Verdades secretas

Capítulo 39.

Las semanas y meses pasaban, de Dema lo único que sabía por las chicas era que no había vuelto al burlesque desde aquella noche.  Yo le había mandado un mensaje pidiéndole una vez más perdón por la forma en que se enteró de todo y dándole las gracias por la ayuda que me dio más de una vez, pero no respondió, auque no esperé lo hiciera.

Con Camelia, después de todo el problema, nos reunimos y me dejó saber que se había peleado con Dema por como me había tratado. Ella terminó sabiendo el motivo por el que decidí ocultar mi identidad, me contó que ella le había pedido que se alejara de mi apenas lo supo, ya que luego de ver un archivo con el nombre de mi familia y una foto mía en el despacho de Dema no le fue muy difícil relacionarlo con lo del prestamo.

Seguí yendo al burlesque cada que necesitaba un  reemplazo.
En cuanto a Bárbara, Camelia había decidido suspenderla por un tiempo asique podía ir tranquila sin la necesidad de aguartar sus malos ratos.

En cuanto a mi familia, la única que sabía que las cosas no andaban bien era mi nona, aunque no le había explicado el motivo. Mi hermano había insistido en más de una ocasión para que le contara que había pasado para verme en el estado que estaba a lo que  yo solo me excusaba con que era el estrés del trabajo ya que en parte era verdad, me pasé hora tras hora trabajando en corregir los trabajos a los que había sido asignada para manter ocupada y no pensar en Dema.
 
Hoy era el inicio de mis vacaciones. Tras varios meses de arduo trabajo, mi jefe me permitió poder tomarme unas semanas de vacaciones. 
Al día siguiente de la discusión, fui hasta el banco y de mi cuenta tomé el dinero que tenía ahorrado y se lo pasé a la cuenta de Lévedeb, si bien el me había perdonado la deuda, sentía que no quería deberle nada.

En este momento, estoy sentada frente a mi portátil, revisando que todo esté en orden, la reservación del hotel y el horario del vuelo.
La valija la había armado hacía unos días, por lo que no fue problema revisar que no olvidara nada que fuese necesario.

-Mari. -Mi hermano entró directamente en mi habitación  ya que la puerta se encontraba abierta- Ya es hora.

-Vamos. -Luego de tomar mi bolso de mano, salimos rumbo al aeropuerto.
 
Durante todo el trayecto, fuimos conversabdo de cualquier tema. Al llegar al aeropuerto, fui derecho hasta el mostrador a iniciar el check in.

Una vez finalizado el trámite, volví con mi familia antes de que me llamaran a embarcar.

-Cuidate mi niña. -Comenzó a despedirse mi abuela- Llama aprnas llegues.

-Claro que lo haré.  -Digo besando su arrugada frente- Enano, portate bien y no hagas renegar.

-Si. -Respondió abrazando mi cintura- Te voy a extrañar.

-Y yo a ti. -Digo agachándome a su altura abrazándolo.

-Por favor, pasajeros del vuelo novecientos ochenta con destino a Maldivas, embarcar en la puerta cinco.

Ya en el avión, caminé por el estrecho pasillo hasta encontrar mi asiento junto a la ventana. Guardé mi bolso de mano  y luego de tomar asiento, me abroché el cinturon.

Durante todo el viaje, me dediqué a leer o dormir. Cuando pasó la asafata ofreciendo el refrigerio, tomé lo que me ofrecia y me dediqué a mi almuerzo, ya que tenía bastantes horas de viaje.

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Holagente bella, acá les dejo un nuevo capítulo. Los dos próximos, serán desde la perspectiva de Dema, ahí sabremos como quedó con todo lo que pasó.