Capítulo 35.

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Me encuentro terminando de acomodar mi escritorio, aún faltan algunos minutos para que termine mi horario laboral, pero tengo un dolor de cabeza, que lo único que quiero es llegar a casa y recostarme un rato para poder estar lista para la noche.

Ya con todo acomodado, salgo rumbo a la calle.

-Llegué. -Aviso apenas pongo un pie dentro de casa.

-Hola Mari, Santino llamó hace un rato y me invitó a dormir a su casa, la abuela me dijo que te preguntara a ti si podía ir, ¿puedo ir?

-Mm, deja y le pregunto a Sonia para que no haya problemas. -Respondo mientras marco en mi móvil.

-Hola. -Responden del otro lado de la linea.

-Sonia, soy Mariela. Acabo de llegar a casa y Martin me dijo que Santi lo llamó invitandolo a tu casa.

-Ha si, hace un rato lo llamo para invitarlo a quedarse a dormir, siempre que no haya inconveniente claro.

-No, tranquila, cuando estoy llendo  al burlesque paso a dejarlo y nos vamos juntas.

-De acuerdo. -Respondió Sonia intentando hablar por el alboroto que armaban ambos niños. 

Luego de cambiarme, caminé hasta la cocina a buscar algo de agua y un analgésico para el dolor de cabeza. De vueltaen mi dormitorio, despues de poner la alarma me acosté a descansar un poco.

-¿Me lo prestas? -Preguntó Soledad señalando mi labial. Ella fue la primer chica que se acercó a mi cuando recién empezaba a trabajar, aunque no somos tan unidas como con Danielle y Sonia.

-Claro. -Respondo extendiéndoselo.

Después que terminé de retocar mi maquillaje, tomé mi ropa diminuta y me  cambié por la ropa diminura que siempre usaba.

-Vas a tener que cubrirte. -Entra Danielle al camerino cerrando la puerta detrás de si- Dema está aquí.

-Sonia ¿tienes todavía la máscara?

-Si, toma. -Soltó Sonia abriendo un cajón del tocador y extendiéndome la máscara- ¿Aún no le has dicho?

Por la cara que tenía era mas que obvio que no estaba de acuerdo conque no le contara que yo era Julieta.

-No y no creo que sea lo mejor. -Digo mientras me la coloco- No me puedo arriesgar a que se entere mi familia.

-Pues tendrías. -Me aconsejó Sonia- Ahora que nos contaste que tienen una especie de relación, no deberías ocultarle algo así, él tiene derecho a saber que trabajas como bailarina en el burlesque de su hermana.

-Sé que lo que dices es verdad y en algún momento le diré que Julieta y yo somos la misma persona, pero no creo que ahora sea el momento.

Sabía que lo que Sonia tenía razón, no debía ocultarle algo así, por lo qie tomé a decisión de contarle mi secreto.

Con la máscara ya puesta en su lugar, tomé el dige del cajon frente a mi y lo coloqué en mi cuello.

-Dos minutos. -Indicó el que cuida la puerta para que nadie que no trabaje entre.

Miré mi reflejo una última vez en el espejo y salí al pasillo.

Mientras esperaba mi turno, me acerqué a las bambalinas y busqué entre las personas que allí había, lo encontré en el mismo lugar de siempre.
Dema se encontraba sentado con un trago reposando sobre la mesa, se encontraba conversado con un hombre el cual no reconocí.

Estaba tan ensimismada observándolo, que si no hubiese escuchdo al presentador llamándome al escenario, no habría reaccionado que la chica antes de mi ya había terminado su rutina.

Luego de largar un suspiro, me preparé mentalmente y subí los pequeños escalones caminando  hasta posicionarme en el centro del escenario.

Verdades  secretasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora