Capítulo 38.

1.3K 88 7
                                    

Al salir del despacho, me encontré con todas las chica aglomeradas en el pasillo siendo precedida por Bárbara, quien al verme, volvió a esbozar una sonrisa burlona.

-¿Qué pasó? ¿Te rechazó? -Preguntó para luego romprer en carcajadas.

-¡Ya basta Bárbara! -La voz de Camelia resonó por todo el pasillo- Todas, salgan de aquí, vuelvan al camerino.

Varios segundos después, solo quedamos ella y yo.

-¿Estás bien? -preguntó Camelia.

-Si. No fue nada. -Respondo intentando tranquilizarme- Yo... debo irme.

Sin querer pasar un minuto más allí, salí corriendo hasta la entrada.
Ya en la calle, tomé el primer taxi que pasó alejándome de aquél lugar.

Durante todo el trayecto hasta casa, tanto Sonia como Danielle comenzaron a hablar por el grupo que teníamos.

-"SONIA: Mari, nos enteramos lo que pasó. Sabes que contas von nosotras."

-"DANIELLE: Cuando quieras hablar acá estaremos, somos tus amigas."

-"Yo: Cuando me levante iré a buscar a mi hermano y hablamos."

-"Sonia: De acuerdo. Tranquila, las cosas se van a solucionar, él tiene que entender que no lo hiciste por jugar con él." I lo que iba viendo, que solo reaccioné que habíamos llegado cuando el taxi frenó en la puerta de la casa de mi abuela.

Luego de descender del auto una vez que le pagué al chofer, ingresé en el interior de mi hogar. Me quité el abrigo y subí rumbo a mi cuarto.

Lo que restó de la noche no logré pegar ojo recriminandome el no haberle contado las cosas en su momento, cuando la alarma sonó, me levanté y fui hasta el baño a pegarme una ducha para poder ir a buscar a mi hermano y de ahí a la editorial.

Al llegar a la casa de Sonia, toqué timbre, varuis segundos después quien me abrió fue la misma Sonia, se encontraba enfundada con unos Jeans, suéter y unas zapatillas.

-Hola Mari, pasa. -Saludó dándome paso a su casa- Estan en la cocina.

-Martin. -Lo llamo- Vamos yendo que se hace tarde. Sonia, mas tarde te llamo así hablamos de lo qie pasó ayer.

-De acuerdo. -Acepta Sonia dándome un breve abrazo- Verás que entra en razón.

-Cómo sea, ya no importa. -Respondo intentando contener las lágrimas.

Una vez mi hermano tuvo todo listo, me encaminé hasta mi trabajo.

-Hoy no irás a la escuela. -Digo apenas nos ponemos en marcha.

-¿Por? -pregunta confundido.

-Tengo que hacer unos tramites.

Luego de veinte minutos, llegamos a mi trabajo.

Al llegar a mi puesto, luego de pedirle a mi hermano que se quedara sentado en la silla de mi escritorio, fui hasta la oficina de mi jefe.

-Adelante. -Se escuchó a penas golpee la puerta.

-Buen día señor Burkel. -Digo entrando en el amplio espacio.

-Bien día Mariela. -Saluda amablemente- ¿En qué puedo ayudarte?

-Necesito pedirle permiso para retirarmetemprano hoy, tengo que hacer unos trámites.

-Puedes ir tranquila Mariela, tomate el sia si quiereS, adelantado bastante tu trabajo, en las novelas que estás rabajando en este momento, no estaba previsto la edcion sino hasta dentro de un mes. Así que no hay problema con eso.

-Gracias señor.  -Digo levantándome de mi asiento.

-Vamos enano. -Digo una vez que me detengo en mi escritorio- Me acompañarás a hacer los trámites que te dihe y después haremos lo que tú quieras.

Salimos a la calle y apenas pasó un taxi le indiqué mi destino.

Verdades  secretasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora