Toda una vida. (Terminada).

Capítulo 66

Noah.

Despierto y estoy solo en la cama, me dirijo al sanitario, después a la habitación de Agnes, bajo a la sala, la cocina que huele raro, pero tampoco hay nadie. Lo peor, no se escucha ni un solo ruido. ¿Qué diablos? 

De pronto la puerta del jardín se abre.

-¡¡Sorpresa, feliz cumpleaños!!- Entran gritando Lucía y Agnes aventando hojas secas de árboles pintadas de colores.

Lucía lleva en las manos un pequeño pastel.

-¡Cumpleaños papá!- felicita Agnes corriendo a mis brazos y me entrega una fotografía de nuestra familia con un marco decorado por ella. Es precioso.

-¡Gracias nena, está hermoso¡

-¡Feliz cumpleaños! Sopla la vela y pide, un deseo- Lucía eleva hasta mí el pastel. Cierro los ojos, pero los vuelvo a abrir. Mi deseo ya se hizo realidad, uno está en mis brazos y el otro frente a mi sonriéndome. Solo deseo que por lo menos los siguientes cuarenta años sigamos así, felices y juntos. Soplo la vela y con mi mano libre acerco a Lucía uniendo nuestros labios.

Mi mejor regalo.

-Agnes y yo lo preparamos, y créeme que es 100% comestible, Mariana nos guio en todo momento, ¿lo probamos?

Cortamos el pastel y es rico. Agnes le da un bocado de su rebanada a Lucía y al veras juntas no creo que se pueda ser más feliz.

Tengo que ir a trabajar, pero solo lo haré mediodía, últimamente hemos tenido demasiado trabajo ya que tuvimos problemas con las empresas que llevaban las cuentas de los hoteles, farmacéuticas y constructoras de la familia y por ahora yo me estoy haciendo cargo de todo.

-¿Qué piensas?- pregunta Lucía

-¿Ahora mismo?

-Ajá- dice probando el pastel

-Que no creo que pueda ser más feliz

-¿No?

-No- camino hasta ella, la tomó de la cintura, lamo un poco de chocolate que quedó en su labio, doy un ligero mordisco y devoro su boca. 

Quiero que ella y solo ella sea mi regalo. 

Responde a mis besos, enredando sus manos en mi cuello, la cargo y nos alejamos hasta el guardarropa de la entrada para que Agnes no nos vea, aunque eso es poco probable está poseída por ese pastel.

Solo bajamos un poco nuestros pijamas mientras tratamos de ser cautelosos. Inspecciono con mi mano y esta lista. Entro soltando un ligero gemido que ahogamos en nuestras bocas y reímos entre los enseres. Mis manos se cuelan entre su playera acariciando sus hermosos senos mientras entro y salgo lento. Me toma del cabello y comienzo a entrar y salir más rápido, mi miembro palpita dentro de ella y siento como me corro exprimiendo toda mi semilla. Muerdo sus pezones por encima de la playera y me muevo para darle lo que busca retirando su cabello de la cara para verla, me encantan sus expresiones al llegar al orgasmo.

-Feliz cumpleaños- dice en mi boca y me da un beso de esos que te dejan sin aliento.

Llego a la empresa y después de saludarme, Louisa me avisa que alguien ya me espera en la oficina.

-Gracias Louisa, yo me encargo.

Ingreso a la oficina y a decir verdad pensé que nunca la volvería a ver. Camina de un lado al otro por toda la oficina.

-Hola Kate ¿cómo has estado?- la saludo mientras me dirijo al escritorio y coloco el regalo que me preparó Agnes.