Capítulo 31.

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Canciones para escuchar:
In My Veins - Andrew Belle
Bloodstream – Ed Sheeran
Le da más razón al capítulo si las escuchan.

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No quería hacerlo. Al principio, ______ se había sostenido de sus laterales, pero cuando Justin dio el primer arrancón, su instinto salió y enrolló ambas manos por su abdomen; creyó escuchar una risa proveniente de él. Estaba caliente a pesar del viento que los golpeaba, Justin iba muy rápido y ella no tenía ni idea a dónde iban.

Tenía frío, y en contra de su autocontrol, cerrando los ojos, _____ hundió la cara en la espalda de Justin y apretó sus manos aún más en su abdomen. Sintió como los músculos de él se contraían bajo el suéter negro que traía puesto. Nunca en su vida se había montado en una motocicleta y ahora que lo hacía, _____ se quería bajar. Justin no disminuía la velocidad y le daba la sensación de que no iban a un lugar dentro de la ciudad sino a las afueras.

Tenia la tentación de acariciarlo, pero se contuvo y se concentró en tomar fuerza en sus brazos para no caerse de la motocicleta. Sintió que subían por una pendiente por el esfuerzo del motor y por la inclinación hacia delante del cuerpo de Justin. Se extrañó y despegó su rostro de la espalda.

Estaban en Runyon Canyon.

El motor cesó y pararon en otra área que ni siquiera formaba parte del circuito que era conocido. Estaban unos metros más debajo de lo que se acostumbraba y ______ no tenía ni idea de que esto existiera. La ciudad se veía por debajo de sus píes.

—Llegamos —fue lo primero que Justin dijo.

_____ retiró las manos y se apoyó sobre sus rodillas cuando Justin bajó. Se había mareado.

—Me quedaré sentada, si no te importa —dijo _____ con la cabeza gacha.

Justin comenzó a caminar de un lado a otro. Estaba nervioso y _____ lo sabía. Se quedó en silencio, esperando a que él comenzara y que todo este problema por fin terminara.

—Sabes que mi padre se fue hace unos años —comenzó a decir con voz ronca. ______ asintió—. Mi madre no la pasó muy bien, se la pasaba sentada en nuestra sala viendo la televisión. Yo cocinaba para ella y la cuidaba casi todo el día. Al llegar de la universidad, siempre le preparaba algo a mi madre. Mis días se habían convertido en una rutina aburrida.
«A los meses, supe que el dinero se acababa y que mis estudios no podían seguir, así que me di de baja en la universidad y cuidé a mi madre a tiempo completo. Parecía una bebe que no podía cuidarse sola y yo me enojé con ella, pero sobretodo con mi padre por haberse largado. Necesitábamos dinero, mi madre no podía trabajar y yo no tenía ayuda de nadie, ni siquiera de mis abuelos, siempre hubo un conflicto entre ellos y Cara.
«Una noche, mi madre estaba dormida, después de meses ella por fin pudo dormir por las noches. Casi nunca salía y supe por un amigo, que una fraternidad de mi antigua universidad, daría una fiesta. Estaba harto de vivir en mi casa dónde era infeliz y salí. Sabía donde quedaba, así que tome mi motocicleta y me fui.

Justin tomó una pausa y se giró a verla. Estaba apoyada sobre las manijas de la motocicleta, inclinando su cuerpo hacia delante y le estaba tomando completa atención. Se veía preciosa y ella ni siquiera era consciente de ello.

—Fue cuando conocí a Ryden, me enrollé con ella y...

—No quiero saber eso —la interrumpió ella con voz cortante.

—Pero ella no era el problema —prosiguió ignorándola—. Su hermano lo era. Se llamaba Jayden. Era un tipo tatuado, con piercings en su boca y ceja. Se encabronó mucho conmigo por haberme acostado con su hermana esa misma noche. Me había amenazado con que un día de esos me mataría. Me lo tomé como una broma porque nadie dice eso en serio, pero todo mundo sabía quien era Jayden menos yo. Era básicamente un marginado desde hace meses y no tenía ni la menor idea de quienes eran la mayoría de las personas de aquélla fiesta.
«No se como, pero terminé saliendo mucho con Jayden y sus amigos. A los meses, me sentía como una persona diferente, ya no cuidaba de mi madre y la dejaba sola todo el día. Jayden me había incluido en su grupo pronto y fue cuando me dijo a qué se dedicaba él y todos sus amigos —la miró, esperando que entendiera. Le tomó un momento, pero ella entendió porque abrió sus ojos alarmada—. Me asusté, pero las ganas de seguir saliendo con ellos, me superaron. Prefería eso a quedarme todo el día con mi madre. Además, Jayden me había dicho que ganaría dinero por entrar, eso fue lo que me convenció. Pero le tuve unas condiciones: nunca la probaría, ni tampoco las fabricaría. Jayden aceptó porque dijo que me necesitaba en su grupo.
«Yo era el golpeador, por así decirlo. Les daba unos buenos golpes a las personas que no tenían el dinero que le debían a Jayden, me metí en muchas peleas a causa de ello, pero aún así seguí dentro por mucho tiempo. Jamás fabriqué la mercancía y aunque Jayden me haya hecho tentaciones tampoco la probé.
«Fue cuando mi madre se dio cuenta de la poca atención que recibía por parte mía. La había dejado sola, y de alguna forma, ella despertó de la depresión. Yo creo que se sintió aún peor cuando me veía llegar tarde y con golpes en mi cara. Nunca le dije por qué, no era asunto suyo. Fui duro y grosero con ella, le gritaba casi todos los días y dejé de darle el cariño que ella se merecía por parte mía. Yo era lo único que tenía y yo me alejé de ella.

Soldier [j.b.] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora