Capítulo 2.

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—¿Estás segura que no quieres que te lleve, _____? —intentó una última vez Hailey mientras las tres recogían sus abrigos y sus bolsos—. La celebración puede continuar en mi casa —alzó las cejas, esperanzada de que así ella pudiera aceptar.

____ negó con la cabeza una vez más. 

—Le prometí a mamá que llegaría a casa después de esto —explicó y comenzaron a caminar hacia la salida.

El rostro de Hailey calló. Dándose claramente por vencida. 

—Llámame cuando llegues, ¿está bien? 

Después Lina y Hailey se fueron hacia el otro lado. Se ajustó con fuerza su abrigo, sintiendo como sus mejillas se enrojecían a causa del frío. Con cada exhalada, _____ podía ver el frío vapor que salía de sus labios. 

En California hacía un frío intenso en las épocas de Noviembre y Diciembre. La realidad le pegó de golpe; se había graduado de la universidad. 

El inicio de _____ en aquél lugar no fue fácil, habían muchos problemas económicos en su familia que por poco, ella deja sus estudios para ayudarle a su madre. Y ella daba gracias que después de un tiempo, todo había vuelto a la normalidad. 

Después de tantos años estudiando lo que más le gustaba, por fin salía de aquél lugar. Había hecho tantos amigos y amigas que le daba nostalgia salir de ahí y tomar diferentes caminos que los demás.

Después de caminar por las frías calles de California, por fin llegó a su hogar. No era ni tan grande ni tan pequeño. Era lo suficientemente espaciosa para su madre, su hermano pequeño y ella.Caminó por el asfalto y abrió la puerta de su casa. Sus ojos se abrieron de golpe al ver el cartel que estaba colgado de la pared de en frente. 

''¡Felicidades, ____!'' Tapó la boca con ambas manos al ver a su madre y a su hermano pequeño salir de la puerta de la cocina con un pastel de chocolate. Su favorito. 

—¡Mamá! ¡Riley! —dijo y caminó hacia ellos que la envolvieron en un fuerte abrazo.

—Estamos tan orgullosos de ti —su madre se limpió con la mano las lágrimas que salieron de sus ojos. ___ le sonrió cariñosamente y la volvió a abrazar. 

Ella le debía tanto a su madre.

Riley, de 11 años le entregó el pastel para que mordiera el primer pedazo. 

—Ayudé a mamá hacerlo —dijo Riley con una nota de orgullo en su voz. 

—Gracias a ambos. Los quiero. 

Se sentaron en la sala y comieron el delicioso pastel de chocolate que sólo su madre sabía hacer.

—¿Comenzarás la práctica mañana? —interrogó su madre. 

____ tragó y asintió en silencio. En la universidad, su maestra de anatomía, Clara, había visto el potencial que ___ tenía para aquella materia y para la medicina en general. Antes de graduarse, Clara había enviado una carta de recomendación a un lugar con el nombre de _____; días después, Clara le informó que la habían aceptado. 

Ella se lo agradeció de mil maneras. Clara siempre había sido su maestra favorita de toda su carrera. Aunque al momento de saber que el día en el que tenía que iniciar fuera un día después de su graduación, se sentía emocionada por comenzar a poner en práctica por lo que siempre se esforzó.

—Empezaré temprano —explicó mientras se levantaba—. Debería ir a dormir ya. —Les dio a ambos un beso en la mejilla y se retiró.

Soldier [j.b.] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora