Japón/Kiku🇯🇵 + Nombres (3)

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~Deseo~

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—¿Tan tarde es ya?—pregunte para mi misma mientras miraba el rejón en mi muñeca izquierda

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—¿Tan tarde es ya?—pregunte para mi misma mientras miraba el rejón en mi muñeca izquierda. Me metí tanto en aquel libro de mitología que el tiempo se fue muy rápido. —Debo volver a casa, ya esta oscureciendo.

Hacia tres años que vivía en Japón, exactamente en Osaka por motivos de trabajo, sin embargo aprovechó mis días de vacaciones que tengo para visitar algunos pueblos de este país, mi favorito es Yufuin, un pueblo poco conocido pero con paisajes hermosos además de las hermosas cafeterías que hay en ese lugar.

Mi zona favorita es el lago Kinrinko, ese lugar me da una inmensa paz y me permite despejar mi mente.

Comencé a caminar hacia la casa donde me quedaré dos semanas. El aire hacia que mi cabello se despeinara más de lo que ya estaba; la serenidad del pueblo me contagiaba.

De pronto, vi algo que me llamó la atención: un zorro blanco.

«¿Qué hacia por aquí?, la montaña estaba un poco lejos de aquí y no creo que los zorros disfruten mucho de la compañía de los humanos».

Tenía dificultades para caminar, además se veía cansado. Lo miré con más atención y note que su pata delantera derecha estaban herida, además de notar algunas manchas color carmesí en su hermoso pelaje.

Tome valor y me acerqué a el, al principio retrocedió un poco, pero por alguna razón se quedó totalmente quieto. Me agache para verlo mejor, afortunadamente la herida de su pata no era tan grave.

—Tranquilo —dije casi en un susurro mientras acercaba mi mano a su cabeza. El zorro me miraba atentamente a los ojos, había un brillo particularmente hermoso en sus ojos color miel. Por fin pude acariciar su cabeza tiernamente, cosa que le agradó pues se acercó más a mí. Sin pensarlo mucho tomé mi mochila, abrí el cierre de esta y con cuidado metí al zorro ahí. Me negaba a dejarlo o llevarlo en brazos, pues si alguien lo quería cazar muy probablemente me lo quitaría de las manos; sólo deje un poco abierta la mochila para evitar que se sintiera asfixiado. En cuanto coloque la mochila en mi espalda nuevamente, dos hombres se acercaron a mi, uno tenía una red y un palo de madera, el otro tenía un machete. Definitivamente estaban buscando al zorro blanco.

—Señorita, perdoné la molestia pero, ¿no ha visto un zorro de pelaje blanco?.

—¿Un zorro?, no, de hecho creo que es poco probable que se acerque por aquí —conteste. Sabía que mentir estaba mal pero era para una buena causa.

Hetalia One-shots 2 (Hetalia x Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora