Capítulo 49.

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Tras seis horas y media de vuelo, llegamos a destino.
La vista del aeropuerto de Dubai era impresionante, ni en mis más locos sueños hubiera pensado que en algún momento estaría pisando los Emiratos árabes.
Luego de hacer el check in, salimos del aeropuerto donde un auto ya se encontraba esperándonos.
Una vez que el chófer se puso en marcha me dediqué a mirar por la ventanilla el paisaje mientras Dema iba tecleando en su móvil.
-¿Podríamos salir a recorrer luego de instalarnos? -Pregunto cual niña con juguete nuevo.
-Claro cariño. -Acepta con una sonrisa.

Tras varios minutos de transitar por las calles, llegamos al Burj Al Arab. Sin duda una noche aquí vale más de lo que gano trabajando durante un año en la editorial.
Al ingresar en la recepción, Dema, Iván y yo nos dirigimos a donde se encontraban varias chicas de traje y velos tapando sus cabellos. Al acercarnos al mostrador, una de las recepcionistas nos dió la bienvenida.
Dema e Iván comenzaron a hacer el check in, mientras yo miraba a Dema impresionada por la fluidez con la que hablaba el idioma extranjero.
Mientras esperábamos que nos dieran las lleves de nuestras habitaciones, un hombre con túnica y turbante se acercó a Dema y luego de estrechar su mano a modo de saludo, repitió el mismo procedimiento con Iván, por lo que se veía ya se conocían.  
Tras las presentaciones, en la que me enteré de que Dema era el principal socio mayoritario del hotel, la misma chica que nos atendió nos dió las tarjetas de las habitaciones que nos correspondían.
-Espero no te moleste, pero solo pedí dos habitaciones, una para nosotros y otra para Iván.
-Descuida, no hay problema.

Al salir del ascensor, ingresamos a la suite que nos correspondí. Ya dentro, casi puedo sentir como mi mandíbula tocaba el suelo, pues toda la habitación ostentaba los lujos.
Constaba de dos pisos. Apenas ingresabas, te encontrabas en una sala de estar con sillones, escritorios y un minibar. En el piso superior, se encontraba el dormitorio, un baño del tamaño del living de la casa de mi abuela y un vestidor también enorme.

-¿Estás lista? -La voz de Dema sonó desde el otro lado de la puerta del vestidor ya que había optado por tomar un baño y cambiarme de ropa ya que hace demasiado calor afuera.
-Vamos. -Respondo saliendo a su encuentro.
-Estas preciosa amor. -Halaga Dema tomando mi cintura con sus manos para acercarme a él y plantar un beso en mi frente.

A penas salimos del hotel, se nos acercó el mismo auto que nos recogió en el aeropuerto. Tras indicarle nuestro destino al chófer nos dedicamos a observar el exterior contemplando las ostentosas edificaciones.

Luego de varios minutos, llegamos a la zona de centros comerciales donde se encuentran las marcas de ropa con las que solo puedo soñar.
-Ven. -Habla Dema sacándome de mi ensoñación, tomando mi mano y arrastrándome hacia el local que tenía frente a mis narices.
-Buenos días. -Saludó la dependienta amablemente en inglés- ¿En que puedo ayudarlos?
-Solo entramos a observar. -Respondo sintiéndome incómoda.
-Quiero que le muestre todo el local. -Le indica seriamente Dema a la chica y luego se dirige a mí con una sonrisa- Y tú, quiero que elijas lo que más te guste, no repares en el costo.
-¿Q... Qué? -Pregunto atragantandome con mi saliva - ¿Te has vuelto loco? ¿Tenés idea de cuánto cuesta un simple vestido de Louis Vuitton?
-Se lo que valen y por eso quiero que tengas esto. -Respondde mientras de su bolsillo saca una tarjeta dorada y me la entrega.
-¿Qué es esto?
-Se una extensión, con ella podrás comprar lo que quieras. No quiero que te preocupes por gastar, tengo bastantes ceros en mi cuenta.
-Si gusta pase por aquí. -Me indica la mujer guiándonos hacia los probadores

Tres horas, veinte vestidos, veinte pares de zapatos después y varios locales (entre ellos Gucci, Chanel y Prada), salimos de vuelta a la calle y seguimos recorriendo.
Al llegar la noche, volvimos al hotel listos para cenar en irnos a dormir ya que entre las horas de vuelo y la caminata de la tarde habían comenzado a hacer efecto.
Después de darme un baño relajante pedimos servicio a la habitación y por último nos acostamos a descansar.

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Hola mi gente bella ¿cómo están? Por acá volviendo a las pistas después de una larga licencia. Espero que haya quedado alguien del otro lado.
La maternidad me ha estado consumiendo bastante tiempo por lo que debí dejar está novela en un 2do o 3er plano, pero aquí estoy de nuevo .
¿Cuántas quisiéramos un Dema en nuestras vidas?

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With love Eli ❤

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