Capítulo23.

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Pov Mariela.

Me desperté con el sonido de la alarma, debía comenzar a prepararme, todavía tenía dos horas hasta que viniera Dema.
Tomé mi móvil y luego de apagar la alarma, vi que tenía varios mensajes de las chicas y uno del rey de Roma.

Abrí el chat de las chicas.

DANIELLE:
"Mari ¿Cómo te fue en la cena?"

SONIA:
"Queremos todos los detalles y espero aún no ser tía."

Por lo que me puse a responder.

MARIEMA:
"Tranquilas, la pasé bien. Dema fue atento y caballero. No Sonia no vas a ser tía todavía."

Luego de responderles a ellas. Me dediqué a revisar el mensaje de Dema.

Lévedeb:
"¿Cómo descansaste? Recuerda que a las diez pasó por ti. DL"

Tecleo rápidamente y me levanto yendo a mi armario en busca de algo para usar en la entrevista.
Me decanto por un pantalón de vestir azul con un blazer a juego con una camisa rosa palo y tacos negros. Luego de dejar todo preparado sobre mi cama, tomé dos toallas y me entré a bañar.

Mientras en el baño resonaba Believer de Imagine Dragons, abrí la llave del agua y esperé hasta que está se calentó. Me desvesti rápidamente y deje que el agua me templara el cuerpo.

Una vez que mis dedos se comenzaron a arrugar, salí y me envolvía en mi toallon enorme y el pelo con una más chica.
Me vestí rápidamente y comencé a preparar mi portafolios con varios de mis trabajos. Por otro lado, preparé una mochila con una calza, corpiño deportivo, remera, un buso abrigado para después de entrenar y un par de zapatillas.

Con todo listo, me apoyé la toalla del pelo y luego de secarlo y plancharlo, bajé a desayunar.

-¿Cómo es eso de que Dema te invitó a una cena? -Pregunta mi hermano entrando detrás de mí.

-Si, me pidió si lo podía acompañar. No me pareció mal aceptar después de lo que hizo por mí.

-¿Pero ustedes no se odiaban? -Preguntó desconcertado.

-Si, pero digamos que estamos en una tregua. -Respondo volviendo a la mesa con una taza de café.

-Más le vale a Dema mantenerse alejado de ti si no quiere terminar con dos dientes menos.

-Fer. -Advierto- Ya no estoy en la facultad. Ya crecí y sé decidí por mi misma.

-Lo que tú digas, pero siempre vas a ser mi hermana pequeña.

-Deja a tu hermana tranquila Fernando. -Lo reprendió nuestra abuela.

-De acuerdo, de acuerdo.

Estaba por terminar de desayunar, cuando el timbre sonó.

-Voy yo. -Dije levantándome de mi asiento.

Con paso acelerado salí de la cocina intentando esquivar la mirada interrogante de Fernando. Al llegar a la puerta, la abrí y ahí se encontraba Dema.

-Ven, pasa. -Digo haciéndome a un lado y dándole espacio para que pase- Vamos a la cocina, justo estaba por terminar de desayunar.

Luego de que cerrara la puerta, me siguió hasta la cocina. Al entrar mi hermano se lo quedó viendo.

-Lévedeb, otra vez acá. -Dijo mi hermano serio.

Sin pronunciar palabra, mi abuela y yo lo miramos con advertencia.

Verdades  secretasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora