Guardó sus pertenencias en su bolsa y salió del pequeño edificio. Había mas viento de lo normal y _____ tuvo que entrecerrar los ojos para que la tierra no entrara en ellos. Se abrazó a si misma por el viento helado que azotaba sus mejillas y salió del campo para volver a caminar hacia la parada del camión. Decidió, mientras caminaba, que no volvería a traerse tacones al trabajo, caminar por el piso irregular lleno de piedras y tierra, casi hacían que sus tobillos se doblaran y cayera de rodillas sobre las piedras. Prefería ya mil veces traerse sus zapatos bajos. Nunca supo andar en tacones, después de todo. Quiso quitarse los zapatos y caminar descalza, pero apenas podía soportar el frío en sus manos que no lo aguantaría en sus píes.
—¡____! —le gritaron y ella paró en seco. Casi se le cae su bolsa de mano al suelo al ver a Justin casi corriendo hacia ella—. ¿Puedo acompañarte?
No tenía una chamarra y el viento soplaba aún más fuera del campamento. ____ se estaba congelando y estaba totalmente sorprendida al ver como Justin ni siquiera se inmutaba de aquello.
—¿No tienes frío? —se abrazó aún más y apretó los labios.
Justin se encogió de hombros.
—Cuando vives en Canadá casi toda tu vida, el frío ya no es problema.
—Claro —dijo dándole toda la razón. Aunque ella nunca hubiera salido más allá de Los Ángeles, ya podría imaginarse lo diferente que debería ser Canadá u otro país. Sin embargo, si no podía soportar el frío de ahí, estaba totalmente segura que nunca podría con el de Canadá.
Se sentaron en la parada del transporte público y ____ sacó su teléfono para ver la dirección que Hailey le había mandando sobre el hospital en dónde iba a hacer sus prácticas. Aunque estuviera cansada y lo único que quería era poder dormir, ____ iba a verla. Estaba hasta el otro lado de donde ella se encontraba y se abstuvo de gruñir porque le iba a salir el doble de lo que normalmente pagaba para ir solamente a su hogar. Se sintió con suerte al ver que en su cartera tenía más que suficiente para la ida y la venida del hospital.
—Tú si que tienes frío, ¿huh?
Seguramente había notado como ella se abrazaba con fuerza a si misma y como apretaba sus labios. ____ le dedico una leve sonrisa llena de vergüenza y asintió.
—No estoy para nada acostumbrada a este clima.
—Lo he notado.
La risa que soltó resonó en sus oídos y le provocó que ella también soltara una. Al hacerlo, el frío le entumeció las mejillas que le dolieron levemente en cuanto su risa sonó junto con la de él. Se sentaron juntos en el transporte y ____ no dejaba de ver hacia la ventana, tratando de ocultar su nerviosismo. Se frotaba las manos para disminuir el dolor que sentía en ellas a causa del frío. Se arrepentía de no haber tomado los guantes que su madre le había ofrecido cuando salió de su hogar esta mañana.
—No hablas mucho —se giró hacia Justin que la miraba de reojo y con una pequeña sonrisa de lado.
—Perdona —sintió como sus mejillas se tornaban rojas—, pero no sé de qué hablar.
Casi quiso golpearse en la frente con el vidrio al mostrarse tan tímida y por casi tartamudear enfrente de él cuando por primera vez, habían mantenido una conversación más larga de tres minutos. ______ siempre había sido alguien con quien podías hablar fácilmente y viceversa. En la universidad normalmente era ella quien entablaba conversación con las personas. No era de esas personas que todo el mundo conocía, ____ solamente socializaba con los de su facultad porque se sentía más cómoda con personas que mostraban su pasión por la medicina como ella lo hacía. Entonces, ¿por qué con Justin no podía hablar de cualquier cosa?
—Te propongo algo —comenzó a decir mientras recogía su mochila negra del suelo y se levantaba. _____ miró ceñuda hacia la parada, no se había dado cuenta de que el trayecto de Justin con ella había terminado—. Salgamos por un café, estoy seguro que ahí si podrás hablar más.
_____ se quedó estupefacta. ¿La estaba invitando a salir? ¿Era correcto? Es decir, era su médica, ¿no estaba eso... prohibido?
—Claro —aceptó encantada—. Mañana entonces.
Justin mostró una sonrisa de satisfacción y se giró para bajarse del transporte. ____ lo vio por la ventanilla y sacudió la mano en forma de despedida. Justin hizo lo mismo aún con su sonrisa pegada en el rostro y después giró calle abajo hacia lo que ____ creía que era su hogar.
Tuvo que tomar otro autobús de la colonia de su casa hasta el hospital. Agradeció que no hubiera tráfico, de lo normal el trayecto hubiera durado más de 45 minutos cuando solamente hizo 30. Entró hacia el hospital, mandándole un mensaje de texto a Hailey de que había llegado. Se sentó en la sala de espera y comenzó a zapatear con impaciencia en el suelo. No porque Hailey no aparecía, sino porque mañana saldría con Justin, nunca se lo hubiera imaginado. Es decir, no es como si él le gustara, porque ella sabía que no. Tenía esa inquietud porque no tenía ni la menor idea de qué hablar con él, sus sentidos se ponían alerta cada vez que Justin entraba en el comedor o como aquélla vez en el bar que le tiró los tarros de cerveza. Y era aún peor cuando entraba a sus consultas constantes.
Le gustaba la calefacción que reinaba en la sala, ya había pasado mucho tiempo en el frío de la calle que sentía sus dedos a punto de desprenderse y caerse por lo heladas que tenía las manos. Se las frotó en su abrigo, apartando la sensación que provocaban esos ojos mieles cada vez que la miraban.
—¡_____! —la voz de su amiga inundó la sala y ella se paró de la silla con una gran sonrisa mientras ambas se abrazaban. Iba vestida con unos pantalones azules holgados al igual que la blusa que traía y al mirar alrededor, ____ supo que era el uniforme del lugar—. Pensé que no ibas a venir. Lina estaba ocupada, así que pasó.
Ella hizo una mueca mostrando confusión.
—¿En qué? —dijo y Hailey comenzó a caminar.
—Consiguiendo un lugar en que hacer prácticas. También te lo iba a decir ayer, pero ya sabes... estabas ebria.
—¿Cómo es todo por aquí? —preguntó ignorando completamente su comentario. ____ sabía que no lo iban a dejar pasar de un día para otro, Hailey y Lina la iban molestar por aquello durante un largo tiempo.
La sonrisa de Hailey fue la repuesta que esperaba. A ____ le alegraba que ella se sintiera feliz. Le comenzó a hablar sobre un doctor, que era quien le guiaba por sus prácticas, recalcando lo lindo que era al igual que amable e inteligente. Era de esperarse, pensó. Prestaba atención a todo lo que Hailey le decía sobre lo mucho que estaba disfrutando estar ahí y eso que era solamente su primer día. La emoción que compartían por sus prácticas eran mutuas. a ____ también todas las mañanas le emocionaba salir de su casa para ir hacia el campo de entrenamiento y trabajar.
Se despidió de ella en la entrada del hospital. Esta vez fue Hailey quien prometió visitarla en un día que llegara a tener libre. _____ omitió la parte en la que Justin la había invitado a salir, no quería escuchar la emoción de Hailey por ella y los halagos que hacía de él cada vez que lo veían en el bar. Se sentó en el autobús agitando la mano en forma de despedida a Hailey que le sonreía radiante desde la entrada del hospital y después desapareció tras los vidrios polarizados del lugar.
Llegó a su hogar completamente exhausta, saludó a su mamá y a su hermano pequeño, disculpándose por no comer con ellos el día de hoy y subió a su habitación. Se quitó los tacones que le estaban provocando calambres en sus talones, se sentó en su cama y comenzó a masajearlos, sintiendo como el sensible músculo dejaba de estar tenso. Los calambres pasaron y al fin pudo acostarse en su cama, viendo hacia el techo. Sus párpados comenzaron a pesar aún más y ____ se dejó guiar por el sueño que todo el día llevaba deseando.
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Soldier [j.b.]
Fanfiction«Tu deber estaba aquí conmigo. No debiste volver. ¿Acaso no fui suficiente para ti?» Después de que Justin decidiera romper su promesa de no volver a sus servicios, _____ decidió dejar de esperar. Suficiente era con esperarle por 6 meses o hasta...