capítulo 53.

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Maratón 1/3:

La tarde la pasamos en la piscina del hotel entre charlas, risas y tragos.  Ahora nos encontrábamos en las habitaciones preparándonos para salir a cenar.

Me encontraba de pie frente al espejo terminando de prender el aro y por el reflejo de este pude observar a Dema acercándose recién salido del baño con una toalla amarrada a la cintura dejando al descubierto su trabajado torso por el que escurrían aún gotas de agua, lo que provocó que la garganta se me secara y una ola de calor me recorriera entera.

-Te ves hermosa con ese vestido cariño.

-Gracias. -Respondo con una sonrisa intentando recomponerme y que Dema no se diera cuenta de lo afectada que estaba.

Al terminar, salí del vestidor para evitar dejar un río de baba.

-Vamos. -Dema apareció en la sala de la suite peinado y vistiendo un traje de diseñador conformado por pantalón y saco negros, camisa, corbata y zapatos lustrados.
Luego de tomar un abrigo y mi bolso, salimos de la habitación.

Al llegar al hall del hotel, vimos que los chicos aún no habían bajado por lo que nos sentamos en los sillones en la sala de espera.

Los minutos pasaban y mientras esperábamos, el móvil de Dema comenzó a sonar alertándolo de una llamada entrante.

-Lévedeb. -Habló Dema tras contestar.

-...

-Aguarde. -Respondió serio apartando el aparato levemente del oído y tapando la parte inferior con su otra mano- Enseguida vuelvo cariño, tengo que contestar esta llamada.

-De acuerdo ve. -Respondo con una sonrisa.

Al quedar sola, aproveché para marcarle a mi abuela ya que desde el viaje que hicimos con Dema que no hablaba con ella. Tras tomar mi móvil y buscar el número entre los contactos, pulsé el botón de llamar.

-Hola. -La voz adormilada de mi hermano mayor resonó a través del auricular.

-Hola feo. Perdón si te desperté. -Respondo golpeándome mentalmente ya que mientras acá aún es temprano, allá ya es tarde.

-Hey enana, no te preocupes ¿Cómo éstas? ¿Éstas bien? Si te pasó algo dime que ya salgo a buscarte.

-Tranquilo fiera, estoy bien, no me pasó nada. -Respondo riendo- Estoy más que bien, solo llamaba para saber como estaban ustedes, cómo está la nona.

-Estamos bien, la nona ahora está descansando. ¿Cuándo vuelves? El enano no deja de preguntar, es más hace un rato se quedó dormido aferrado a una foto tuya.

-Dile que al final de esta semana ya regreso. -Hablo sintiendo un nudo en el estómago ya que esta era la primera vez que nos distanciábamos.

-De acuerdo. Y cuenta ¿ Qué tal tus vacaciones? ¿Qué tal bora bora?

-Bien. -Respondo intentando no sonar nerviosa, por lo visto mi nona no le contó que me vendría con Dema a Dubai- Tienes que venir con mi cuñada, es hermoso éste lugar.

-Le haré el comentario. -Responde riendo-  Conociéndola a Marisa, querrá ir.

-Seguro, bueno descansa, no quiero ser la culpable por que te duermas mañana en la oficina. -Me despido riendo.

-Por lo menos tendré una excusa si eso sucede,  cuidate. -Se despide Fernando del otro lado de la linea.

Hacía un rato que había cortado la llamada y Dema aún no volvía. 

-Disculpa. -Una voz masculina hizo que levantara la vista del móvil- ¿Te molesta si tomo asiento?

-No, descuida. -Respondo observando que el resto de los sillones se encontraban vacíos mientras corro mis cosas.

-Soy Ethan. -Se presentó esbozando una sonrisa que dejó ver una perfecta hilera de dientes blancos.

-Mariela. -Respondo volviendo a despegar la vista del móvil. Al observarlo, me encontré con unos ojos color miel y cabellos dorados. La belleza del rostro eran nada comparada con la de mi empresario.

-Te he estado observando desde hace un rato y no he podido dejar de notar que estás algo aburrida. -Suelta girándose hacia mi.

-No, yo no...

- ¿Qué dices si vamos hasta el bar del hotel y tomamos algo? - Pregunta sin dejar que termine con lo que estaba diciendo.

-Dice que no y que tu hermano se quedará sin acciones ni empresas si no te levantas de ese sitio en este preciso instante. -La voz de Dema resonó en todo en vestíbulo, que en ese instante solo se veía ocupado por los recepcionistas haciendo que el rostro del joven palideciera.

-Lé... Lévedeb, te pido disculpas, no sabía que ella estaba contigo. -Respondió poniéndose de pié como si tuviera un resorte.

-Cariño - Llama Dema ofreciéndome su mano la cual tomo sin dudar- Presento a Ethan Connor, a su hermano lo conociste en la gala benéfica, Austin Connor.

-Un gusto. -Respondo al recordar que un hombre se acercó a nuestra mesa.

-¿Qué haces aquí?  -Preguntó Dema tomándome por la cintura y acercándome a él en un gesto posesivo- ¿Austin te envió a hacer el trabajo sucio?

-Vine, por que quisiera que hablemos de negocios, y no, mi hermano no me envió, de hecho me prohibió que viniera a hablarte.

-Por primera vez estoy de acuerdo con tu hermano, debiste hacerle caso. -Concedió Dema seriamente- No estoy para perder el tiempo con negocios insignificantes.

Y sin esperar respuesta Dema nos condujo hacia la puerta donde curiosamente ya se encontraban Ivan y Camelia esperándonos.

-Lorenzo Pietro está a punto de firmar con los Italianos. -Soltó Ethan en un intento de llamar la atención de Dema.

Dema se detuvo, pero no volteó a verlo, solo se quedó ahí plantado como si procesara lo que acaba de decir.

Tras varios segundos respondió. -Dile a tu hermano que lo espero mañana a primera hora.

Y sin esperar contestación avanzamos hacia la salida.

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