Capítulo 52

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Después de la fiesta del abuelo de Noah, decidí darme una oportunidad con Noah. 

Nunca sentí lo que siento por él, o tal vez será que nunca  me di la oportunidad, como sea, que dure lo que tenga que durar. 

Así que ya pasó todos los días en su casa, con él y con Agnes. 

El departamento lo sigo pagando ya que, es loco y sé que Noah me quiere, pero digamos que he dejado el departamento por sí a caso. Sí, mi inseguridad y ansiedad no se van por contemplo y hasta cierto punto me brinda un poco de tranquilidad tener a dónde regresar por sí esto no funciona, tal vez yo misma estoy echando mala vibra a lo que pueda suceder, pero es mejor así.

Me gusta estar con Noah. Me encanta como me trata y el como se dirige a mi es simplemente halagador y Agnes, Agnes se ha ganado por completo mi corazón. Es adorable y disfruto mucho el escuchar música con ella, obvio en español. En ocasiones le canto, horrible por cierto, pero ella lo disfruta, así que continúo y sirve para reforzar su lenguaje, yo siempre le hablo en español y Noah en alemán, así va adaptándose a dos idiomas desde bebé.

Lo que no me termina de agradar es que Agnes se ha vuelto demasiado dependiente de mí. Solo quiere que sea yo quien la lleve a la cama, lo hago con gusto, pero este rol de madre e hija que se viene desarrollando me da un poquito de miedo y me asusta porque aún tengo esa opresión en el pecho por lo que hice y que a veces aun estando segura en los brazos de Noah, no me deja dormir. Siento que esto es demasiado y no lo merezco, mejor dicho, sé que no lo merezco, pero ¿qué puedo hacer? Si me voy les partiría el corazón y si se lo cuento a Noah, no, no tengo el valor y en dado caso de que encontrara el valor en alguna parte de mi ser, no estoy segura de su reacción, pero estoy segura de que yo no podría volver a verlo a la cara y de alguna u otra forma terminaría alejándome. Total que en cualquiera de los casos los dos saldrían lastimados y es lo menos que pretendo. 


Hay días en que me sorprendo escabulléndome entre los brazos de Noah cuando está cocinando o haciendo cualquier cosa. Me gustan esos abrazos por detrás cuando se gira y besa mi frente o cuando estamos en la cama, no todas las noches es sexo, hay noches que solo me abraza y me acuna a su cuerpo y me encanta esa sensación de seguridad, esa sensación de paz.

 A veces me pregunto  ¿cómo es que pude sobrevivir sin esto?

Siempre me da mi espacio, como aquel día que tuve mi periodo y me consintió comprándome una chuchería que me puso de buenas, es lo que me encanta de él, no tienes que decirle nada, le nace hacerlo. Noah es simplemente encantador.

Sé que estoy loca por hacer todo esto, pero tal vez, solo tal vez pueda permitírmelo un poco.


Estos días Noah ha estado raro, llega tarde y se va temprano, siento que hay algo que me esconde, nunca fijamos ninguna relación ni nada por el estilo, pero sí conoció a alguien más creo debería decírmelo, de cualquier manera, yo siempre estaré para él y le apoyaré con Agnes.

De festejo en el aniversario de Alek y Jonas en su casa camino a la cocina y los escucho hablar de Regina. Lo menos que pretendo es ser entrometida, pero aun así me quedo escuchando detrás de la puerta. Sí, es Regina la exnovia, Noah la vio y ya sabemos porque se comporta raro. Tiene sentimientos encontrados. Alek le dice que lo resuelva por mí, lo cual agradezco sin poder evitar que los ojos se me encharquen.

Tengo celos, no debería, pero es así, solo espero que Noah resuelva esto pronto porque las inseguridades comienzan a hacerse presentes acompañadas de insomnio incrementándose con una llamada de Lena la madre de Noah.

-Hola Lena ¿cómo esta? ¿en qué....

-Te veo en una hora en el café Canela, te recomiendo que vengas, te conviene- advierte sin siquiera darme tiempo de hablar cuando ya ha terminado la llamada.

¿Me conviene? 

Pido a Ida que cuide Agnes y voy allá.

Apenas llego y avienta ante mi uno sobre.

-Ábrelo- ordena

¿Pero de qué va todo esto? Abro el sobre y es toda mi información, fecha de nacimiento, padres, hermanas, empleos, tipo de sangre, enfermedades y... sí. Levanto la mirada atónita mientras ella sonríe victoriosa y con algo de maldad, pensé que le caía mal pero no, esta señora realmente me odia.

-Así que ¿cuánto esperabas sacarle a mi hijo sí vales solo unos pesos?- inquiere

-Sí quería saber de mí no hacía falta esto- respondo en voz baja -Me hubiera preguntado y con gusto le daba toda la información- creo que voy a hiperventilar.

-¿Lo hubieras echo?- casi grita. 

No, claro que no, ni mi familia lo sabe, ni Noah lo sabe, pero necesitaba verme segura ¡ja! La poca seguridad y confianza que me quedaban se habían ido en cuánto abrí ese sobre.

-¿Qué es lo que quiere?

-Lo que he querido desde un principio. Que te alejes de mí hijo.

Veo y veo y veo el sobre, sé lo que debo de hacer y le doy la respuesta que quiere.

-Ok, solo deme unas semanas, entenderá que no me puedo ir, así como así, Agnes está muy....

-Tienes dos semanas y sí no te has alejado de ellos ese sobre llegará a manos de mi hijo.

Quiero llorar. Quiero irme de aquí. Quiero estar en mi casa con mi familia. Quiero, no, necesito que Noah me abrace. Sabía que esto iba a llegar, nunca imaginé por parte de quien, así que solo queda aceptarlo.

Me retiro directo al departamento, no puedo dormir en casa de Noah, así que invento que tengo trabajo y nada más, pero para mi sorpresa en cuanto llego me dicen que tengo que desalojar. No sé sí reír o llorar por mi suerte, solo hace falta que un perro me orine.

Apenas y entro al departamento me echo a llorar, me duele, me duele mucho, pero solo estoy cosechando lo que sembré y lo acepto, no lo quiero, pero lo acepto.

Necesito que alguien me abrace y me diga que todo estará bien aunque sé que no será así. Me siento sola, estoy sola. Merezco esto, pero duele, duele un montón ¿qué voy a hacer? Pienso en Agnes, aún es tan pequeña y no sé quién necesitará más a quien. Pienso en Noah ¿qué le diré? ¿La verdad para que me odie más o simplemente me marcho así?

Toda una vida. (Terminada).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora