Salgo al exterior y me acomodo mejor el abrigo, si bien es una noche clara, el frío se hace notar.
Llegó a la parada de taxis, espero a que llegue uno.-Hey bonita. -Dice una voz pastosa.
Ay no, más mala suerte no me podía tocar. Es el mismo tipo que quiso que bailará con el a la fuerza- Nos volvemos a encontrar.-Vete, quitate de mi vista. -Digo con voz firme.
-¿Qué pasó? -pregunta con una sonrisa de lado y acercándose a mi- ¿Tu amiga te dejó sola?
Al dicir esto se termina de acercar con rapidez impidiendo que pudiera escapar.
-Te he dicho que me dejes en paz. -Repito intentando sonar firme aunque por dentro estoy que muero de miedo.
-Ahora tú y yo la vamos a pasar bien.
Y tomándome por el brazo con fuerza y arrastrándose hacia una especie de estacionamiento totalmente oscuro.-No, por favor. - Digo intentando soltarme, pero es inútil, me tiene agarrada demasiado fuerte.
Sin ninguna clase de cuidado me estampa contra una pared y apresandome contra él comienza a darme besos bruscos por el cuello. Mientras yo intento liberarme y las lágrimas corren libres por mis mejillas, la desesperación me invade y comienzo a retorcerme ganándole una cachetada de su parte, la cual y muy probablemente de deje un moreton.
-Quieta perra. -Dice con voz pasmosa y a la vez cargada de lujuria- Esto no habría pasado si hubieras aceptado bailar conmigo.
-Lo siento, pero por favor sueltame. No le diré a nadie, pero déjame ir.
-¡Que te calles de una maldita vez! - Grita y soltando su agarre de mi brazo comienza a apretar mi cuello con ambas manos impidiendo que pueda respirar.
Mientras me desespero por inhalar un poco de oxígeno, mi familia se hace presente y solo puedo rogar por que a partir de hoy las cosas para ellos mejoren.
Mi vista comienza a nublarse y mis manos, que luchaban por quitar las suyas de mi cuello, caen inertes a los lados.
De un momento a otro, siento que el agarre en mi cuello se afloja y el oxígeno comienza a inundar mis pulmones. Cuando logró liberarme, lo único que logró ver es el cuerpo del tipo en el piso creo que desmayado y alguien más de pié, pero entre la tos producto de la asfixia y la conmoción siento como mi cuerpo se afloja y alguien detiene mi caída antes de que la oscuridad me trague.
Un ruido a lo lejos me saca de mi profundo descanso. Mientras me terminó de despertar, puedo sentir que mi garganta arde como si hubiera estado gritando durante horas y mi cabeza martillea horible.
Al abrir los ojos, me incorporo y me encuentro con una habitación que no es la mía. Esta es en tono gris y blanco y la cama es un somier.
¿Cómo fue que terminé aquí?
Al percatarme de que no estoy en mi cuarto, salgo inmediatamente de la cama comenzando a sentirme cada vez más nerviosa. Me fijo en lo que traigo puesto y parte de la calma vuelve a mi, pues sigo teniendo puesto lo mismo de ayer.
Intento recordar que fue lo que sucedió, pero mi memoria es un maldito cassette en blanco.El mismo rido me saca de mis pensamientos, es el ruido de un celular y no precisamente el mío. A todo esto ¿ Dónde están mis cosas? Camino hacia el costado de la cama y allí están mis llaves y mi celular, intento prenderlo, pero es inútil se quedó sin batería. Junto a estás cosas hay un vaso, dos pastillas y una nota.
"Toma ambas pastillas, una es para la resaca y la otra es un calmante para la garganta."
Sin pensarlo mucho y queriendo aparcar un poco mi malestar me las tomó pasándolo con un poco de agua.
Estoy por dejar el vaso y tomar mis cosas cuando el celular apoyado junto al mío comienza a sonar una vez más con una llamada entrante.
Estoy en la duda de si atender o no, pero quizás sea algo urgente.
Lo tomó con mi mano libre y deslizando el dedo por la pantalla, contesto a la otra persona.-¿Hola? -pregunto con voz ronca.
-Hola, ¿Quién eres? Y ¿que haces con el celular de mi hermano?
-Disculpa. -Respondo- Recién acabo de despertar y no se donde se encuentra. Pero si quieres ahora cuando lo vea le aviso...
-No deja, más tarde lo vuelvo a llamar. -
Y sin decir nada más cortó la llamada.Dejó el vaso y el celular en su lugar y tomando mis cosas, luego de ponerme mis tacos salgo de la habitación encontrándose con un pasillo alfombrado de punta a punta.
Camino hacia el extremo y bajo uno a uno los peldaños de la escalera.
La casa se encuentra totalmente en silencio, o eso creo hasta que se escucha un ruido de lo que parece ser la cocina como de algo que se cayó y la voz de una mujer.Al escuchar el ruido decido dirigirme hacia allí, necesito que alguien me explique cómo terminé aquí.
Me acerco a la puerta y me encuentro con un espacio amplio y dicha mujer buscando algo en una de las alacenas superiores.
Carraspeo un poco llamamando su atención y una señora de mediana edad se gira y al verme sonríe amable.-Buen día. - Digo entrando del todo en el amplio espacio.
-Buen día mi niña. -Responde sin que decaiga su sonrisa- Justo le estaba por llevar su almuerzo, que bueno que despertó.
-Oh, no hacía falta. No quiero incomodar.
-No es molestia, el señor me pidió que se lo preparara ya que le caerá bien a su garganta.
-Con respecto a eso, ¿Sabe algo de por qué estoy aquí?
-No mucho, solo que llegó aquí inconciente.
-¿Inconciente? -Pregunto atónita.
La señora está por responder, cuando una voz masculina sumamente conocida resuena detrás de mi.
-Blanca. -Llama Dema detrás de mi- ¿Está listo el desayuno de Mariela?
-Si señor, justo estaba por servirselo.
-No hace falta señora. - Digo acordándome a ella- Yo puedo hacerlo.
-No mi niña que va, vaya a lavarse las manos y luego venga que se lo sirvo.
Mientras recibía las indicaciones de Lébedev, la cocinera se puso manos a la obra.
No entiendo todavía por que llegué aquí inconciente y mucho menos cómo terminé en la casa de la persona que más odio le tengo, pero eso está a punto de cambiar.
Luego de salir del baño con las manos limpias volví a la cocina y Dema se encontraba en la mesa sentado leyendo el diario con una taza de café frente a él.
En mi lugar se encontraba una taza de té y el tarro de la miel al lado junto con unas rodajas de pan con manteca t mermelada.-¿Qué me pasó? -pregunto mientras le hecho miel al te - ¿Cómo es que terminé inconciente y en tu cama?
-Primero desayuna, en la habitación que ocupaste te dejé algo de ropa y maquillaje, luego de que termines tú y yo hablaremos en mi despacho. -Respondió sin despegar la vista de lo que fuese que leía.
-¿Maquillaje? -pregunto sin responder.
-Por lo visto no pretaste atención a tu cuello. -Dice ahora si mirándome a los ojos y provocando de nuevo esa electricidad que no me gusta.
-¿Cuello? -Pregunto sin entender y tomando mi móvil para usarlo de espejo, veo que tengo cinco moratones de lo que parecen ser dedos en mi garganta -¿Qué me pasó? ¿Cómo me hice esas marcas?
-Hablaremos de eso en cuanto termines tu desayuno.
Luego de esto, ambos desayunamos en completo silencio, en mi caso seguía intentando recordar que fue lo que pasó la noche anterior, pero aún tenía la mente en blanco.
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Hola gente bella, acá les traigo un nuevo capítulo, ¿ Cómo creen que se tomará la noticia Mariela cuando Dema le cuente como fue que terminó en su casa?
Pueden dejarme sus propuestas o comentarios y no se olviden de regalarme su 🌟, no te cuesta nada y a mi me ayuda un montón.
Hasta la próxima...
...With love Eli❤
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Verdades secretas
Romance¿Qué estarías dispuesta a hacer por tu familia? ¿Qué serías capaz de hacer para no perder lo poco que tienes? En mi caso estaba dispuesta a ponerme mi máscara, subir a ese escenario y bailar, pero todo cambió cuando él, la persona que más detesto ap...