Capitulo 5.

2.9K 126 2
                                    

La semana transcurrió lenta, cada noche debía suplantar a Bárbara y hoy no era la excepción, pues debido al tropiezo se había lastimado los tendones.

En cuanto a Dema, no volvió a aparecer ni por la casa de mi abuela ni por el bar y era algo de lo que estaba agradecida.

—¿Me prestas tu labial rojo?

—Toma. —Respondo viendo a Danielle por a través del espejo.

Pov Dema.

Hace una semana que me encuentro en España, por temas de negocios. Además de ser prestamista, me dedico al rubro hotelero y mi intención es obtener el setenta porciendo de las acciones de una cadena de hoteles de aquí.

Ahora me encuentro en la habitación del hotel terminándome de vestir para ir a la primera reunión con el que muy probablemente sea mi nuevo socio.
Una vez termino de colocarme la corbata tomo mi maletín y salgo al pasillo y me encamino hasta el ascensor.
Marco el piso veinte y me encamino a la sala de juntas.

—Buen día. —Digo entrando a la sala donde varios hombres ya se encuentran sentados— Disculpen la demora.

—Buen día Lévedeb, tranquilo, aún no arrancamos ¿Café?

—Si, gracias. —Respondo tomando asiento en un extremo de la enorme mesa.

—Sofia, por favor, trae un café para Lévedeb.

—Enseguida señor. —Responde y sale en busca del pedido  sin antes dedicarme una sonrisa coqueta.
Sin prestarle demasiada atención me concentre en la reunión.

—Creo que está todo listo. —Suelta uno de los socios revisando una vez más el contrato que estamos a punto de firmar—Bienvenido a Luxory Hotel señor Lévedeb.

—Gracias Morrison.

Luego de firmar el contrato el cual me convertía en el socio mayoritario, salí rumbo al vestíbulo del hotel.
Al llegar a planta baja, salí del ascensor y comencé a recorrer las tiendas que allí se encontraban.

Pase por varías tiendas y compre un par de trajes y corbatas que necesitaba y al pasar por una joyería, una cadena con el dije de unas alas de ángel en oro llamó mi atención. Al verlo automáticamente me recordó a Julieta, la nueva chica que está trabajando para mi hermana. Desde que la vi sobre ese escenario hace una semana, la intriga de quien pueda ser y el motivo que la llevó a bailar en un burlesque se instaló en mí. Lo que más me llamó la atención fueron sus ojos, si bien llevaba un antifaz puesto sus ojos me parecieron bellos.
Sin pensarlo mucho más, entré en la tienda y lo compré. Ya quiero volver a Nueva York para poder entregárselo.
Con todas las compras hechas volví a la habitación para preparar mi regreso.

Pov Mariela:

Me encuentro terminándome de arreglar, hoy hay bastante agetreo, según las chicas hoy vuelve el hermano de Camelia.

—Cinco minutos. —Suelta Carlos, un seguridad.

Luego de colocarme el labial salí del camerino rumbo al escenario.
Como cada noche antes de subir a bailar, me cercioraba de que Dema no estuviera, pero creo que hoy no es mi día de suerte, pues se encuentra sentado en una mesa frente al escenario.
Me coloco el antifaz, subo al escenario y al compás de la música comienzo a bailar.
Desde que comencé a bailar hasta que terminé los ojos de Dema estuvieron puestos en mi, lo sé por que lo observé durante toda la canción. Lo que si, no me sentí cómoda fue con la sensación de electricidad que me recorrió la espalda,

Mientras me quito el maquillaje, Todavia tengo esa sensación de electricidad recorrer mi cuerpo de solo recordar sus ojos. Agh ¿Qué me sucede? Intentando olvidarme de lo ocurrido sigo desmaquillandome.

—Adelante. —Respondemos Danielle y yo cuando suena la puerta.

—Permiso. —La voz de Carlos volvió a sonar— Mariela, esto es para ti, lo envía uno de los clientes.

Al decir esto, me tienes un estuche azul Francia junto a una nota. Los tomé y me devuelvo frente al espejo.

Tomo la nota y al leerla me quedé de piedra.

"Una joya especial para un ángel especial. DL"

Esto me lo envió Dema, claramente es su letra.
Dejó la nota y esta vez tomo la caja y al abrirla descubro que es una cadena de oro con un dije de unas alas de ángel.

—Toma, devuelvelo. —Digo tomando ambas cosas y entregandoselas.

—pero... —Intenta replicar.

—He dicho que se las des de vuelta. No quiero nada de ese hombre ni de ningún otro.

—De acuerdo. —Respondió saliendo con ambas cosas en sus manos.

—No puedo creer que hayas rechazado semejante regalo. —Suelta una Danielle sorprendida— Y más viniendo de quien viene.

—¿De qué hablas? ¿Lo conoces?

—¿Qué si lo conozco? Pues claro, él es el hermano de Camelia y no solo eso, Bárbara está enamorada de él, pero Dema ni para a verla.

No podía creer lo que estaba escuchando, esto solo significaba una cosa, tendría que seguir siendo bailarina, y no solo eso, sino que tendría que seguir usando el antifaz. No podía arriesgarme a que me descubrieran correr el riesgo de que me abuela y mis hermanos se enteraran.

—¿Mari estás bien?

—Si... Si, estoy bien. —Respondo saliendo de mis pensamientos— Te suplico que no le digas nada a Bárbara, ya suficiente tengo con los roces que tenemos.

—Tranquila, no le diré nada. A mí tampoco me cae bien.

Verdades  secretasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora