Capítulo 9

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Despierto con un dolor en el brazo, está acalambrado.

Abro los ojos y me quejo un poco, no quiero despertarla. La muevo con delicadeza y se gira al otro lado de la cama estirando las cobijas.

Me levanto al sanitario y masajeo el brazo.

Estando frente al espejo noto que tengo una sonrisa plantada en el rostro, es como si la hubieran dibujado y no pudiera borrarla, no por lo menos hasta que timbró mi teléfono.

Me apresuro por él y leo en la pantalla.

"¿Cuándo llegas? Kate está insoportable" Alek

Por un momento me sentí en las nubes, pero regresé a la realidad en cuanto leí ese mensaje.

Kate está a días de dar a luz y al parecer ella y Alek no congenian mucho. No contesté, lo haré en cuando llegue a Berlín.

Vi en la pantalla del celular 8:00 am, nuestro vuelo ya había partido, así que llamé a una aerolínea privada que de vez en cuando nos prestaba sus servicios y renté un jet para partir a las 11:00 am, así tendríamos oportunidad de desayunar.

Regresé la recámara y ella aun dormía. Fue increíble lo que sucedió anoche.

Me senté en el sillón y la contemplé detallándola.

Su pequeño cuerpo tiene varios tatuajes, algunos en sus piernas, espalda, parte del abdomen y en su brazo derecho, claro muy ad hoc con su personalidad ¡faltaba menos!

Algunos lunares en todo su cuerpo y unas cuantas pecas en la cara. A simple vista parecía una chica normal, nadie se imaginaría que esa chica bajita es un arma sí así se ameritaba.

Sonreí.

Desde el sofá la vi estirarse y tallar sus ojos cuando vio la luz del sol y se sentó en la cama de un sopetón, tomó su celular y vio la hora.

-No no no que ya perdimos el vuelo, no mames y ¿ahora qué voy a hacer? - decía al tiempo que recogía sus prendas del suelo con una mano y con la otra sostenía una sábana cubriendo su cuerpo. Fue algo gracioso, es decir no es como si anoche no hubiera visto nada.

Me acerqué y la tomé de los hombros.

-Tranquila, relájate, respira- indiqué.

-Que no me relajo ni que ocho cuartos ¿Qué no ves que el avión ya debe de estar...

-¡Hey! Mírame y tranquilízate por favor, desayuna, relájate, toma una ducha en la bañera y alístate que partimos a las 10:00 am del hotel.

-A qué te refieres con que partimos a las 10:00 am ¿se retrasó el vuelo??

-Algo así- respondí dejando un beso en su frente, ni siquiera sé porque lo hice, pero ya estaba –Alístate, tomaremos un vuelo privado- dije partiendo de la habitación no sin antes tomar la tarjeta que funge como llave.

Me duché lo más rápido que pude, tomé mis maletas y regresé a su habitación.

Se escuchaba correr el agua de la regadera y esperé por unos segundos, pero parecía perro enjaulado, me moría de ganas de hacerle el amor de nuevo, sí, hacer el amor con ella, lo que pasó anoche no fue solo sexo, podré estar algo oxidado por tanto tiempo sin estar con alguien, pero sabía diferenciar, su entrega, sus caricias, toda ella no fue solo sexo, lo sentía y claro que por mi parte tampoco lo fue.

Me dirigí al baño que estaba inundado por el vapor y de pronto ahí estaba su silueta desnuda a través de la puerta transparente contoneándose al ritmo de una canción, de pronto la silueta se quedó inmóvil y abrió la puerta, me sonrió en complicidad y no dudé ni un segundo en desnudarme.

Toda una vida. (Terminada).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora