Capitulo22.

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Capítulo dedicado a NataliaGonzalez361, espero lo disfrutes y gracias por leer y comentar.

Pov Dema.

El horario de ir a buscar a Mariela se acercaba y eso me tenía nervioso y no sabía bien porque, algo desde el día que la rescaté cambió, claro sin contar que tanto su color ojos, su color de pelo y por sobre todo su aroma, me hacía recordar a Julieta. De seguro ya se debía de estar preparando para esta noche.

Cuando se hizo la hora, tomé mis documentos, las llaves del coche y salí a buscarla.

Mientras manejaba, recordaba cada momento desde que nuestra relación de odio mutuo se convirtió en una tregua, que esperaba que durara algún tiempo.

Al llegar a la casa de su abuela, apagué el motor y descendí del auto.
Luego de tocar el timbre, quien me recibió fue su hermano.

-Lévedeb. -Dijo sorprendido- ¿Qué hace estás horas y en casa de mi abuela?

-Disculpa, vengo por tu hermana.

-Pase. -Realmente se lo veía confundido- ¿Por Mariela?

-Si, es que quedé de presentarle a varios directores de editoriales.

-Oh, que amable de su parte.

Estábamos hablando, cuando un ruido de tacos proveniente de las escaleras me llamó la atención. Al ver a Mariela con aquél atuendo logró dejarme sin aliento, el cual debí recuperarlo de inmediato ya que su hermano volvió a hablar.

-Más te vale que la cuides Lévedeb, un rasguño y eres hombre muerto. -Advirtió.

-Tranquilo, la devolveré sana y salva. -Respondo despegando la vista a duras penas de ella y volviendola a posar en él.

-Estoy lista. -Dijo acercándose conciente de que ambos la observabamos- ¿Vamos?

No pude responder ya que la señora Foster entró desde el garage.

-Oh, pero que preciosa estás hija.

-Gracias abuela. - Dijo mientras se agachó un poco para que pudiera darle un beso en la frente.

-Cuidate hija.

-Lo haré, no volveré tarde.

-Tú tranquila y disfruta la noche. -Dice
Con una sonrisa y guiñandole un ojo.

-Eres terrible abuela. -Contesta mientras intententa arrastrarme, claramente avergonzada, hacia afuera. Yo por mi parte contemplo la escena con algo de diversión.

Luego de las advertencias de su hermano, nos pusimos en marcha.

-Disculpa por lo de hace unos momentos. - Dijo con voz nerviosa.

-Tienes un hermano muy sobreprotector.

-Se comporta como simio. -¿Estaba molesta?

-Entiendo que se comporte así, con mi hermana soy igual. -Y era la verdad, aún me cuesta ver que se le acerquen tipos, sobre todo el imbécil de mi mejor amigo.

-¿Hermana? -Preguntó sorprendida- ¿Tienes una hermana?

-Si, es más chica que yo por dos años.

-¿Tienes más hermanos?

- No, sólo somos Camelia y yo.

-La admiro, tiene una paciencia de oro si todavía estás vivo.

-Ja, muy graciosa. -Suelto una risa burlona.

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