No puedo creerlo, de todos los bares de la ciudad, justo vengo a trabajar en el de la hermana del hombre que nos hace la vida imposible.
Mientras viajo en el colectivo voy recordando lo ocurrido durante la noche, las sensaciones que provocó que durante todo el baile no quitara sus ojos de mi. Sin duda no quiero volver a sentirme de aquel modo.Al llegar a casa, me quito el abrigo y voy directo a la cocina, aún estan todos durminedo asique me dispongo a hacerme el desayuno.
Prendo la cafetera y espero que se haga el café mientras preparo las tostadas con mermelada.-Buen día Ela. -Saluda Martín, mi hermano pequeño.
-Buen dia enano. -Saludo mientras le sirvo su desayuno y revuelvo su pelo- Toma tu chocolate así vamos a la escuela.
Mientras él y yo desayunabamos, mi hermano mayor hizo su aparición.-Buen día fea. -Saluda mientas coloca en la barra su maletín.
-Buen día. -Respondí luego de sacarle la lengua. Si, lo sé, muy maduro lo nuestro.
Mientras desayunabamos, el timbre de entrada sonó.
Mi hermano mayor estaba por levantarse, pero lo frené.
-Tu desayuna, yo iré a ver quien es.
Me levanté de mi asiento y fui hasta la entrada.Al abrir la puerta la sonrisa se esfumó de mi rostro.
-Dema. -Dije soltando con frustración- Ya decía yo que había arrancado bien el día.
-A mi también me alegra verte, vengo por lo mío.
-Pasa. -Dije haciéndome a un lado- Enseguida vengo.
Fui hasta mi cuarto y tomé lo juntado durante toda la semana y volví a la sala.
-Toma, esto es lo que tengo por ahora.
Tomó el dinero y comenzó a contarlo.-Mmm, por lo visto has conseguido trabajo, eso es bueno, ya era hora de que dejaran de aprovecharse de tu pobre abuela.
-¿Aprovecharnos? Creo que eso lo haces tu desde que mi abuelo se topó contigo.
-Tu abuelo fue quien me buscó y me pidió plata para no perder esta casa, no yo.
Sin poder evitarlo mi mano viajó hasta su mejilla.-Vete de la casa de mi abuela. -Dije frustrada con lágrimas en los ojos.
-¿Mariela? -la voz de mi hermano sonó haciendo fijaramos nuesta vista en el.
-Estoy bien, el señor Lévedeb ya se iba. -Respondí sacándome las lágrimas.
Una vez que Dema se fue, cerré la puerta y me encerré en mi cuarto, llorando por todo los cambios que sufrió mi vida en tan pocos meses.
-Mari. -Mi hermano me llamó entrando a la habitación.
-No doy más. Me siento agotada.
-Sabes que no tienes que hacerlo ¿no? -Dijo sentándose a mi lado.
-Lo sé, pero no quiero que mi abuela y tú se hagan cargo de todo.
-Eres la persona más noble que conozco.
-¿Cómo van las cosas con Marisa?
-Bien o eso creo, es que discutimos por que ella quiere que vayamos a vivir juntos, pero no quiero dejarlos a ustedes solos.
-Pero que dices ¿Estás loco o qué? Es una oportunidad que no puedes desaprovechar, aparte ya hace años que tú y Marisa son novios.
-Creo... creo que lo pensaré.
-Al menos es algo.
Luego de la charla de hermanos bajamos las escaleras y con mi hermabo pequeño nos pusimos en marcha a la escuela.
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Verdades secretas
Romance¿Qué estarías dispuesta a hacer por tu familia? ¿Qué serías capaz de hacer para no perder lo poco que tienes? En mi caso estaba dispuesta a ponerme mi máscara, subir a ese escenario y bailar, pero todo cambió cuando él, la persona que más detesto ap...