Verdades secretas

Capítulo 50.

La mañana llegó demasiado rápido o eso me pareció a mí.
Al observar la habitación me encontré que estaba sola.
Luego de desperezarme, me levanté de la cama y tras tomar mi estuche ingresé a alistarme para comenzar mi día.

Mientras estaba bajo el chorro de la ducha, pude escuchar que Dema ingresaba en la habitación.
-Cariño. -Llama del otro lado de la puerta.
-Dame cinco minutos. -Respondo mientras me quito los restos de jabón para luego cerrar la llave y envolverme en la bata.

-Hola bonito. -Saludo mientras me acerco secando mi cabello con una toalla.
-Por que no me avisaste y ahorrabamos agua. -Suelta con una sonrisa picara a la par que subía y bajaba las cejas.
-Eres un descarado. -Respondo riendo y siento mis mejillas arder por la vergüenza al imaginarnos en semejante situación- ¿Qué haremos hoy?
-Primero iremos hasta el aeropuerto en busca de Camelia y luego tendremos todo el día para nosotros.
Dema terminó por cortar la poca distancia que nos separaba y entre besos caímos en la cama. Sin pronunciar una sola palabra comenzó a repartir besos a lo largo de mi cuello lo que provocaba que yo soltara suspiros involuntariamente y olvidars que debíamos darnos prisa.

Estábamos tan metidos en nuestra burbuja, en plena sesión de besos que perdimos la noción del tiempo. Sólo volvimos a la realidad cuando el móvil de Demanda resonó en la habitación por cuarta vez.
-Realmente deberías contestar. -Sugiero haciendo un esfuerzo por concentrarme.
-No, deja que suene, quien sea el que llame ya se cansará de hacerlo. -Responde cambiando de posición para pasar a ser yo quien se encuentre arriba.
-Mmm, no sé, ya con esta es la quinta vez que suena.
Me renuevo un poco ya que me encontraba sobre las piernas de Demás y me estiro para tomar el teléfono de la mesa de luz. Al ver la pantalla, la se iluminado el nombre de Camelia.
-Es tu hermana. -Digo entregándoselo.
-Me lleva... - Habla recostándose en sus codos- Came.
-Hace media hora que te estoy esperando en el aeropuerto. Más te vale tener una buena razón para hacer que te hayas retrasado. -Resuena por el altavoz
-Creeme que la tengo. - Responde Demás incorporándose con una sonrisa lasciva a la vez que con su brazo libre me toma por la cintura acercándome más a él e intenta volver a besar mi cuello.
-No me traumes por favor, deja de pervertir a mi cuñada y ven a buscarme.
Del asombro comienzo a toser ya que me ahogué conbmi saliva.
-Hola Mari. -Saluda cambiando el tono de su voz por una más alegre.
-Hola Camelia. -Respondo una vez repuesta.
-Dame unos minutos y llego. -Habla esta vez Demás y corta.

Tras vestirme apresuradamente, nos pusimos en camino.

Durante todo el trayecto fuimos escuchando música, mientras que con una mano manejaba, la otra iba entrelazada con la mía descansando en mi regazo. De vez en cuando Dema despegaba la vista del camino y al vernos ambos sonreíamos.

-Hasta que llegas. -Resuena la voz de Camelia por todo el recinto- Ho!a Mari.
-Hola Came. -Respondo amablemente.
-Disculpa la tardanza, es que me distraje. -Responde pícaramente.
-Dema. -Hablo viéndolo directamente a los ojos a modo de que cierre la boca.

Luego de volver al auto, regresamos al hotel a que Camelia estaba anciosa por ver a Ivan.
-¿Quién quedó a cargo del burlesque? -Preguntó Dema viendo a su hermana por el espejo retrovisor.
-Paul y Sonia. -Responde mientras teclea algo en su móvil.

Al llegar al hotel, ambas descendimos del auto mientras Dema bajaba la valija de su hermana.
Una vez dentro del hotel, las dos seguimos a Dema hasta la recepción.
-Toma. - Al girarse, Dema le entregó la llave de la que sería su habitación. Camelia por su parte se le quedó mirando.
-¿Estás de broma no? Ni creas que dormiré allí. -No desafío.
-Creeme que no, ya suficiente tengo con haber aceptado que tú eres Iván estén juntos.
-Como sea, ya no tengo quince años, por lo que me da igual si te molesta o no.
-Dema. -Intervengo en un intento de que entre en razón- Ella tiene razón, ya es una mujer adulta, sabe lo que hace.
-Dema acuerdo. -Accede después de meditarlo un momento.
-¡Por Dios! -Exclama Camelia sorprendida- Si hasta te tiene comiendo de su palma.
-No es así. -Se defiende Dema cuadrando los hombros.
-Claro que la tengo. -Insiste- Mari has hecho un buen trabajo.

Al llegar a nuestro piso, los tres descendimos del ascensor.
-La habitación de Iván es esta de aquí. -Señaló Dema- Y la nuestra es esta. Si quieres puedes cambiarte tranquila, te esperare!os en el comedor. Recién hablé con Iban y él no está esperando allí.
-De acuerdo, en cinco estoy allí. -Respondió su hermana tomando la tarjeta que Dema le tendía.

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Hola mi gente bella, he aquí un nuevo capítulo, espero que les guste. No se olviden de regalarme su 🌟 ya que es de mucha ayuda.
With love Eli❤