Capítulo 45.

4K 187 8
                                    

Las semanas pasaron para ambos y Justin estaba tenso todos los días. Sus pesadillas comenzaron a ser cada vez más frecuentes, su cuerpo se sentía pesado y trataba de ocultarle a _____ lo mal que se sentía por dentro. Ella le había hecho unas cuantas preguntas sobre como se encontraba a lo que él siempre terminaba mintiéndole.

—Te ves fatal —dijo Cyrus apoyado en su casillero—. ¿Estás enfermo?

—No, no estoy enfermo.

—Porque si lo estás tu linda novia está a unos cuantos metros.

Ante la mención de _____ Justin cerró de un portazo su casillero. Su amigo lo miraba con burla, Cyrus sabía como provocarlo.

—No hables así de ella —le advirtió en un gruñido.

—Oye, no soy el único que lo piensa, no me regañes solamente a mí. Ven, es tiempo de correr.

Maldijo por lo bajo. Sabía que ella era atractiva y muy guapa pero maldición, todos tendrían que guardar sus comentarios cada vez que él estuviera cerca. Mientras caminaba hacia el circuito, la vio llegar. Poco a poco el clima fue mejorando y Justin admitía que extrañaba verla con sus enormes abrigos y envuelta en su bufanda. Ya no había mucho viento en esta época del año y todos sus compañeros parecían disfrutar más correr durante estas fechas que en el frío, ya comenzaba a hacer sol.

______ entró en el edificio con una sonrisa en el rostro, saludó a Mel y entró en su pequeña oficina. Comenzó a guardar en cajas los archivos médicos de los soldados que ya se habían ido al servicio, Mel le había explicado antes que tendría que ponerlos en la bodega. Por suerte no eran muchos y terminó pronto de meterlos todos. Agarró la cinta y con un plumón negro permanente escribió el grupo militar al que pertenecían.

Cada vez que _______ veía todos los archivos se le hacía un nudo en la garganta. Si Justin estaba por obligación en este lugar, ¿también aplicaría el servicio? Ella llegó a ser egoísta por pensar que no, por casi rogar en su mente que él no se fuera, que terminara lo que tendría que hacer y que se largara de este campamento que parecía hacerle mal por tener a Xavier todos los días dándole órdenes. A veces quería sacar el tema con él pero no le parecía apropiado aún, apenas llevaba unos cuantos meses, todavía faltaba para aquello ¿cierto?

Primero abrió la puerta, cargó después la caja y salió. Mel la ayudó a abrir la entrada para continuar caminando por el campo. La bodega en donde se suponía que tendría que guardar las cosas estaba pasando la cafetería, volteó a su izquierda y lo vio correr para arrastrarse pecho tierra, después se levantó con su camisa gris llena de tierra. Sonrió a pesar de que no la vio. Llegó a la bodega, puso la caja en el suelo para poder abrir la puerta con la llave que Mel le había dado, entró y prendió la luz. Le pareció completamente desagradable ver que nadie se dignaba a hacer un poco de limpieza en este lugar, habían telarañas y el polvo le parecía sofocante. La luz no era mucha, solamente eran dos focos colgados del techo que ______ creía que ya necesitaban ser reemplazados.

Ella colocó la caja en una de las estanterías de metal del final, sacudiendo sus manos con disgusto. Este lugar apestaba a cierta humedad y cartón viejo. Se asustó cuando escuchó leves pisadas dentro de la bodega, aunque ______ sabía que no debía hacerlo, no pudo evitarlo, el lugar estaba un poco alejado de los circuitos y la cafetería también.

—¿______?

Casi quiso gruñirle en respuesta.

—¿Me estás siguiendo? —_____ no pudo evitar preguntarle con desdén. Repudiaba a ese hombre.

Xavier se acercó sin borrar la sonrisa de su cara. _____ creía nunca había conocido a una persona tan falsa pero que su manipulación era increíble. Sabía que tenía que tener en mente que todo lo que Xavier le pudiera decir era una mentira, que siempre lo sería. No podía simplemente rodearlo e irse ya que el espacio no era muy ancho.

—Sólo quería hacerte una pregunta. Personal si no te molesta —se llevó un dedo a sus labios, fingiendo un semblante pensativo. La miró tras sus largas pestañas y medio sonrió—. ¿Estás con Justin Bieber, cierto?

Fingió toser para no soltar un insulto. ______ no olvidaba como es que Xavier los había observado ya hace tiempo, la pregunta era muy estúpida cuando él mismo sabía la respuesta, pero a ella le daba la sensación de que le estaba ordenando con la mirada que le respondiera.

—Si —cruzó los brazos por su pecho y por primera vez desde que lo conocía, lo miró mal—. ¿Está mal?

Le dio escalofríos el sonido de su risa.

—Eres su médica, ________.

—Lo sé.

—Las relaciones entre paciente y médico están prohibidas —de repente, ella se sintió enferma. ¿Qué quería decir?—. ______, no quiero que esto suene como una amenaza, porque está claro que no es mi intención —se quedó un momento callado, ella le quería escupir en sus zapatos negros que a pesar de la tierra que había en el campo, siempre se mantenían negros y brillantes. Si Xavier le decía lo que pensaba...

—¿Cuál es tu intención entonces?

El general carraspeó, fingiendo incomodidad.

—Lo que quiero decir, ______ es... —silencio. Ella gritaría si no dejaba de fingir e iba al grano—. No podrás seguir trabajando aquí si tu relación con el soldado Justin Bieber sigue sucediendo.

—¡Xavier! —pudo gritar por fin, indignada y furiosa. Era totalmente imposible que le estuviera diciendo esto, ya llevaban meses así, ¿por qué no se lo había dicho desde un principio? ______ no podía creer su capacidad de manipulación y control sobre las personas. Sabía que detrás de los ojos azules de Xavier, que la miraban con pena significaba una sola cosa: estaba disfrutando esto.

—Yo no he hecho las reglas, _______. Creo que tuviste que saberlo desde que comenzaron a salir.

—¿Y por qué su general no dijo nada antes? —lo miró de arriba abajo con desprecio y si Xavier lo notó, pareció no importarle.

—No pensé que fuera a llegar tan lejos. Los demás soldados se dieron cuenta de su relación.

—A ellos nos les tiene que importar.

—Tal vez —concordó con hipocresía—. Pero las reglas son reglas, ninguna persona del staff debería tener preferencias.

—Yo no dije que tuviera preferencia. Lo que suceda en mi vida privada es entre Justin y yo, a nadie más le debería de importar.

—¿Entonces tomaste tu decisión?

—¿De qué? —dijo casi gritando, casi sin poder contener un enojo que desde hace mucho tiempo que no sentía.

—Sobre dejar de trabajar aquí, solo así podrás seguir con él, ______.

—¡No! Esa no es mi maldita decisión —Xavier no parpadeó ni se sorprendió por su forma de comportarse. Si aquello ya lo tenía planeado entonces era el bastardo que Justin describió. ______ suspiró derrotada—. Yo... lo pensaré. Gracias por notificarme.

Con el aire de arrogancia y superioridad que rodeaba a Xavier cada vez que caminaba, salió de la bodega.

Soldier [j.b.] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora