquerosa.

Quise volver a preguntar pero me miró con desparecio y asco, al igual que Salvatore a su lado siendo lindo ejemplo de la FBI.

—Yo no soy tu papá.—me dijo. Casi se me cayó la boca al suelo y yo seguía aferrándome al vestido que tenía en la litera como si mi vida dependiera de aquello.—O lo dejé de ser cuando te liaste con el cerdo de mafioso que te quito todo.

Caminé sin darme cuente y agarré los barrotes de metal frío con rabia y furia casi como si los iría a traspasar con el calor que emanaba. Mis dientes se apretaron y pase a ver un monstruo más en mi lista.

—No es un asqueroso.—gruñí con rabia y no con pena de recordar su rostro.—Mentiroso. ¡Jamas serías mi papá. Lo eras, hasta que nos dejaste pensando que estabas muerto!

Le recrimine. Este seguía serio y sin ningún rastro de dolor o de algún sentimiento paternal hacia mi.

—Activala.—ordenó cuando los barrotes soltaron una carga dolorosa en mis manos que se expandió por el resto de mi cuerpo con ardor de fuego. Salté hacia atrás cayendo de espaldas sin poder moverme unos segundos. Me electrocutó y no le importó.—No te reconozco.

Sombras que aman (borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora