¡Bienvenidas a un segundo libro de one-shots de estos bellos personajes!
Al igual que el anterior, aquí encontrarán de todo, incluso algunas segundas partes de one-shots del primer libró, además trataré de escribir one-shots "dinámicos" (más adelant...
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Ya era hora de la salida de la escuela. Una chica de cabello c/c y ojos c/o fue al baño de alumnas, reviso que nadie estuviera ahí.
-¡Ya estoy harta!-gritó. Acto seguido empezó a hablar entre dientes y a caminar por todo el lugar mientras jugaba con sus dedos.
Esteba bastante estresada y molesta por todo, literalmente, ya no sabía que hacer: las cosas en su casa no estaban bien, la escuela se le estaba complicando, además de todo lo demás que debía hacer y cosas que desde antes ya estaba cargando dentro se ella.
-Estoy... cansada...-poco a poco se dejó caer al suelo del baño. Se sentó en este y cubrió su cara -Ya no quiero...-empezo a sollozar, las lágrimas no podían evitar salir de sus ojos. Realmente era bueno que ya nadie estuviera cerca.
O casi nadie.
«¿Uhm?, ¿qué tenemos aquí?». La chica no podía verlo, pero arriba de ella estaba flotando un chico albino de ojos rojos observándola; traía el informe de la escuela solo que sobre la camisa llevaba una sudadera gris. Sonreía de lado, su plan inicial era darle un susto pero por como la vio eso no sería conveniente. Después de todo, sabía perfectamente por lo que estaba pasando.
-¿Estás bien?
La contuvo su llanto al escuchar una voz masculina. ¿Qué hacía un chico en el baño de mujeres? Alzó la mirada, encontradose con un chico que en su vida había visto.
-¿Qué haces aquí?-dijo mientras limpiaba sus lágrimas -Este no es baño de hombres.
-Lo se, pero creeme, no importa donde esté, mi presencia no importa.
-¿Por qué dices eso? -lo miro -Y a todo esto... ¿quien eres? No te he visto.
-Y técnicamente nadie...-miro hacía otra dirección con nerviosos -Es algo... complicado... ¡Eso no es lo importante! -dijo, desviando en tema. No quería hablar de lo que era, eso haría que surgieran preguntas y no quería eso -¿Estás bien?
-¡Claro! ¡Todo de maravilla! -forzo una sonrisa -Estoy completamente, esto es solo un altibajo... supongo -poco a poco la sonrisa desaparecía -¿Se nota que miento?
-No me lo tomes a mal pero... eres pésima para mentir -dijo él. La chica no dijo nada, simplemente volvió a cubrir su rostro. El chico suspiró hondo, se puso a su altura y la observó.
-Escucha, se que soy un desconocido, pero si quieres puedes hablar conmigo. Eso te puede ayudar -le sonrió levemente. La chica lo miro.
-¿Has sentido ganas de darte por vencido en cosas por las que te has esforzándo mucho?-pregunto ella.
-Si y lo hice.
-¿Y...?, ¿qué pasó después de eso?
-...-se quedó callado -Digamos que ahora tengo que pasar por un castigo...-suspiro hondo.
-Genial -dijo sarcástica -Si así son las cosas, no por vencida me puedo dar.
-Claro que puedes -dijo él -Pero asegurate que no te arrepentirás después. Es normal sentirnos así a veces, por todos los problemas que surgen y que nos afectan, directamente o no.
La chica lo observo atenta, quería escuchar más.
-Decir "todo estará bien" es bastante cliché, todo el mundo te dirá eso. Y si bien es verdad...no sirve de mucho.
-¿Entonces?
-Mira...por experiencias ajenas puedo decir que si, las cosas que te preocupan tiene solución deberías dejar de preocuparte, hay esperanzas de arreglarlo.
-¿Y si no?
-Simplemente seguir -hablo él -No todo en la nos saldrá bien.
-Lo se pero... me esfuerzo demasiado y yo...
-¿Vas a tirar todo esfuerzo a la basura?
«Pues...»
-Se que es difícil... pero bien valdrá la pena al final -le sonrió -Y lo que sea por lo que he estés esforzando, asegúrate que sea por ti y no para darle gusto a los demás.
Con desconfianza puso una de sus manos en su cabeza. La chica sintió su mano, si bien era reconfortante también sintió su mano fría, bastante.
-¿Te doy un consejo? Cuando ya estás cansada de todo, ve a un lugar en donde puedas estar sola y desconéctate del mundo, nada de celular, eso sí, aunque si quieres puedes escuchar música; incluso imagina que sueltas tus problemas al aire, que se van flotando. Eso te relajara e incluso te dará fuerzas para seguir.
-Lo intentaré...-dijo la chica.
-Así se habla -dijo alegremente -Aun eres muy joven para darte por vencida, has que tus esfuerzos den frutos. Escuché que todo estará bien al final y si no es así, es por qué no es el final.
-Eso no suena reconfortante...
-Pero es la verdad, al final todo va estar bien, créeme. Y tómalo como un conejo: hasta que tú veas que realmente no puedes salir del agujero en dónde estás, date por vencida, si no es así, no lo hagas o podrás arrepentirte.
La chica sonrió levemente. Por alguna razón las palabras de ese chico le daban ánimos y la hacían reflexionar. Él tenía razón, aún no podía darse por vencida y menos tirar todo su esfuerzo a estás alturas. Todavía podía salir del agujero de dónde estaba.
-Gracias...-limpio su rostro -Y a todo esto... ¿cómo te llamas?
-Soy Gilbert, ¿y tú?
-T/N.
-Es un gusto T/N -se separó un poco de ella pero no la dejo de sonreír -Espero que todo mejore al final y si necesitas hablar... ven a verme aquí a la misma hora.
-¿Por qué aquí?-pregunto curiosa. Dejando de lado la amabilidad de Gilbert, también era algo misterioso.
-¿Más privacidad?
-Bueno, tienes razón -se levanto de dónde estaba -En verdad, gracias.
-No hay de que. Ahora ve a casa y trata de relajarte. Cómo consejos extra, el no hacer una tarea a la semana no hará daño -guiño el ojo, la contaría solo rió.
-Esta bien, lo consideraré. Entonces... adiós Gilbert -sin más empezó a caminar a la puerta de salida, sin embargo al mirar hacia atrás ya no estaba -¿Pero qué? -giro varias veces la cabeza -Tal vez...se escondió o algo, es un chico raro...pero muy agradable -sonrió levemente, después siguió su camino.
Mientras tanto Gilbert la miraba sin que ella se diera cuenta. En cierto modo, le recordaba a él cuando tenía su edad.
-Espero volver a hablar con ella, estar solo 50 años y sin nadie con quien hablar es horribl
