Capitulo 45.

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Cerca del mediodía, alguien llamó a la puerta. Luego de colocarme una bata, fui hasta la puerta. Al abrirla, me lo encontré a Dema frente a mi.

-Ven, pasa. -Digo haciéndome a un lado para que pudiera pasar.

-Te tengo una sorpresa, ve y ponte tu traje de baño.-Dice y tomándome de la cintura me acerca y me da un casto beso, para luego cuando me giro de camino al baño, me pegó un  leve chirlo en el gluteo el cual me dejó sorprendida y a él con una sonrisa divertida en el rostro.

-Me las pagarás. -Digo con con una sonrisa, ya que lejos de enojarme, me hizo reir.

-Con gusto espero. -Respondió  aún sonriendo.

De mi valija tomé un bikini de dos piezas color negro, una remera holgada y un par de shorts y me metí al baño a cambiarme.
Cuando estuve lista salí en busca de Dema, antes de irnos, tomé mi bolsa con las cosas que necesitaba de playa y salimos.

Al llegar a la playa, Dema me condujo de la mano hasta el muelle donde había una embarcación.

-¿Qué hacemos aquí? -Pregunté intrigada.

-Es una sorpresa.  -Respondió ayudándome a subir.

Una vez subimos, el dueño de la embarcación, nos puso en marcha. Tras varios minutos, nos encontramos rodeados solamente por agua. El mismo hombre nos tendió todo el equipo para hacer snorkel.

-¿Estás lista? -Preguntó acomodándose las antiparras.

-Si. -Respondo sonriendo mientras lo imito.

Ambos caimos al agua y una vez nos acomodamos los tubos en la boca, comenzamos a disfrutar de la vida marina.

Estaba encantada, era una de las experiencias que más me ha gustado y eso se debe a que estaba él disfrutando del momento conmigo. Mientras veíamos a las tortugas nadar a nuestro alrededor, Dema se acercó a donde estaba yo y luego de quitar ambos tubos me plantó un beso.

Seguimos haciendo snorkel durante un tiempo más.

Cuando terminamos, volvimos a la embarcación, Dema le dio unas indicaciones y a los pocos segundos nos pusimos en marcha.

Después de un rato, llegamos a un Sanbank, el dueño de la embarcación, nos dejó allí con una sombrilla y unas bebidas, allí estaríamos durante un largo rato,asique disfrutamos de la paz que el lugar nos brindaba, charlando y haciendo planes para cuando volvieramos a la vida cotidiana.

-Cuando volvamos le diremos a tu familia de nuestra relación.

Al verlo a los ojos, noto que no es una pregunta sino una afirmación.

-A ti si que te gustan las emociones fuertes ¿no? Digo, por Fer.

-Si, se podría decir que si. -Responde riendo- Tranquila, verás que todo saldrá bien.

-¿Me presentarás a tu madre?

-¿ Te gustaría que te la presentara?

-Creo que es lo justo. -Respondo encogiéndome de hombros.

-Dalo por hecho entonces. 

Cuando atardeció, nos vinieron a buscar y volvimos a la isla.

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