Mientras escucho a una de las chicas contar un par de anécdotas de situaciones que pasamos las tres, no puedo evitar sentir el sabor amargo que me dejó el saber que le fallé a mi nona.
Estoy tan enfrascada en mis pensamientos que no escucho la puerta sino hasta que veo que entra el mismo enfermero de ayer a buscarme para la rehabilitación.
Tras despedirme de las chicas dejé que el enfermero me alejara de allí.
Al llegar al piso, me vuelve a colocar sobre la camilla y Jimena comenzó con los ejercicios en mis piernas. Llevando alternadamente cada pierna hacia mi pecho y luego ejercitó mis pies.
-Bien, ahora comenzaremos a trabajar en la rampa para ir de a poco adquiriendo movilidad.
-¿Qué? ¿Ya, tan pronto?
-Si, tranquila estarás sostenida y yo te acompañaré durante todo el tiempo junto a la kinesíologa.
Cuándo terminó con los ejercicios en mis piernas. El enfermero me acomodó en la silla y me llevó hasta donde se hallaba la rampa y sobre esta se encontraba un arnés.
Entre dos enfermeros me colocaron el arnes, por lo que quedé suspendida solo lo suficiente, para poder apoyar mis pies sin caerme.
-Bien, vamos a ir intentando mover un pie y luego el otro como si estuvieras caminando.
Sostenida de las barras, comencé de a poco a mover mis piernas. Al llevar tanto tiempo sin caminar, podía sentir como los músculos dolían debido al esfuerzo.
-No... no puedo. -Suelto intentando mantenerme en pié- Me quiero ir a acostar.
-Tranquila. -Me contuvo Jime- Es normal que al principio no veas resultados ya que llevas tiempo sin caminar. Lo bueno es que no tienes lesión medular, por lo que la rehabilitación va ayudar a que vuelvas a caminar.
-Tomate tu tiempo, nadie te apura. -Soltó Valeria, la kinesíologa- Nosotras estamos acá a tu disposición.
Tras el breve intercambio de palabras, me volví a concentrar en intentar mover mis piernas.
Después de varios intentos agotadores y lágrimas retenidas, logré mover mis piernas.
Mis primeros pasos son torpes por lo que parezco un robot.
-Eso Mari. -Soltó Valeria con entusiasmo- Eso, así.
-¡Bien Mari! -Celebró Jimena.
Cuando la sesión terminó, volví a la habitación.
Una vez que me bañé y cambié gracias a la ayuda de la enfermera, volví a mi cama esperando que me trajeran el almuerzo.
-Permiso. -Habla un hombre de mediana edad ingresando al cuarto con una bandeja.
-¿Otra vez puré y berenjena? -Pregunto frustrada.
-Si, pregunté, pero no me dejaron ingresarte un big mc. -Responde el hombre.
-Ni me lo menciones. -Suelto sintiendo como se me hace agua la boca por la comida chatarra- Apenas salga de aca me interno en un local de comida rápida.
-Hey, la comida de acá tampoco es tan mala. -Suelta y yo me lo quedo viendo-Si... tienes razón, es muy mala, pero te prometo que de postre hay gelatina de frambuesa.
-Ok, entonces me dejo de protestar. -Respondo tomando los cubiertos y comenzando a comer todo lo que hay en mi bandeja.
-Permiso. -Escucho por segunda vez en el día, la voz de Dema a la vez que lo veo ingresar.
-Hola. -Saludo dejando de lado mi comida para ancianos y acomodándome.
-Hola pequeña. -Responde Dema con una sonrisa acercándose y plantando un beso en mi frente- ¿Cómo estás?
-Bien. -Respondo y siento como se me forma un nudo en la garganta- Ven, tengo que contarte algo
-¿Si? ¿y que es? -Pregunta tomando asiento a los pies de la cama.
-Logré recordar algo.
-Eso es... eso es grandioso. -Responde con una sonrisa y puedo sentir su emoción - Cuentame que fue lo que recordaste.
-Recordé una situación que se dió, en lo que pude saber por las chicas, en el burlesque de tu hermana.
-¿Que... situación? -Pregunta y puedo notar la tensión en su voz.
-Tú y yo discutiendo en el pasillo después de haber bailado, por una tal Bárbara.
-Bien. Lo que debes de saber es... -Intenta hablar, pero no lo dejo continuar.
-No puedo creer que me hicieras bailar allí casi desnuda, con tal de cobrarte la deuda.
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¡Hola gente bella! ¿Cómo están? Antes que nada, quisiera decirles felices fiestas. El veinticinco pasó papá noel y trajo de regalo dos nuevos capítulos. Pero pasaron cosas que hicieron que lis suba hoy. Así sin más los espero en el siguiente.
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Verdades secretas
Romance¿Qué estarías dispuesta a hacer por tu familia? ¿Qué serías capaz de hacer para no perder lo poco que tienes? En mi caso estaba dispuesta a ponerme mi máscara, subir a ese escenario y bailar, pero todo cambió cuando él, la persona que más detesto ap...
