¡Bienvenidas a un segundo libro de one-shots de estos bellos personajes!
Al igual que el anterior, aquí encontrarán de todo, incluso algunas segundas partes de one-shots del primer libró, además trataré de escribir one-shots "dinámicos" (más adelant...
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La alarma sonó, sin ganas la tuve que apagar. Talle mis ojos sin ganas y mire hacia el techo, nuevamente tenía que volver a mi rutina escolar, me senté en la cama y mire a los lados, al principio no note algo raro pero rápidamente entre en pánico.
—¡¿Y mis cosas de hetalia?!—exclame alarmada.
Cómo buena fan tenía mercancía de mi serie favorita, algunas realmente apreciaba demasiado tanto por valor sentimental así como monetario así que despertar y no encontralas era algo preocupante. Además, aquellas cosas habían sido cambiadas con mapas y libros de historia, incluso tenía un globo terráqueo. Rápidamente me levanté de la cama y comencé a buscar, debajo de mi cama, en el baño, en la basura incluso sin embargo no encontré nada.
—¿Y ahora tú qué traes?—pregunto mi madre quien salía de la cocina con una taza de café en sus manos.
—Mamá —la mire con los llorosos, cosa que por su expresión la preocupo —¿Tú cambiaste mis cosas de hetalia por mapas y libros de historia?
—¿De qué?—preguntó confundida.
—¡De hetalia!—exclame al punto de soltarme a llorar —De mis monitos chinos que representan países —explique en la forma en la que ella normalmente ella les decía.
—¿De qué hablas? Jamás me habías dicho que te gustaban esas cosas —contesto.
«¿Qué?». Literalmente ya le había hablado toda la serie a mi mamá, incluso la habíamos empezado a ver juntas.
—Que te gusten cosas poco conocidas está bien, pero tampoco te pongas así —dio un sorbo a su café —Vete preparando para la escuela o se te hará tarde.
Ella dió media vuelta mientras que yo me quede parada tratando de analizar lo que había pasado.
«¿Qué demonios está pasando?»
De camino a la escuela revise mi teléfono y así como las cosas de mi habitación, las imágenes e historia que tenía de mi serie favorita ya no estaban, simplemente habían desaparecido y por más que las buscaba me decían que había un error de búsqueda. Entre en el navegador y escribí la palabra hetalia y como ya me lo esperaba me indicaba que había un error de búsqueda.
—Pero...—susurre con tristeza. Yo recordaba todo perfectamente, ¿por qué había desaparecido aquello qué tanto me hacía feliz?
