Soldier [j.b.]

Capítulo 76.

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Era el primer día en el que Justin tenía que presentarse a terapia. Para _____ había sido todo un reto poder sacar a Justin del departamento, ya que comenzaba a dar señales de duda y desaprobación sobre la idea de contarle a un completo extraño sus problemas. Pero _____ ya había dejado pasar dos semanas y en la mayoría de las noches, podía escuchar a Justin deambular por el pasillo, la cocina o hasta incluso la televisión en un volumen bajo.

—Por favor, tomen asiento, el doctor en un momento los atenderá —les dijo la secretaria detrás del mostrador con una sonrisa amable.

Justin se sentó en el sillón de piel blanca y _____ hizo lo mismo. Él se secó las manos en sus bermudas de mezclilla y zapateo repetidas veces en el suelo.

—Todo saldrá bien —le dijo _____ mientras le ponía una mano en su rodilla—. Estoy aquí contigo.

Justin le sonrió con cariño.

—Lo sé. Gracias, nena.

Durante cinco minutos ambos estuvieron en la sala de espera en silencio, hasta que un doctor de mediana edad abrió la puerta de su consultorio. Tenía lentes cuadrados, su cabello ya tenía rayos blancos a sus lados y les sonrió a ambos con amabilidad.

—Soy el Dr. Miller, un gusto en conocerlos.

Les estrechó a ambos las manos con firmeza y se hizo a un lado para que pudieran pasar. El interior estaba decorado con madera obscura, los muebles eran de piel que combinaban con el color blanco de las paredes. estaba el diploma de su universidad detrás del sillón en el que el Dr. Miller se sentó. Tomó de la mesita una libreta con cubierta de piel junto con su pluma.

—Y bien —comenzó a decir con voz serena y sus ojos se enfocaron en Justin—. ¿Por qué has decidido a acudir a terapia?

Justin miró a _____, como si estuviera pidiéndole permiso para poder contestar. Ella le sonrió queriendo darle un poco de ánimos y Justin inhaló hondo.

—Estuve de servicio en el ejército durante siete meses y hace dos meses que regresé. Pasé por muchas cosas, amigos cercanos no regresaron y yo fui herido en el hombro. He tenido problemas para dormir, no dejo de ver en mi mente el ataque que tuve con mi grupo...

Justin comenzó a platicar más a a fondo sobre sus problemas y cuando el Dr. Miller le preguntó por su infancia, Justin se mostró resignado al instante.

—¿Eso que tiene que ver con lo que pasé en el ejército?

—No tiene que ver —le contesto Miller de forma pasiva, con una sonrisa ladeada—. Pero es bueno profundizar en los temas que nos dieron las decisiones que hoy en día hacemos.