Capítulo 18

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La próxima semana es la fiesta de cumpleaños del abuelo y como de costumbre nos vamos unos días antes. Lucía y Alek nos alcanzarán unos días después por cuestiones de trabajo y eso me pone algo de ansioso.

Es el día de la fiesta y Lucía no aparece. Marco a su celular y no da señal. Marco al de Alek y lo mismo.

-Deben de venir en camino- interviene el abuelo -¿Qué pasa con esa chica Noah?- pregunta mientras avanzamos.

-¿Por qué la pregunta abuelo?- no pude evitar sonreír.

-Hay algo en tu mirada cuando hablas de ella, creo te ha cautivado, ¿cierto?

No necesito tiempo para meditar la respuesta.

-Totalmente abuelo, totalmente- respondo suspirando -Es preciosa, ama a mi hija y creo que... - dejo la respuesta en el aire llevándome la mano al cuello. Me avergüenza un poco la situación. No soy un chiquillo, sin embargo, me siento como un adolescente hablando de esto con un adulto.

Ya en la fiesta y ni señas de Lucía y Alek.

Mientras charlo con unos invitados mis ojos captan la presencia de una chica con vestido rojo. Está preciosa. Lleva la espalda descubierta dejando ver su sexy tatuaje, mangas largas de encaje que dejan entrever los de sus brazos y el cabello castaño recogido.

El camino se hace largo mientras me dirijo a ella y mi corazón se calma al estar ahí.

-Disculpe señorita, ¿me haría el honor de acompañarme en esta canción?- pregunto haciendo que se gire y me mira con esos hermosos ojos cafés que con el maquillaje hacen que luzcan mucho más grandes y preciosos.

-Encantada- acepta con una sonrisa.

Tomo su mano y la llevo hasta la pista de baile.

Su mano llega hasta mi cuello mientras acaricio su brazo y mi mano libre  viaja en dirección a su cintura pegándola a mi cuerpo. 

Huele riquísimo.

Bailamos lento al ritmo de la melodía sintiéndome completamente hechizado por ella. 

No solo cariñosa, atenta, amable e inteligente, también es atractiva, muy atractiva.

-Estás preciosa- digo embelesado -Muero de ganas de besar esos labios rojos y arrancarte ese vestido. Si no estuviera toda esta gente aquí ya lo hubiera hecho- susurro a su oído solo para que ella me escuche y asegurándome de que nadie más se percate.

Responde con una sonrisa.

-Usted no está nada mal en ese traje azul- regresa el alago -Creo tendremos que esperar a que los invitados se vayan para que pueda llevar a cabo lo que acaba de decir- su rodilla sube ligeramente a mi entrepierna y mi miembro se despierta al instante.

No, no puedo esperar. Soy consciente que está noche todos la desean y ¿cómo no? Sino sólo en preciosa, se ve sumamente sexy en este vestido.

Siento celos, está mal, pero mi instinto de hombre se despierta y necesito poseerla.

Entrelazo su mano con la mía alejándonos de los invitados y la llevo hasta la parte lateral de la casa que está rodeada de arbustos. Ahí nadie nos podrá ver solo la familia conocemos esa parte de la casa.

Sigue mis pasos con expresión de duda en su cara, pero sin alegar nada.

-Lo siento, no puedo esperar- digo en cuanto llegamos ahí.

Mis manos viajan por su espalda descubierta y mis labios ya se posan sobre los suyos enredando mi lengua con la suya en un beso desesperado cargado de necesidad.

Toda una vida. (Terminada).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora