Maia Afrodita Zabat
Rena ante mi respuesta, estupida por cierto ya que no sabía a qué iría a tal fiesta, se asombra increíblemente y se abalanza ante mi abrazándome.
Caemos al suelo por tal impulso riendo y toda la clase incluyendo al profesor Jones nos quedan mirando malhumorados.
—A direccion.—Jones trata de mantener la compostura y parándonos nos vamos, entre risas y tambaleos.
***
Luego de un largo día y una gran charla con la directora y subdirectores, por fin nos dejan ir intactas ante tal escena que montamos en medio de clases.
Corriendo cada una tomo su camino y quedamos en vernos en la fiesta a lo que Agatha me recoje en la salida de la escuela y partimos hacia casa para alistarnos.
Fuera de la puerta de casa, mi hermana en busca de las llaves se lleva el susto de su vida al ver que mi madre abre la puerta con una expresión más que molesta y con humo saliendo por sus orejas.
«¿Ahora que?»—Agatha a tu habitación.—dice mas que enojada mientras nos da la pasada y cuando me voy caminando me agarra de la mochila y me vuelve hacia sus ojos inyectados en sangre.
—¿Que hizo tú hermana ayer?—pregunta a lo que quedó callada.—¡Estás castigada Agatha Zabat por cierto!
—No hizo nada.—Por fin abro palabra aunque estaba mintiendo.
—No mientas.—dice mientras me agarra de la muñeca.—¿Y tú con quien gilipollas te revolcaste?
«¿De que habla?»—No se de que hablas mamá.—musitó a lo que me aprieta mas la muñeca.—Me estás lastimando.
—Y una mierda. Había una corbata en tu habitación. De hombre y roja. Vuelvo a preguntar. ¿con quien mierda dormiste?—me había descubierto pero no dejaría que me hiciera algo.
—¡con nadie! ¡No seas paranoiaca!—exclamó a lo que me pega una bofetada y me tomo la mejilla con ambas manos mientras las lágrimas aumentaban en mis ojos.
—Fue con ese tipo del otro día ¿verdad? Ese imbecil de primera...—prosigue mientras me suelta la muñeca.
—No hables cosas que no sabes.—musitó a lo que me encamino hacia mi habitación antes de que me cacheteara nuevamente.
—Tú también estás castigada.
Sin responder corro por las escaleras y llego a mi habitación encerrándome mientras me veo en el espejo mi cara empapada y roja.
Me saco mi mochila y me recuesto en mi cama llorando a mares mientras me tapaba con una almohada para ahogar mis sollozos.
Harta, me levanto y decido darme una ducha. Puede que me haya castigado pero no seguiría sus putas ordenes cuando ella no se controla. Saldría igual, le guste o no.
Dejo que el agua caliente caiga en mis tensos hombros y recorra mi cuerpo causando una sensación de alivio. El vapor inundaba el baño y mis pensamientos se esfumaban poco a poco.
En cuanto salgo veo a Agatha sentada en mi cama con los ojos rojos y cruzada de piernas.
—Supongo que no saldremos hasta que tengamos 21...—musita en cuanto cierro la puerta.
—Talvez tu, pero yo no. Me harte y saldré cuando se me de la gana.
—¿Quien eres tú y que hiciste con mi hermana?—dice riéndose mientras se recuesta y yo saco mi ropa interior para verstirme.—¿Y si mamá se entera?
—No me importa.—le declaro poniéndome una bata en mi cuerpo para después peinarme mi pelo mojado.
—¿Sabes que? Voy contigo.—Responde con una sonrisa y se para enseguida para buscar cosas en mi ropero.
—Saca lo que quieras...
***
—¿Estás lista?—Agatha me pregunta mientras terminaba de hacerles unas ondas a mi cabello.
Me había puesto unos vaqueros negros rotos con una camiseta blanca brillante de tirantes de cadena que me había comprado Leo. Se veía extremadamente bien el look ya listo.
En cambio Agatha, se vistió con una falda de cuero y un top negro igualmente con unos labios rojos que resaltaban todo.
—Si.—respondo desenchufando aquella máquina.—Sácate los tacones.
—¿Porque?
—Porque nos vamos por el techo.—respondo riendo en cuando acomodo un par de almohadas en forma de cuerpo debajo de las sábanas.
Agatha asintiendo se saca sus zapatos de dos metros y abro la ventana para después sacar una pierna y apoyarla fuertemente en aquella rugosa superficie.
Dando paso suave camino hacia una tubería más lejos de mi ventana y me deslizo por ella aguantando la respiración por miedo a caerme y arruinar todo pero caigo bien y segura.
—¡Lo hicimos!—Agatha exclama en cuando las dos estamos en suelo firme y sacando las llaves de su auto entramos y riendo arrancamos hacia la fiesta.
***
—¡Chica bragas! ¡Llegaste!—Cole nos abre la puerta y ruedo los ojos. Este chico si que era un grano en el culo.
—Niño muévete.—Agatha le responde autoritariamente a lo que la sonrisa en la cara de Cole desaparece y nosotras seguimos caminando.
A lo largo de aquella grande casa mayoritariamente de madera decorativa, saludamos a mucha gente, aunque no conocía, mi hermana si.
La música y el olor a hierba abundaba en aquel ambiente, razón por la cual odiaba las fiestas pero seguía caminando entre personas borrachas y parejas besándose.
De repente llegamos a la sala de estar donde en unos sillones de cuero café estaba sentado Evan, Cole, Rena y Hall. Aquel chico que nos consiguió la entrada al "Casa Nostra" en un comienzo.
Saludando de abrazo nos sentamos en los espacios restantes y tratamos de unirnos a la conversación que llevaban.
—Te ves espléndida esta noche Maia.—Evan me mira para despues darle un sorbo a su bebida a lo que sonrojada le quitó el vaso a mi hermana y me lo tomo a tope.
—Chicos... ¿y si jugamos verda o reto?—Hall cono siempre con sus estupidas ideas e invitaciones nos ofrece tal juego.
—Yo voy primero.—Evan se ofrece a lo que empiezo a mover la pierna de nerviosa.
—¿Verdad o reto cumpleañero?—Lregunga Cole a lo que el sonríe.
—Reto.—su mirada me atraviesa en dos segundos mientras las comisuras de sus labios se elevan.
—Dile a la persona que está frente tuyo que piensas.—«Mierda» yo era la persona de enfrente pero ¿no era un reto tan difícil no?
—Quiero ponerte en mil posiciónes para que digas mi nombre pero, espera... ya lo hicimos.—Dice sin despegar la mirada en mi y casi caigo de espaldas al escuchar sus atrevidas palabras sin filtro.
—¿Espera que?—Mi hermana salta preguntando mientras todos están boquiabiertos al rededor nuestro.
—No, no. Estaba jugando.—dice riendo tranquilamente mientras yo estaba a un segundo de desmayarme.—Era broma.
—Si tú dices eso...—Hall habla mientras Evan me mira por última vez y toma su vaso.
Continuará...

ESTÁS LEYENDO
Sombras que aman (borrador)
Roman d'amourSAGA SOMBRAS - Libro I (Completo) «Mafia, ¿que es la Mafia? ¿Y que lo hace tan interesante...? No lo sabía y la verdad tampoco me interesaba en esta altura. Mi vida cambio de un segundo a otro el momento que pise el club "Casa Nostra", al ver al 1.8...