Soldier [j.b.]

Capítulo 5.

Después de estar todo el día en aquella pequeña oficina, _____ se alivió de que por fin era su hora de salida. Eran las 5 pm y ella guardaba sus cosas en su bolsa. Haber pasado tantas horas encerrada, la había estresado y aburrido, suerte que tenía la compañía de Mel de vez en cuando. 

La comida en el comedor fue un tanto incómoda, por ese hombre que a _____ le pareció que era importante en aquél lugar, ya que cuando él llegó, los soldados dejaron de comer y hablar para después levantarse de sus asientos y esperar a que el hombre se sentara. 

Xavier. Así se llamaba. Xavier tenía el cabello obscuro, mandíbula cuadrada con un pequeño hoyuelo en medio, sus ojos eran azules, tenía las cejas marcadas y una linda sonrisa para la opinión de _____. Sin embargo, su actitud no era muy placentera para su gusto. 

—¿Quién es ella? —le preguntó una vez que se sentó alado de Mel, justo en medio de la mesa; la apuntó con sus dedos largos y sus ojos azules no se despegaron de ella.

—______, acaba de llegar hoy —contestó Mel con un pequeño movimiento de cabeza en su dirección. 

Xavier había intentado hablar con ella durante toda la comida y la verdad era que a _____ le comenzaba a irritar. Hablaba de los soldados como si fueran sus perros que hacían todas sus tareas y por las miradas que algunos de la cafetería le lanzaban a Xavier, supo que los ellos tampoco les agradaba su querido jefe de entrenamiento. 

Con un parpadeo, ____ volvió a la realidad. Abrió la puerta de su oficina. Mel ya se había ido hace rato, así que caminó sola hasta la entrada de aquél lugar. Sus zapatos negros se volvieron a llenar de la tierra que el viento arrastraba. 

Mientras caminaba de nuevo a la parada del camión que vio de pasada, se dio cuenta que Justin iba delante de ella, a tan solo unos 6 metros. ¿Qué no se suponía que debía vivir en el campamento? ____  tratando de que sus pisadas no sonaran demasiado, caminó un poco más lento. Ya era bastante con lo nerviosa que ella se llegaba a poner en la presencia de Justin, ¿qué pasaría si giraba su cabeza y la veía caminando detrás de él? Después por la manera de verlo en el comedor y como Justin se había dado cuenta de ello, seguramente pensaba que ella estaba loca por él. 

Cosa que no era cierta. 

Maldijo de mil maneras en su mente al ver que él estaba esperando en la misma parada de camión que ella se suponía que tomaría. Después supo que algo estaba en su contra en cuanto ambos se subieron al mismo camión, dónde solamente se encontraban otras cinco personas más. ____ se sentó en la esquina junto con la ventana, tratando de no mover los ojos del paisaje, tratando de no verlo. 

10 minutos después, una parada antes para que llegara a su hogar, vio como Justin se levantaba del asiento lateral derecho y salía por la puerta que estaba enfrente de ella. No le dirigió ni una maldita mirada. Sólo observó como caminaba recto y sin mirar atrás. 

Entonces ____ hizo lo mismo en cuanto el camión arrancó. No miró hacia su dirección.

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—¡La trabajadora ha llegado! —gritó Hailey desde un asiento del bar.

Horas antes, ____ había recibido su llamado para quedar con ella y Lina en el mismo bar de siempre. Ni siquiera tuvo tiempo de poder descansar o comer algo.

—¿Y, qué tal el lugar? —Lina se inclinó más hacia ______.

—Soy médica de los soldados —les contestó, esperando a que ambas comenzaran a gritar o pedir alguna explicación. 

—Aguarda, ¿qué? —dijo Hailey. 

—¡Mierda! —exclamó Lina, sus ojos iban de la puerta hacia ellas—. ¡Los soldados!