¡Bienvenidas a un segundo libro de one-shots de estos bellos personajes!
Al igual que el anterior, aquí encontrarán de todo, incluso algunas segundas partes de one-shots del primer libró, además trataré de escribir one-shots "dinámicos" (más adelant...
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Lentamente una garra negra con uñas largas y afiladas de acercaba a una chica de cabello c/c, quien estaba profundamente dormida. Obviamente aquel ser de cuerpo delgado, con vários ojos en su cabeza y con cuatro cuernos quería hacerle daño, sin embargo alguien lo tomo fuertemente del cuello, clavándole las uñas en este.
-No me gusta mucho usar la violencia, así que sólo diré esto una vez -presiono con más fuerza, haciendo unas heridas poco profundas -Alejate de ella. Ella ya tiene a un demonio que la acecha y por el bien de tu miserable existencia es mejor que la dejes en paz.
En un abrir y cerrar de ojos aquel demonio de bajo rango desapareció.
El hombre rubio suspiró hondo, ¿por qué había demonios que se metían con víctimas ajenas? Se acercó más a la cama de la chica; se agachó un poco y vio que estuviera bien. Sonrió al verla: se veía tan tierna y tranquila mientras dormía.
-Ahg... me estoy encariñando... ¿cómo le robaré el alma? -susurro para si mismo.
Su tarea era devorar su cuerpo y alma, pero más bien parecía un "ángel de la guarda" o más bien a ella le había parecido eso, pues por su apariencia no parecía un demonio; pero obviamente no se iba a presentar con su forma real, ¿verdad?
De pronto la chica se movió un poco y lentamente abrió sus ojos c/o, encontrando al rubio de ojos violetas mirándola.
-¿Qué haces aquí, Fran?-pregunto adormecida. "Fran" era el apodo que le había puesto luego de presentarse como Francis; al principio no le gustaba que lo llamará así, sin embargo con el tiempo se acostumbro e incluso le empezó a gustar ese nombre.
-Quería saber si estabas bien -le sonrió levemente -Anda, vuelve a dormir T/N -dijo suavemente mientras acariciaba su rostro.
La contraria le hizo caso, cerró sus ojos y en menos de siete minutos volvió a quedarse dormida, no sin antes sonreírle; le agradaban las visitas de Francis aunque la primera vez si la había asustado, además se sentía segura con él, definitivamente le agradaba que estuviera a su lado.
Mientras tanto el mayor la miraba fijamente. Se inclino hacia ella y dejo un beso en la comisura de sus labios. Por ahora era con lo que se debía conformar. Se alejo de ella, lamiendo sus labios y disfrutando de su aroma para luego levantarse de la cama, sin embargo se quedó un poco más en la habitación de la chica para asegurarse de que ningún otro demonio se le acercara.
Ella era suya, aunque ella no lo sabía. Desde que la eligió como víctima ella ya le pertenecía, y no iba a permitir que nadie se la quitará: ni un demonio ni un ángel.
-Un poco más, sólo un poco más pequeña... -hablo bajo -Y serás totalmente mía -sonrió ampliamente.
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No sé ustedes pero yo no he encontrado materia de Francia como demonio :'v
