Capitulo 79.

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Al estar instalada en su departamento, ____ comenzó a sentir más comodidad. Justin no paró de ayudarla para que pudiera acostarse en la cama, le dolía, sus costillas rotas eran un verdadero infierno, había mucho dolor y deseaba otra dosis de sus pastillas. Justin se estaba mostrando de lo más paciente y _____ odiaba ver su rostro contraído señalando lo culpable que se sentía. Si los papeles se hubieran invertido, ella estaría en la misma situación que Justin.

  —¡____! —resonó la voz de Hailey al abrir la puerta de su habitación mientras ella trataba de dormitar. Las medicinas la mantenían cansada, mareada y con ganas de vomitar.

  —Hailey —respondió _____ moviéndose lentamente para enderezarse en la cama—. No esperaba tu visita.

  —Es porque quería que fuera sorpresa —se sentó con confianza en el borde de la cama y le sonrió con cariño—. ¿Cómo va todo? ¿Qué tal tus exámenes, tu tomografía, todo?

  ____ rió y aquello le provocó dolor en el costado izquierdo, donde sus costillas estaban rotas y en recuperación.

  —Estoy muy bien. Con dolor, pero puedo soportarlo gracias al montón de medicinas.

  Hailey con decisión se levantó para revisar los pomos de medicina que habían en su mesita de noche. Ella siempre había sido tan buena, nunca dejaba de preocuparse por nadie por más que durarán sin verse.

  —Bueno, definitivamente con esta no tendrás problemas en dormir —bromeó alzando uno de los pomos—. Justin está cocinando para ti.

  ____ no supo si sentirse celosa por el brillo en los ojos de Hailey, pero no tenía las fuerzas suficientes para sentir tal sentimiento.

  —¿Cómo has estado Hailey?

—Como sabrás, estuve saliendo con Mark —su aspecto de calidez se extinguió, abriendo paso a uno serio mezclado con tristeza—. Bueno, resulta que la enfermera de su quirófano también disfrutaba lo mismo que yo.

  —Lo siento, ojalá pudiera moverme para decirle unas cuantas cosas. Sé cuánto te gustaba.

  —Eso no es necesario, ya lo hice yo —se expresó de nuevo orgullosa—. Al parecer tenía dos vidas, así que ni conmigo ni con la enfermera se quedó.

  —Es lo que se merece.

  —Entonces... ¿cuánto tiempo estarás en cama?

  —Hasta que sanen mis costillas, así que... unos dos meses.

  —Estaba muy preocupada por ti —expresó con sentimiento—. Y ni hablar de Jim, se puso como un verdadero loco cuando le llamé. Dijo que vendría más tarde.

Soldier [j.b.] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora