Capítulo 59.

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Septiembre 7, 2015.

Creo que nunca habrán palabras para expresar lo mucho que te extraño, ______. El lugar, como tú me lo habías advertido hace tiempo, es pura tierra y suciedad, las tiendas no son para nada cómodas y el calor es insoportable en el área que estoy. No duermo bien, creo que ninguno de nosotros lo hace, siempre estamos pendientes de cualquier sonido alertas, todos quieren regresar a casa, pero nadie más lo desea como yo. Te extraño mucho, nena y comparto mi felicidad y emoción contigo al leer que por fin tenemos nuestro hogar asegurado.

Mi unidad está en el área de reserva y admito con vergüenza que me alivió estar por el momento seguro. A Xavier lo hijo de puta no se lo quita nadie y a pesar de que aquí su rango no sea tan importante como en el campo, todavía se cree con la libertad de darme órdenes. No sé que pasará durante estos meses con mi unidad, somos los recién llegados y normalmente no somos enviados como refuerzos para los que en verdad están en las zonas de peligro o rescate.

Siento que mi primera carta no sea tan larga, pero tengo los minutos contados en este lugar de porquería. No dejo de pensar en ti, _____ y nunca lo haré, se que al regresar tú estarás ahí para esperarme y no sabes cuanto te agradezco que lo hagas. Te amo muchísimo y cuento los días para volver a estar a tu lado.

Justin.

_____ se llevó la carta a su pecho y la arrugó con lágrimas cayendo de sus mejillas. Aunque haya sido corta a _____ le encantó ver la letra tan dispareja de Justin y a pesar de no tenerlo cerca, sonrió. Había tardado dos meses en poder responderle y cada vez que iba a la oficina de correos para asegurarse que ésta carta no haya sido enviada a un destinatario diferente, siempre le contestaban que no habían llegado cartas dirigidas a la dirección de su casa. El frío comenzaba a hacerse presente, cada mañana era más fresca que la anterior y las noches eran ya más frías que en Agosto.

_____ comenzó a hacer diferentes tareas conforme los días, por ejemplo, ya había empezado a ir a mueblerías que parecían estar en oferta y tomaba nota del tipo de muebles que le convendrían más al departamento, aunque primero tendría que sacar medidas de cada cuarto. Cada vez el trabajo en el campo era más pesado, ya llegaba a casa después de que Riley y su madre hubieran cenado y se sentía excluida por ello, pero sabía que valía la pena, porque si comenzaba a hacer turnos dobles, su paga era mayor y sus ahorros comenzarían a ser más prometedores. _____ estaba cien por ciento dentro en la idea de comprar todo lo necesario para su nuevo hogar, sin importarle por primera vez en su vida las consecuencias que aquello podría provocar.

Salió del autobús cuando llegó a la zona en donde Jim vivía, se había vestido con unos pantalones negros entubados, una blusa de cuadros negros y rojos junto con sus vans blancas. Jim le había asegurado que era muy casual todo y que no era necesario que se vistiera tan formal. Estaba celebrando su salida de la universidad, tal y como ella lo había hecho hace ya un año. Para ______, el tiempo nunca había pasado tan rápido, pero desde que Justin no estaba, todo parecía ir más lento. Muchas cosas habían cambiado.

Su hermana, Paulina, fue quien abrió la puerta cuando tocó y sabía que no le hacia ninguna gracia que gente recién graduada estuviera en su departamento hasta altas horas de la noche, pero _____ había llegado temprano para ayudarlo a preparar todo lo que él necesitara.

—¡Jim! —Paulina gritó ladeando la cabeza hacia el interior—. ¡______ ha llegado!

—¡Paulina! —le dijo ella, queriendo hacerla sentir mejor—. ¿Cómo estás?

Soldier [j.b.] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora