capítulo 55.

371 25 0
                                    

Maratón 3/3:

POV Mariela:

-¿Estás bien?- Pregunto notando que Dema estuvo ausente toda la cena desde que el tal Ethan le dijo sobre los alemanes- Estuviste toda la noche ausente desde que Ethan te dijo aquello.

-Si. -Responde Dema levantando la cabeza de su tablet tan sólo para responderme- Si quieres ve a acostarte, yo tendré para un rato más.

-De acuerdo, me iré a la cama, pero no tardes, tú también debes descansar.

Evidentemente algo no va bien, sólo espero que todo se solucione pronto.

Tras quitarme el vestido y poner mi camisón, procedí a quitar mi maquillaje.
Mientras lo hacía, en mi cabeza no dejaba de reproducirse la advertencia de Ethan, ¿que tantos problemas traería la firma que estaba a punto de producirse? Sólo esperaba que Dema ni se vea afectado.

Ya desmaquillada y cambiada, salí del vestidor y me metí a la cama, por la ventana entreabierta entraba un aire fresco ya que por la noche la temperatura desciende y hace que se pueda respirar mejor, al contrario del día que hace un calor agobiante.
Una vez acostada, apagué las luces quedando en una completa oscuridad esperando a que Dema viniera a mi lado.

Un frío me recorre el cuerpo y hace que vuelva en si de mi letargo. Aún sin abrir los ojos, estiro mi brazo, pero no encuentro a Dema a mi lado, aún no se ha acostado y ya debe de ser entrada la madrugada ya que aún es de noche.

Al tomar mi móvil de la mesa de noche, corroboré que efectivamente son las cuatro de la madrugada y Dema aún no sube, por lo que tomé mi bata de salir de la cama y tras ponerme las pantuflas, salí en su búsqueda.

Al llegar al borde de la escalera, noté que había luz en la parte inferior de la suite, bajé los peldaños de la escalera y al llegar al último escalón, me encontré con la sala vacía salvo por la fuerte voz que provenía del despacho que se ubicaba en el otro extremo.

Despacio y sin hacer ruido, me acerqué y me quedé allí parada, del otro lado de la puerta entreabierta intentando entender que era lo que discutía.

-Te mandé para que lo convencieras ¿qué quieres que nos lleve a la ruina? -Podía notar la frustración en su voz.

-...

-Me importa un bledo si no quiso atender razones. No sólo lo perjudica a él, sino que a todos lo que tenemos acciones con él.

Estaba por girarme para volver al cuarto, cuando la puerta se abrió dejando ver a un Dema totalmente serio, el pelo con señales de haber pasado la mano en repetidas veces y sin el sacó ni corbata.

-Mariela. -Habla quedándose plantado en el umbral de la puerta con el picaporte en la mano- ¿Qué haces que no estás acostada?

-Me desperté y cómo no te encontré a mi lado bajé para ver que estuvieras bien. -Respondo sin saber si acercarme o no.

-Ven pequeña. -Suelta Dema acordándose a mi y tomándome de la cintura en un abrazo.

-¿Qué ocurre? -Pregunto una vez nos separamos notando que su semblante luce preocupado- Desde que el tipo ese te mencionó lo de ese contrato que estuviste ausente durante toda la cena y ahora te encuentro discutiendo.

-Nada cariño, temas del trabajo. Sólo olvidalo. -Respondió Dema tomando mi mano y guiándonos hacía la habitación.

Tras ir hasta al vestidor, Dema apareció con el torso descubierto y pantalón deportivo.

Luego de acostarnos, Dema me abrazó acercándome más a su costado mientras con su otra mano me acariciaba lentamente la espalda haciendo que me relajara y fallera en un profundo sueño.

Un ruido me trae de vuelta a la realidad, al abrir los ojos, intento identificar de donde proviene, al girarme, me encuentro que una vez más estoy sola en la cama, me siento y el ruido volvió a sonar alertando e que es el teléfono del hotel el que suena.

-Hola. -Respondo una vez que llevo el tubo a mi oreja.

-Desayunamos en mi cuarto o el tuyo. -La voz de Camelia resonó del otro lado.

-Dame cinco minutos y voy. -Respondo restregándome los ojos, pues el haber dormido mal ahora está pasando factura.

-Dale, ahí pido servicio a la habitación.

Una vez corte la llamada, me levanté y fui hasta el vestidor. Tomé una muda de ropa interior junto a un vestido fresco y me metí a la dicha para refrescarse ya que el calor ya comenzaba a notarse.

Mientras dejaba que el agua me refrescara, no podía dejar se pensar en lo que había escuchado esta madrugada, realmente debía ser grave para que estuviera tan desesperado.

Luego de ducharme y vestirme, tomé mi móvil y fui a desayunar con Camelia.

Al llegar a la puerta, golpeé y esperé.

-Pasa. - Camelia se hizo a un lado para que pudiera pasar- Los chicos tuvieron una reunión de urgencia desde temprano, se reunirán con nosotras más tarde.

-¿Tu sabes que fue lo que sucedió? -pregunto sintiendo una opresión en el pecho- Dema estuvo hasta entrada la madrugada en el despacho de la habitación discutiendo con alguien por teléfono.

-Uno de los socios está a punto de firmar con un tipo que se dice está involucrado con la mafia Italiana y eso podría significar la ruina de no solamente del tipo, sino que de Dema e Ivan entre otros también ¿Quién invertiría en una persona involucrada en lavado de activos entre otros crímenes?

-Ay no, sabía que era grave pero no pensé que tanto. -Respondo sintiendo como el nudo se aprieta un poco más.

-El tipo sería muy idiota si no cambia de opinión. -Afirma Camelia llevándose la taza a la boca.

-Espero que todo se solucione. -Digo pensativa.

-Contra Dema nadie puede. -Asegura Camelia tranquilamente.

~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~
Hola mis pequeños malvadiscos, volvimos después de años luz, espero hayan arrancado super este 2022, por acá intentando retomar la escritura ya que la maternidad me tiene a mil.
Acá les dejo una mini maratón a modo de compensación. Los leo en comentarios.
With love Eli

Verdades  secretasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora