Capítulo 41

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He trabajado en esta oficina por casi ocho años. 

No me va mal, mi jefa directa es muy buena y nos hemos acoplado muy bien, aunque no puedo decir lo mismo de la gerente que nunca me ha tolerado, creo es porque nunca he sido una lame huevos como el resto de mis compañeras y a decir verdad, no me importa en lo más mínimo, hago mi trabajo, doy resultados a mi jefa y eso es lo que importa.

Esta semana se hará eterna ya que la próxima estaré de vacaciones. Es mi cumpleaños y nunca me ha gustado pasarlos aquí. Ya me imagino a las víboras de mis compañeras cantándome feliz cumpleaños, paso. Con las compañeras que me llevaba mejor ya no están aquí, así que no gracias.


Llego al trabajo y me pongo tacones, no tan altos ya que nunca he sabido usarlos, camino como gata espinada y pues mejor algo cómodo, así no hago el ridículo.

Siempre llego en tenis porque saliendo de trabajar voy a entrenar thai, es lo único que me puede relajar después de estar nueve horas encerrada en la oficina, además que ayuda en la confianza, saber defenderte en estos tiempos es primordial.

Termino la semana sin pendientes, así que podré disfrutar a gusto de mis vacaciones, que de cualquier manera lo haría, no es como que me desviva por mi trabajo, eso si que no. Sí algo he aprendido en esto años es solo dar lo que me corresponde, ni más ni  menos, solo somos empleados que podemos ser reemplazados fácilmente, así que solo me limito a realizar lo que me corresponde y ya.

Todos los días me levanto hasta que el cuerpo se cansa ya que mi reloj biológico me impide despertarme tarde, así que por lo menos descanso el cuerpo. 


Hoy 4 de agosto es mi cumpleaños número 29. 

Mariana como siempre es la primera en felicitarme y más tarde me prepara un rico pastel casero. Ella es muy buena con los postres, en general en todo es buena, le gusta cocinar, es muy lista, algo bravucona, inteligente, es maestra en una preparatoria, aunque ahora está de vacaciones así que también me preparará alguna comida, eso espero.

Mi hermana mayor Gris es mi mayor ejemplo por seguir. 

Mis padres nunca han nadado en dinero nos dieron lo que estaba en sus posibilidades y les agradezco por todo. Por esta razón mi hermana Gris tuvo que trabajar desde pequeña y apoyarles. Ella fue mi maestra de vida y de música, mi gusto por la música es gracias a ella y como no quería que yo pasara por lo mismo, me enseñó a trabajar y valerme por mí misma, aunque también me chifló mucho, hubo una época en que me compraba todo lo que yo egoístamente le pedía.

Cuando culminé la preparatoria no supe que estudiar así que decidí tomarme un tiempo, que se convirtieron en años. Gris me apoyó en todo este tiempo. Después se casó y vino un detalle en  su lugar de trabajo que le obligó a abandonarlo dejándola con deudas enormes. Para esa época yo ya trabajaba y decidí ayudarla con varias, que sigo pagando hasta ahora. En ese entonces estaba embarazada de mi sobrino Alfredo, no sé cómo pudo sobrellevar todo ese proceso, pero de lo que no tengo duda es de que mi hermana es una guerrera en todo el sentido de la palabra, aún en esa situación no se dejó vencer. Lástima que yo no pueda decir lo mismo.

Estás vacaciones me servirán para relajarme de lo que se acerca. No estoy en mi mejor momento, ni moral ni físicamente, para ser sincera, ni idea de si alguna vez lo he estado.

¿Has escuchado eso de que tal vez no era mi día, ni mi semana, ni mi mes, tal vez no era mi vida? Creo esa frase fue creada pensando en mi.

Decidí poner a la venta lo único valioso con lo que cuento, mi primera vez

No es algo que me llene de orgullo y pega demasiado a mi lado feminista, pero me ayudará a saldar las deudas que se fueron acumulando y que cada día siento que ahorcan más y más.

Aunque mis hermanas quisieran ayudarme es algo que me corresponde a mí, no permitiría que ellas se endeudaran, eso jamás. Así que estoy tomando estas vacaciones como terapia. Estar esta semana con ellos me hará, digamos, tomar más valor para lo que voy a hacer.

Sé que pensaras que lo hago por ellos, pero no, lo hago por mi porque quiero que mis padres no se preocupen si hay o no dinero para sus medicamentos. Lo hago porque deseo que Mariana se vaya a estudiar esa maestría que tanto anhela. Lo hago porque quiero regresarle un poco de lo que mi hermana Gris me dio. Lo hago porque quiero dejar de quejarme en que el sueldo se me vaya en pagos. Lo hago porque ya me cansé de pasármela llorando en iglesias para que mi familia no se dé cuenta de que el agua me llega al cuello. Lo hago porque ya me cansé de levantarme a diario con el único deseo que ese día sea el ultimo de mi existencia, porque hasta para eso hay que ser valiente y yo, yo soy cobarde, porque sí, el suicidio es un acto de valentía.

Lo hago por mí, y ya está acordado. 

Toda una vida. (Terminada).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora