Verdades secretas

Capítulo 73.

Maratón 1/3.

Luego de darme una serie de recomendaciones, entre ellas que no me sobre exija, volví a mi habitación.

Al llegar al cuarto, este se encontraba vacío. Por lo visto Dema ya se había ido. Sin poder evitarlo el entusiasmo que traía se apagó un poco ya que tenía la esperanza de que me estuviera esperando.

Tras una mañana movida, el dolor de cabeza se hizo presente debido al cansancio. Tomé la botella de agua junto al vaso que se encontraba sobre mi mesa de noche y al abrir el pequeño cajón para tomar el calmante, pude observar que había un pequeño paquete con una nota. 

Tomé lo que necesitaba junto a la caja y la nota que se encontraba debajo de esta.
Con manos temblorosas, ingiero el calmante junto a un gran trago de agua

"Para que vuelvas a tener un pedacito de tu vida antes del accidente." Dema.

Volví a apoyar la nota sobre la mesa y al abrir la pequeña caja, me encontré con una pequeña cadena de oro la cual llevaba por dije un par de alas de ángel. El presente se me hacía familiar, pero no sabía por qué, por lo que con cuidado, me acerqué a las fotos y tras varios segundos, lo ví.
En varias de las fotos lo llevaba puesto.
Me acomodé de nuevo en mí lugar y tras observar la pieza por un instante, me la coloqué.

La tarde pasó lento y por tercera vez en el día la puerta volvió a sonar.

-Pase. -Respondo mirando atenta a la puerta.

-Hola hija. -Saluda mí abuela entrando junto a Martín, seguida por Fernando y Marisa.

-Hola Mari. - Saluda Martín siendo depositado en la cama por mi hermano mayor- Te extrañé.

-¡Hola enano! Yo también te extrañé. Los extrañé a todos. -Saludó animada por saber que no estaré el resto del día sola- ¿Cómo están?

-Bien y ¿tú hija? -Pregunta mí abuela tomando asiento a mí lado en el sillón.

-Bien, hoy tuve mí primera rehabilitación para volver a caminar. -Respondo deteniéndome en el aspecto de mis hermanos y algo hizo preguntarme cuanto tiempo fue el que estuve inconciente y cuánto fue lo que olvidé- Quisiera saber algo.

-Pregunta pequeña, acá estamos. -Responde mi hermano como si supiera lo que estaba a punto de querer saber.

-¿Cuánto tiempo estuve inconsciente?

-Estuviste en coma durante un año. -Responde Fernando.

-¿Un año? -Pregunto sin poder creerlo- ¿Cuánto hace que rompí con Claudio? Por qué es claro que rompí con él. 

-Hace Seis. -Responde Marisa.

-¿Y mí nono abuela? ¿Por qué no vino? -Pregunto mientras proceso lo que me acaban de contar.

Sin pronunciar palabras, Fer y mí abuela intercambian una mirada debatiéndose si hablar o no y eso ya me da la pauta de que algo sucede.

-Por favor, necesito un parámetro para saber cuánto olvidé.

-Pues... -Comienza mí hermano- El nono falleció hace cuatro años.

Sin poder evitarlo, las lágrimas comienzan a rodar por mis mejillas. Con el accidente había perdido más de seis años de mí vida.

Estaba por hablar una vez más cuando volvieron a tocar la puerta.

-Hola. -Entró una chica rubia la cual ya había visto en las fotos, pero que al igual que Dema no recuerdo.

-Hola hija. -Responde mí abuela saludándola amablemente. Al igual que mis hermanos y su novia.

-Hola Mari, ¿Cómo estás? -Pregunta acercándose con una sonrisa.

-Bien... -Saludo intentando recordar quién es.

-Me llamo Danielle. -Habla dándose cuenta de que me quedé callada- Ya tendremos tiempo de sobra para ponernos al corriente.

-Gracias Danielle y disculpa que no recuerde quién eres.

-Tu tranquila, para eso nos tienes a tu familia, a Dema, Sonia y a mí.

-¿Sonia? -Pregunto, de seguro debe de ser la chica que está en la foto en la que estoy con ella.

-Si, ella no pudo venir por que no tenía quién cuide a Santino, pero te manda saludos.

-Gracias. -Respondo ocultando todo rastro de angustia.

La tarde pasó rápido con la visita de mí familia y de Danielle y ahora me encontraba sola.

Una vez terminé de cenar, me acomodé en la cama y dejé que los calmantes para aliviar el dolor de cabeza hicieran su efecto.

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Hola gente bella! Vamos con una mini maratón. A seguir leyendo❤.