Tras veinte minutos de andar en el auto, llegamos a un salón enorme, donde había bastantes reporteros y fotógrafos.
-Ahora cuando bajemos no te despegues de mí.
-Bien. -Digo intentando calmar mis pulsaciones.
Luego de estacionar, Dema bajó del auto y lo rodeó para abrirme la puerta.
Al llegar a la entrada, los flashes nos comenzaron a acosar.-¿Señor Lévedeb, podría decirnos quien es su acompañante? -Preguntaba una reportera. Dema, imponente, siguió caminando como si no existiera.
Al llegar a donde se encontraban todos los invitados, nos dirigimos a nuestros asientos, mientras nos acomodavamos un hombre de la edad de Dema se nos acercó.
-Lévedeb, que gusto verlo.
-Austin. -Respondió Dema acercándome a su costado al ver que el hombre no despegaba la vista de mí.
-¿Y quién es está preciosura? -Pregunta mientras toma mi mano y le da un beso.
-Es mi acompañante. -Se adelantó Dema apoyando su mano en la parte baja de mi espalda y dándome un leve empujón para que caminara- Si nos disculpa debemos saludar a más gente.
-Por supuesto.
Al alejarnos de allí pude notar como Dema se relajaba.
-¿Qué fue todo eso? -Pregunté desconcertada.
-Nada de importancia. -Respondió aún sin soltarme.
Después de varias presentaciones y de saludar a varios de sus socios, volvimos a nuestro lugar.
-No sabía que como prestamista tenías socios.
-Es que no sólo soy prestamista.
-¿Cómo? ¿A qué te refieres?
-Soy dueño de una cadena de hoteles.
-Definitivamente eres una caja de sorpresa. -Digo riendo.
-No lo soy, simplemente no nos conocemos del todo.
-¿Algo más que deba saber? -Pregunto divertida.
-Por el momento es todo. -Responde con una sonrisa que provocó que me saltara una pulsación.
Después de la cena, la música comenzó a sonar invitando a las personas a bailar. Por mi parte, sin poder evitarlo, me levanté de mi asiento bajo la atenta mirada de Dema.
-¿Bailas? -Pregunté extendiendo mi mano.
-Eso debería hacerlo yo.
-Ay por Dios, no seas anciano.
-No es ser anciano, es ser caballero. -Responde levantándose de la silla y aceptandola.
Mientras caminábamos, me soltó para una vez más, apoyar su mano en mi espalda. Al llegar a la pista, su mano libre tomó la mía y comenzamos a movernos al compás de la música.
-Me recuerdas a alguien. -Dice mirándome a los ojos.
-¿A Si? ¿Y se puede saber a quien?
-A... Mejor olvidalo. -Responde y me acerca más a él, provocando que su aroma me invadiera los sentidos y se atascara mi respiración.
Mientras bailábamos, nos envolvió un clima que para nada era incómodo, sin poder evitarlo, la imagen de él basándome me invadió, haciendo que me terminara a acercar a él y apoyara mi mejilla en su hombro ya que aún con tacos seguía siendo alto.
Mientras bailábamos al compás de la canción lenta, me rodeó la cintura con sus brazos y yo le rodié el cuello con los míos.
Al finalizar la canción, volvimos a nuestra mesa.
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Verdades secretas
Romance¿Qué estarías dispuesta a hacer por tu familia? ¿Qué serías capaz de hacer para no perder lo poco que tienes? En mi caso estaba dispuesta a ponerme mi máscara, subir a ese escenario y bailar, pero todo cambió cuando él, la persona que más detesto ap...