Capítulo 48

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Llego al departamento y mi buen amigo insomnio se hace presente. 

¿Qué probabilidades había de que Noah el hermano de Alek fuera el mismo Noah de Chicago? No lo sé, pero está claro que el mundo es un lugar pequeño, muy pequeño.

Ahora entiendo cuando me dijo que hace tiempo que no estaba con alguien, claro, su esposa pariendo y él cogiendo con otra y por desgracia esa "otra" había sido yo. Estaba molesta ¿por qué habrá gente así? Y sobre todo ¿por qué yo hice algo así?

Durante varios días le doy vueltas al asunto, ¿renunció a la agencia? ¿regresó a México? ¿qué hago?, finalmente me decido a dejarlo por la paz ya que Alek ni siquiera ha mencionado nada. Sí, eso haré, además no creo que lleguemos a tener contacto, Alek trabaja en la agencia y por lo que escuché en la fiesta, Noah es directivo en una empresa de automóviles, así que no creo que lleguemos a tener contacto alguno.

Mis compañeros me han invitado a un viaje a una ciudad cercana a Berlín, pero ahora mismo no tengo tiempo, ni tanto dinero así que desisto de la invitación. A pesar de que en la agencia me apoyan con algo de compensación, esta se me va en material para la escuela, que no es nada barato. Así que me enfoco en conseguir empleo para poder aceptar la invitación de mis compañeros en un futuro y también para poder viajar a países cercanos, hay que aprovechar que estoy en las Europas y conocer un poco.

Termino una entrevista en un restaurante esperando me contraten, necesito reunir dinero.

Recibo una llamada de Alek quien me comenta que se encuentra con su hermano y en instantes siento como me sonrojo ¿qué me pasa? que bueno que no están aquí para verlo, me moriría de vergüenza.

Es como si el universo escuchara mi pesar y se burlara de mi al mismo tiempo ya que me ofrecen trabajo, pero como niñera de Agnes.  Claro que no aceptaré ¿te imaginas? No no no, sí tengo vergüenza.

Eso no pesabas cuando estabas entretenida entre las piernas de Noah ¿verdad? dice mi maldita conciencia, pero la ignoro. Lo hecho, hecho está. Lo que pasó entre nosotros no volverá a pasar, no debió de haber pasado y mucho menos me iré a meter a su casa donde se encuentra su familia.

Por educación accedo charlar. Alek ha sido muy bueno conmigo y en cierta manera me siento comprometida, así que me dirijo allá. 

Al llegar me recibe Noah que me mira raro para después decirme que Alek se tuvo que retirar. Que conveniente. Así que aprovechando que Alek se ha ido y que la mamá de Agnes no se ve por ningún lado le digo exactamente lo que pienso. Sin darle tiempo a que diga nada me levanto para marcharme, pero soy detenida por Noah.

Hay Dios está tan cerca, huele tan bien, las piernas me tiemblan. Después de despabilarme en lo único que puedo pensar es "no te sonrojes, no te sonrojes" mientras me taladra con sus bonitos ojos azules. ¿Qué diablos? Su esposa debe de estar aquí y yo con esos pensamientos. Ponte en marcha Lucía, lárgate de aquí. 

De pronto me suelta que es padre soltero, que la mamá de Agnes ni siquiera la quiere y que está sumamente desesperado. Lo comprendo, tener una recién nacida no debe de ser nada fácil y menos sin experiencia y lidiando solo con esto ni me quiero imaginar.

En mis pensamientos se instala Agnes, pobre beba, pero bueno, la maternidad no es para todas y es respetable.

Noah toma mis manos prácticamente suplicando, puedo notar la angustia en su voz. Es algo raro verlo en esta situación, digo es un tipo de 1.90 y tantos, guapo, atractivo, director de una empresa,  un hombre imponente, pero en su voz está instalada la  desesperación así que termino aceptando.

Somos muy diferentes y él está acostumbrado a mandar, pero aquí la de la experiencia con niños soy yo, así que llegamos a acuerdos que beneficien a todos, en especial a Agnes.

Trabajaré de niñera para la hija de Noah Lehmann. 


Agnes es un amor. Nos organizamos bien. Noah la cuida por las mañanas que estoy con Alek y/o en la escuela y yo me hago cargo de ella por las tardes, aunque pronto ingresará a una guardería, siempre ayuda estar con niños y más gente.

La pobre solo nos ve a nosotros, a Alek, a su abuelo y bisabuelo y de vez en cuando a Lena su abuela y un par de veces a la semana a Ida. Total que la pobre de Agnes solo convive con adultos.

Para ser primerizo Noah es bueno y está muy bueno. Lucía contrólate.

Como les decía, Noah es muy buen papá. Lo he pillado en varias ocasiones bailando con Agnes. Disfruta de leerle, alimentarla, bañarla y cualquier cosa que se trate de Agnes lo hace con cariño. Le he sacado un par de fotos mientras hace eso, espero no tener problemas en un futuro, digo, estoy violando su intimidad, pero es que se ven tan bonitos juntos que es como si Noah se pusiera otro traje cuando está con ella. Esa seriedad e imponencia que lo caracteriza y que en ocasiones te acojona, desaparece por completo y solo se queda Noah, el papá de Agnes.

La casa es inmensa con un sin fin de habitaciones, pero como me gusta torturarme, cuando tengo tiempo libre me quedo en donde siempre está Noah, la sala. Sí, puedo estar en la cocina con Ida, en el jardín tomando el sol o en cualquier otra habitación, pero no, a la señorita siempre se le da por estar contemplando embobada al guapo de Noah.

Pero es que es tan sexy y sumamente atractivo, ni me quiero imaginar lo que sería trabajar para él, cero concentración ¿quién podría? Hace un ligero gesto arrugando un poco su frente cuando está concentrado en algo y cuando habla por teléfono paseando ese cuerpo torneado de un lado para el otro. Nada más de verlo me entran los bochornos, pero soy realista y Noah no está a mi alcance y mucho menos yo estoy a su altura. Aquí y ahora yo solo soy la niñera de Agnes, bueno es un decir porque se supone entraría a la nómina de su empresa y no he acudido por mi tarjeta.

El tiempo que he estado aquí me he percatado que Noah es una excelente persona, ya lo sabía desde Chicago solo que ahora lo reafirmo. Bueno después de la fiesta por su cumpleaños lo llegué a despreciar un poquito, pero al saber la verdad lo comprendí y entendí.

Es la persona más cordial y educada que he conocido, es como si fuera algo natural en él, bueno, al menos lo hace ver así. Ida me contó que sufría violencia doméstica y Noah amablemente le ayudó con todos los trámites y nunca la desamparó. Es de esas personas que hace el bien sin mirar a quien y nunca espera el debido reconocimiento.

Recuerdo que mencionó que lo que pasó entre nosotros no había sido un error como yo lo había recalcado, y tal vez tiene razón, me muero de ganas por estar de nuevo con él, pero sé que me engancharía y sería mucho más difícil alejarme cuando se llegue el momento y él no se merece eso, no se merece estar con alguien como yo.

Toda una vida. (Terminada).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora