Capítulo 80.

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POV Mariela:

A lo lejos puedo escuchar que alguien me llama, pero vuelvo a acomodarme con la intención de seguir durmiendo.

-Ya, solo cinco minutos más. -Digo con la intención de volver a los brazos de Morfeo.

-Mari, -vuelve a llamar la voz y esta vez estoy a punto de soltarle una perorata- Está tu família esperándote abajo.

-Mmmmmm, bueno.

Tras incorporarme, volví a los fuertes brazos de Dema, lo cual debo admitir, está comenzando a gustarme. 

-Gracias Dema y perdón por causar tanta incomodidad.

-No es nada, lo que más me importa ahora es que estés comoda.

Al llegar al último escalón, me encontré con mi familia.

-¡Ela! -Exclamó Martin viniendo hasta donde yo estaba  para abrazarme- Te extrañé Ela. No vuelvas a dejarme.

-Te prometo que nunca más me voy a ir. -Digo con un nudo en la garganta.

-Hola Nona. -Saludo una vez que Martín vuelve a su lugar, justo al lado de ella.

-Hola hija, que bueno que estás de vuelta.

-Los extrañé muchísimo. -Digo con una sonrisa en el rostro, la cual se transforma en una de asombro- ¿No...? ¿no me digas que...? ¿Voy a ser tía?

-Emmm... ¡sorpresa! -Suelta Marisa.

-¿Pero? ¿Cómo? -La miro sin poder creerlo.

-Creo que ya sabemos como pasó. -Habla Fer- Si tu pregunta es ¿De cuantos meses está? Está de seis meses y va a ser una niña.

-Claro que lo sé adoptado. -Respondo y mi abuela me mira mal- Wow, voy a ser tía. -vuelvo a decir sin poder evitar que caiga una lágrima.

-Y nos encantaría que fueses su madrina . Si aceptas, claro. -Habla esta vez mi cuñada.

-¿Cómo no voy a querer? La voy a consentir en todo lo que ella quiera.

-Ay no. Te dije que era mala idea. -Habla Fernando en modo de broma y yo le tiro con un almohadon, el cual no pasa ni cerca.

Avanzada la tarde, Dema les mostró sus habitaciones a mi abuela y a mi hermanito.

Cuando la cena estuvo lista, los cuatro nos sentamos a comer ya que mi hermano y su esposa hacía rato ya se habían marchado. 

Durante toda la cena, Martin estuvo callado, cosa que me resultó extraño ya que él no es así.

-Martin. -Lo llamo y él levanta su cabeza del plato- ¿Sucede algo?

-No Ela. -Responde -¿Puedo ir a mi cuarto?

-Claro. -Decimos mi nona y yo a la vez cruzando miradas.

Cuando Martín se hubo ido. Me volví  hacia mi abuela.

-Dema, ¿sería mucha molestia si te pido que me lleves arriba con él? Algo le pasa, él no es así. 

-Claro, no hay problema. Con permiso señora Foster, enseguida regreso.

-Tranquilo hijo esta anciana ya se va a dormir. -Habla mi abuela juntando los platos mientras Blanca intenta hacer su trabajo. 

Al llegar a mi habitación, Dema me recuesta sobre mi cama, se va y a los pocos segundos regresa con mi hermanito con su pijama de dinosaurios ya puesto.

-Ven. -Digo palmeando al costado para que trepe y se acueste a mi lado.

Sin dudarlo sube y se recuesta.

-Cualquier cosa que necesiten, mi cuarto es el de al lado. Con  permiso.

Una vez que estuvimos Martín y yo solos recién hablé. 

-¿Qué sucede que estuviste toda la cena callado?

Tras varios segundos en silencio, mi hermanito por fin habló.

-Cuando nazca mi sobrina ¿Vas a dejar de quererme? -Pregunta jugando con los dedos de su mano.

-Claro que no. -Digo pasando uno de mis brazos por sus pequeños hombros y le doy un abrazo- Escucha, nada de nada va a hacer que el cariño de hermana mayor cambie o disminuya. Tú eres tan importante con lo va a ser nuestra sobrina.

Al decir esto, pude notar como su expresión cambió.

-¿Qué te parece si vemos una pelicula? -propongo tomando el control.

-¡Si! -Respondió feliz.

Luego de estar buscando que ver. Terminé poniendo "Los Croods".

A penas habían pasado quince minutos de haber puesto la película, cuando noto que mi pequeño hermano se quedó dormido.
Con cuidado lo acomodé a mi lado para evitar que se despertarse, tras apagar el televisor y la luz de la mesa de noche, tomé  su pequeña mano y dejé que Morfeo me llevara.

Un ruido lejano, hace que vuelva a la realidad, intento incorporarme, pero una leve presión al nivel de mis costillas me lo impide. Al abrir mis ojos, me encontré con que Martin estaba durmiendo cruzado con una de sus piernas sobre mí. Tras quitarla de encima, estoy por darme vuelta, cuando el  ruido que me despertó vuelve a sonar.

Al girar mi cabeza, noté un  celular que antes no estaba sobre la mesa de noche. Lo tomé y antes de que volviera a sonar atendí. 

-¿Hola? -Hablo lo suficientemente bajo para no despertar a Martín, pero que del otro lado de la línea me puedan escuchar.

-Hola. Necesito hablar con Dema. Es urgente. -Habla una mujer del otro lado y siento como mi corazón se frena en seco.

-E... Enseguida se lo paso. -Hablo obligándome a reponerme.

Me incorporé y con cuidado bajé mis piernas al piso sentándome en el borde de la cama. Se que lo que estoy a punto de hacer es una locura, pero tengo que intentarlo.

Puedo sentir como mi corazón bombea sangre a toda velocidad debido a la adrenalina que recorre mi cuerpo.
Respiré profundo intentando cerenarme. Después de repetir el ejercicio una vez más, me puse en pié intentando sostenerme, pero no lo logré, mis piernas aún son de gelatina, por lo que al caer hice un ruido seco.

Intenté  ponerme de pié, pero fue imposible, mis piernas aún no tienen la fuerza suficiente para sostenerme. Si bien ayer di mis primeros pasos, claramente todavía  me faltan muchas, bastantes diría yo, sesiones de rehabilitación.

Estoy por llamar a Dema, cuando la puerta se abrió de golpe.
 
-Mariela. -Llamó Dema.  Al ver que yo estaba en el piso, vino directo hacia mi y me volvió a colocar sobre la cama- ¿Estás bien? ¿Te duele algo? ¿Qué  sucedió?

-Estoy bien. -Respondo intentando hacer caso omiso al hecho que esta semi desnudo- Es que me despertó el ruido de tu teléfono. La mujer que llamó dijo que era urgente. Quise llevártelo, pero al ponerme de pié, mis piernas no respondieron.

-No vuelvas a hacer algo semejante hasta que los médicos te lo permitan. Te podrías haber lastimado.

-Ya te dije que no me pasó nada. -Insisto de pronto sintiendo la necesidad de estar sola- Ve a atender la llamada. La mujer dijo que era importante.- vuelvo a decir.

-Nada es más importante para mí que tu estés bien.

-Tranquilo, ahora ve que sino se va a despertar mi hermano.

Tras recoger el teléfono que había quedado en el piso. Dema salió del cuarto escuchando a la mujer.

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Hola gente bella!!!! Acá les dejo un nuevo capítulo, espero que lo disfruten. Denle mucho amor y sus ⭐ que no cuestan nada y a mi me ayudan un montón para llegar a más personas. Los leo en comentarios.

          With love Eli❤

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