De vez en cuando Alek se encarga de las campañas publicitarias de alguna de las empresas de la familia y esta vez es una de ellas.
Se empeñó en que la publicidad se grabara en Múnich y yo tenía un viaje de negocios la próxima semana así que decidimos ir juntos, pero había un problema.
-Es imperativo que Lucía acuda, es mi pupila más aplicada y la necesito ahí, así que ve consiguiendo niñera que Lucía se va con nosotros- Alek no dará tregua de réplica y a decir verdad no lo iba a hacer, si Lucía estaba en Berlín era para seguir preparándose no para cuidar a Agnes cada que yo lo necesitara, sí, la había contratado pero la fotografía es su pasión y yo no voy a quitarle oportunidades como esta. Sí hay alguien que puede enseñarle y contactarle con la gente adecuada es Alek y por supuesto que le voy a apoyar.
Mi madre se ofreció a cuidar a Agnes ese par de días y Lucía amablemente le preparo una maleta con todo lo que pudiera necesitar o lo que se pudiera ofrecer: cambios para todo tipo de clima, pañales, biberones, juguetes, canciones, algún que otro medicamento por si tenía alguna molestia y obvio no podía faltar su ñoño así le llama a una manta que Lucía le regaló y que Agnes lleva a todas partes.
Partimos el miércoles por la noche, poco más de una hora de viaje y nos alojamos para descansar y prepararnos al día siguiente en mi departamento en Múnich.
Mi reunión salió mejor de lo que esperaba así que para el viernes por la mañana yo ya estaba libre y fui a la locación dónde grababan para echar un vistazo.
Alek es todo un profesional en lo que hace, además que lo disfruta y Lucía a su lado siguiendo todas sus indicaciones caminando de un lado para el otro, subiendo y bajando.
A pesar de aparentar ser más joven, Lucía está por cumplir 32 años. No sé por qué hasta ahora está persiguiendo su sueño, me imagino que debió de haber algo que se lo impedía ¿o acaso sería alguien?, como sea me alegra que ahora esté aquí realizándolo y que sea mi hermano quien le esté guiando.
-Es linda la vista ¿verdad? No es un monumento, pero sí que pasaría un rato agradable entre sus piernas- escuché a dos tipos charlando a unos pasos de mí y sabía perfectamente a quién se dirigían.
Me quité los lentes de sol, los guardé en el saco, me dirigí hacia el tipo que hizo el comentario y le solté un golpe, el otro trató de intervenir y recibió el mismo trato. Llamé a personal de seguridad y pedí que los echaran, todo mundo aquí sabe quién soy así que nadie me cuestionó.
Alek y Lucía se acercaron rápidamente algo asustados.
-¿Pero qué ha pasado Noah?- preguntó Alek asustado.
-¿Estás bien?- esa era Lucía que veía mis nudillos enrojecidos.
-Solo unos tipos repugnantes. Estoy bien, gracias- contesté.
Tenemos lo que resta del día libre, así que fuimos a comer y por la noche Alek quería divertirse así que fuimos a un club a pasar el rato.
-Hola ¿les ofrezco algo de beber?
-Hola, ¿qué te apetece Lucía?
-Una corona por favor- respondió.
- Y una blue label por favor- solicité
Pasamos la noche charlando de trabajo, la propuesta de Alek y las expectativas que tiene por Lucía y está por lo visto ni siquiera se da cuenta del gran potencial que tiene, es demasiado modesta y me alegra que sea así, va su ritmo, pero eso no quiere decir que no llegará lejos, estamos seguros de que lo hará.
Una canción llama a Lucía a la pista y yo hice lo único que podría hacer que fue contemplarla mientras menaba las caderas al compás de la canción y no pude evitar recordarla aquel día en Chicago mientras se duchaba. Sonreí.
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Toda una vida. (Terminada).
RomanceNoah es un empresario multimillonario. Alto, guapo, atractivo. Sin líos o compromisos. Todo cambia poniendo su mundo patas arriba con la noticia de un antiguo amor y el encuentro fugaz con una chica que ¿empeorara o tal vez mejorará las cosas?