Capitulo especial por los 20 k más largo que de costumbre! Besos!
Narra en tercera persona
El típico y cliché baile de final de año. Para algunos el emocionante prom o para otros un fastidio o dolor en los cojones.
Para Maia era la segunda opción. Si, amaba las películas románticas adolescentes o los libros donde el amor era pasional y todo cerraba con un beso en el baile, pero vivirlo era todo diferente y más si vivía con el corazón en dos manos acuchillado por el gangster italiano.
El vestido rojo de diseñador descansaba en la cama de Afrodita junto a los tacones negros de aguja que se trenzaban a su pierna, aretes heredados de familia y su brazalete con dos letricas (E&A) que le habría regalado Evan en su segunda cita.
En el momento del regalo le pareció más que intenso pero no le culpaba. Era un detalle precioso y no lo rechazó por el cariño que le estaba agarrando al chico de ojos verdes.
Estaba sudando luego de haber practicado toda la madrugada con Las Furias Celtas. Las mujeres eran naturalmente sensuales y aseguraron que ella también, pero luego de los datos necesarios los pasos y las acrobacias que tenía que realizar se le hacían fácil. Tal vez después de todo bailar no era tan dificil.
«Mueve tus caderas y toma el tubo. No es difícil. Solo imagina que es tu hombre, que lo quieres seducir y todo se te hará más fácil.»
Dijo Esmeralda a escondidas cuando Maia notó que tenía razón. Era más fácil si se imaginaba los ojos azules italianos encima de ella mientras meneaba sus caderas tratando de encender una llama que ya se apagó.
Atenea por su lado sacó su sensualidad única. Hacia su papel de tímida tal como el de la arabe Sharlize, inocente pero con un atractivo de primaria. No se le hacía difícil, cuando pequeña su hermana le enseñó aquel arte usándolo como arma. Y lo hacía por una razón; distracción de su perversa familia.
Y Rena, pues era Rena. Extrovertida y no paraba de reírse con su papel sintiéndose estupenda en las caras mayas. Los movimientos les salían naturales y la adrenalina de hacer algo prohibido y a escondidas de su hermano le excitaba aún más.
Eran las dos de la tarde y mientras Maia se metía a relajar sus músculos tensos por los bailes, al otro lado de Grecia Irina disputaba con su hermano en que hacer.
Pues su padre, Iván Volkov jamás murió y todo fue una blasfemia para hacerles ver menores. Les sentenció la última vez que les vería, y esto venía con muerte incluida...
—Mataremos a la ramera.—aseguró Irina. La rabia corría por sus venas al observar que Leo si era capaz de querer. Solo quería deshacerse de aquella chica rubia y nada más mientras que su hermano la convencía de hacerlo alianzas o matar a todos.
—No tiene sentido matar a una.—contestó Maxim. Su cabeza maquinaba diferente, al igual que la de Alexei, por lo que anhelaba juntar los cuerpos en una pila y verlos antes de dibujarlos oliendo su sangre de cerca, en cambio, matar a una mujer y mas encima hermosa no le picaba en absoluto.
—Si lo tiene.
—Que no.—contestó mientras tiraba otra camisa hacia el fuego. Había matado a dos tipos que estaban tratando de violar a una muchacha cerca de un puente, y si no se arrepentía en absoluto.—Haremos alianzas.
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Sombras que aman (borrador)
Lãng mạnSAGA SOMBRAS - Libro I (Completo) «Mafia, ¿que es la Mafia? ¿Y que lo hace tan interesante...? No lo sabía y la verdad tampoco me interesaba en esta altura. Mi vida cambio de un segundo a otro el momento que pise el club "Casa Nostra", al ver al 1.8...