Soldier [j.b.]

Capítulo 33.

Desde su posición recargada en el árbol, ____ veía como él se secaba las manos en sus pantalones militares cada diez segundos. Estaba en el segundo grupo, era el tercero de su fila y se estaba mordiendo el labio inferior. Los soldados disparaban hacia un tiro al blanco con las miradas concentradas y el frío pegándoles en sus brazos desnudos. ____ se estaba entumeciendo. Quería tapar sus oídos, los disparos que se escuchaban al mismo tiempo la aturdían. Le había dicho que se presentaría a sus pruebas y eso hizo.

Casi le lanzaba veneno con la mirada a Xavier, que se pavoneaba entre los soldados que disparaban, viendo de forma superior a cada uno de ellos. _____ se refugió en su abrigo cuando el turno de Justin había llegado. Las plantas de sus pies zapateaban con nerviosismo entre toda la tierra mientras veía que el soldado de su grupo le pasaba el arma a Justin.

_____ caminó y se acercó lo suficiente para ver que habían temblores en los brazos de Justin, pero con una respiración que le infló todo el pecho, los temblores de los que se dio cuenta, desaparecieron. Él tomaba el arma con fuerza, cerró un ojo para poder enfocar el blanco que tenía enfrente y _____ lo miraba otorgándole toda su atención.

El primer disparo salió del arma y pegó casi en el blanco. _____ vio como Justin se enderezaba y movía su cuello con aspecto incómodo. Después, repitió lo mismo y disparó otras veces. Solamente una dio en el blanco.

Justin le pasó el arma a su compañero y se formó hasta el final de la fila. ______ quiso acercarse a él y decirle que nada malo le pasaría solamente por disparar un arma. Era su entrenamiento, así de debía hacerlo. Jayden no aparecería nunca por ahí. Justin tenía que tener en cuenta todo eso.

Después de que los grupos dispararan, los mayores les dieron armas a cada uno y corrieron por todo el campo cargándolas entre sus manos. Justin siempre miraba al frente y nunca la miró cuando pasaba por el árbol en el que ella estaba recargada. Cuando terminaron de correr, todo se puso más cansado cuando se arrastraron pecho tierra aún cargando las armas. Todos y cada uno de los soldados tenían muecas de esfuerzo grabadas en sus rostros mientras hacían todo el circuito. Lo último que tenían que hacer, era disparar al blanco y terminaban por hoy.

_____ sentía calambres por estar varias horas paradas observando y cuando Justin dejó el arma con los mayores, ella por fin pudo moverse de ahí. Él caminó junto con un soldado hasta la cafetería, iba detrás de ellos, pero no quiso hablarle. Entró al lugar casi temblando y caminó hasta su barra para servirse. No tenía mucha hambre, sólo se sirvió una porción de ensalada y un trozo de carne.

Se sentó en su lugar de siempre y con la seguridad de que Xavier no se sentara junto a ella, puso su gorro gris en el asiento de alado. Lo quitó cuando Mel se sentó a su lado.

—Fui a ver su entrenamiento con las armas —le informó ella después de comer un trozo de carne.

Mel hizo una mueca.

—No me gustan las armas —confesó—. Me mantengo alejadas de ellas todo lo que pueda.

Que ironía, pensó ____. No podías estar alejada de las armas cuando trabajabas en un lugar como este.

—Fue algo... duro. El entrenamiento.

—Pues claro, Xavier se encarga de que todos los entrenamientos sean duros —Mel hizo un movimiento negativo con la cabeza.

_____ frunció los labios. Odiaba ese nombre y hombre.

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Eran las ocho. _____ se colocó sus botas negras militares y salió de su habitación. Riley, como siempre, estaba viendo televisión mientras comía un bol de palomitas. Su madre todavía no llegaba de trabajar y ____ dudó mientras caminaba a la puerta, no quería dejar a su hermano solo. Como el muy flojo no iba a la escuela, básicamente él no se despegaba del televisor en todo el día. Cerró la puerta de su hogar y dejó su abrigo a un lado.