Capítulo 9.

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Pov Dema:

Me encontraba en mi oficina revisando unos documentos los cuales debía firmar, pero no lograba pasar de la primera linea. Toda la concentración se la llevaba una castaña de ojos celestes.
Soltando un suspiro frustrado, arrojo los papeles sobre el escritorio y paso mis manos por mi pelo en señal de molestia.
Todavía me sigo reprendiendo por como le hablé a Mariela. En mi defensa, me sentía y aún me siento frustrado por el rechazo de Julieta.

Es la primera vez que una mujer rechaza uno de mis regalos. Sin duda es una mujer con caracter y principios. No parece ser una mujer que se impresiones con obsequios, pero no me voy a rendir hasta tenerla. Se que se preguntaran por que teniendo a una mujer como Bárbara detrás de mi yo ni la registro, pues sencillo, no me gusta lo facil ni las sobras de nadie. Bárbara está detras de mí hace rato, pero si tenemos en cuenta que  hace años que la conozco y que ha pasado de billetera en billetera, no es algo que me agrade.

Dejando los pensamientos a un lado, retomo los documentos y comienzo a leerlos una vez más. 

Ya avanzada la tarde, sin trabajo pendiente, tomo mi maletín y salgo de mi oficina cerrandola con llave. En el piso me encientro solo ya que mi secretaria hace al rededor de dos horas que se fue.
Aprieto el boton del ascensor y me dispongo a irme a descansar.

Mientras manejo mi Audi, recorro las calles de la ciudad sin prestar mucha atención ya que termino frenando al darme cuenta que mi inconciente me trajo hasta la puerta de la casa de la mujer que me odia. Estoy parado frente a la puerta de la casa de Mariela.  Es mi oportunidad de remediar el altercado que tuvimos hoy en la mañana.

Bajo del coche y luego de cerrarlo camino los pocos pasos que me separan del timbre. Luego de tocarlo, la señora Foster es quien me recibe.

-Señor Lébedev. Pase por favor-Dice sorprendida haciéndose a un lado- No lo esperaba hasta la semana que viene. Mi nieta me dijo que le había pagado.

-Disculpe que la moleste. -Digo pasando al interior de la sala- No vengo por la deuda. Vengo por que necesito hablar con su nieta.

-Oh, ella no se encuentra en este momento, pero si gusta puede esperarla, de seguro no tarda en llegar.

-No quiero incomodar señora Foster.

-Que va señor Lébedev. Tome asiento ¿Gusta chocolate caliente?

-Mmm. De acuerdo. -Lo pensé unos segundos. Mientras la esperaba no me vendría mal algo caliente para quitar el frío de mi cuerpo.

Mientras tomaba asiento en uno de los sillones de la sala, la dueña de casa desapareció metiéndose  en la cocina.
Comencé a barrer con la vista la estancia. En una de las paredes había una repisa y en ella varias fotos de Mariela con su abuela y en otra con sus hermanos. Otra de las fotos estaba la señora Foster junto a una adolescente muy parecida a Mariela, salvo por sus cabellos rubios.

-Mariela sufrió mucho cuando su madre los abandonó a ella y sus hermanos. -Al escuchar la voz de la anciana voltié mi vista hacia ella- Su abuelo y yo nos hicimos cargo sin dudarlo. Mariela es una buena muchahcha con temperamento fuerte.

-Eso no lo dudo. -Respondo con una pequeña sonrisa mientras tomo en mis manos la taza que me tiende.

Mientras la señora Foster me cuenta que Mariela debió conseguir un trabajo ya que en suyo anterior la despidieron por reducción de personal, el ruido en la cerradura nos advierte que alguien ha llegado, y por suerte es la persona con la que vine a intentar hacer la paz, o eso era al menos lo que quería yo ya que su rostro demostraba enojo apenas me vió.

-Nona. -Dice en tono evidentemente  molesto, cerrando la puerta detrás de si miemtras se quita el abrigo, todo sin quitarme la vista de encima, la cual parece querer matarme- ¿Qué hace este señor aquí? ¿A caso no le bastó con la cantidad de dinero que le entregué hoy en la mañana?

-Hija, el señor Lébedev se encuentra aquí para hablar contigo.

-Pues fíjate abuela que yo no tengo nada que hablar con este señor. Ya bastante nos jode la vida para tener que verlo dos veces en un mismo día.

Al escuchar sus palabras mi cuerpo se comienza a tensar, creo que fue inutil venir a disculparme, con la mujer que tengo en frente es imposible dialogar.

-¡Mariela! -la reprende su abuela.

-Está bien Señora Foster. -Digo poniéndome de pie y colocando la tasa sobre la pequeña mesa del centro para luego clavar mi mirada en los ojos celestes que ahora arrojaban chispas del enojo- Mariela, te guste o no tú y yo vamos a hablar.

-Abuela dejanos solos por favor. -Dice destilando rabia.

Luego de que la anciana saliera por la puerta hacia la cocina, volví a tomar asiento en el mismo lugar que cuando llegué.

-Mariela, por favor. -Digo señalando el sillón frente a mi intentando calmarme.

-Así estoy bien. -Responde cortante intentando intimidarme, pobrecilla se topó con alguien más terco que ella.

-Como quieras. Lo que vine a hablar contigo es sobre lo que sucedió hoy en la mañana. -Suelto intentando sonar indiferente.

-Lo que sucedió... -Antes de poder agregar algo más prosigo como si no hubiese pronunciado una sola palabra.

-Perdón por como te traté hoy en la mañana. Sobrepasé mi límite, yo no soy así y entiendo te falté el respeto. -Mientas decía esto no despegaba mi vista de sus ojos intentando sonar sincero, a lo cual ella aparta la vista por un breve instante.

-La verdad que tus disculpas me importan un pepino. -Suelta volviendo a posar sus ojos en los mios dejando ver todo su enojo- Tu no eres quien para venir a juzgarme ni mucho menos decirme lo que me dijiste hoy en la mañana. Si yo vivo aquí con mi abuela es para que no tenga que lidiar sola con tipos como tú que lo único que les importa en la vida es la plata y joderle la vida a la gente.

-¿Eso crees que soy? ¿Un tipo que le encanta la plata y joderle la vida a los demás? ¿Y después soy yo el que juzga?  -Digo serio sintiendo una punzada en el pecho intentando no demostrar ninguna emoción -Como sea, solo vine a disculparme contigo, me sentía frustrado y tú pagaste los platos rotos. Ahora si no las aceptas ya ese no es mi problema. -Finalizo para luego ponerme de pie y encaminarme hacia la salida pasando a su lado.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.❤-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
Hola gente bella, ¿Cómo están? Por acá algo cansada, pero con ganas de entregarles un nuevo capítulo.

Quiero aclarar algo, el apellido de Dema va a ser corregido al final de la novela, asique no se me alteren por favor 😋.

   Nos leemos en el próximo capítulo...
       ...with love Eli ❤

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