Capítulo 14

38 2 0
                                    

Desde el día de la fiesta por mi cumpleaños Agnes ha estado inquieta, se despierta constantemente, de repente llora de la nada. Probé cambiando el pañal, biberón, cargarla, arrullarla y nada. Además hace días apareció un salpullido que el pediatra indico fue alergia al material del pañal, por lo que tuvimos que adquirir varios más de diversas marcas hasta dar con el bueno y hacer uso de pomadas para sanar la rozadura y si a eso le agregamos el cambio de leche por ser intolerante, en resumen no la hemos pasado nada bien y a pesar de haber entrevistado a algunas nanas ninguna nos convence por completo.

-Esta tiene muy buenas referencias y ve, más de 20 años de experiencia- dice Alek mostrando varios currículos – la cité hoy, esperemos sea la definitiva.

Pues lamentablemente no lo era, estábamos en plena entrevista cuando Agnes como de costumbre comenzó a llorar, nos levantamos para cargarla y la nana simplemente no nos lo permitió, nos dijo que así solo lograríamos criar a una niña maleducada, que la dejáramos llorar, que ni siquiera la miráramos, es decir básicamente que la dejáramos existir. Alek se levantó y la sacó del brazo.

-¿Pero a esta tipa qué le pasa? De seguro que la criaron en un cuartel o algo por el estilo.

-Nunca me imaginé que conseguir una niñera fuera tan difícil- inquirí con Agnes en brazos.

-Sí tan solo existiera alguien que tolere a esta princesa, pero parece esos somos solo tú y yo-suspiramos defraudados dejándonos caer en el sofá-

-¡Lucía!!! – dijimos al mismo tiempo sintiéndonos iluminados por el momento.

-¿Crees que sea prudente o qué quiera o tenga tiempo?- pregunté algo nervioso.

-No perdemos nada en intentarlo, la llamaré ahora.

Un timbre, dos, tres...

-Hola Alek ¿cómo estás? 

-Hola hermosa, bien gracias ¿tú cómo estás? ¿no te molesto, estás libre?

-No claro que no, de hecho, acabo de salir de una entrevista de trabajo. ¿En qué te puedo ayudar?

Perfecto.

-¿Y cómo te fue en la entrevista?- indagó Alek.

-Espero que bien, necesito un empleo, ojalá me llamen.

Nuestras esperanzas han incrementado.

-Vaya, creo que soy tu salvación, ¿recuerdas a mi hermano Noah?- silencio largo

¿Canté victoria demasiado rápido?

-Claro- confirmó del otro lado de la línea

-¿Y a su hija también verdad?

-Por supuesto, pero...

-Si si claro, disculpa, mi hermano necesita una nani jajaja ok eso sonó mal, obvio no para él sino para Agnes y, bueno tu conociste a Agnes y es una nena, digamos algo especial y muy selectiva, así que pensamos en ti. ¿Te parece sí nos vemos ahora y lo platicamos? Ahora mismo estoy con Noah quien nos está escuchando, ¿te parece?

-Agradezco que hayan pensado en mí, pero.... No creo que sea la persona adecuada, lo siento, muchas gracias.

Mientras escuchábamos la respuesta de Lucía incitaba a Alek para que tratara de convencerla, pero esto se trataba de mi hija y era yo quien tenía que hacerlo.

-Por favor, Lucía, por lo menos ven, lo platicamos y si no te parece está bien, en serio que estamos desesperados, necesitamos ayuda- dije esperanzado.

Hubo un silencio largo del otro lado del teléfono, pensamos que todo están perdido, hasta que de pronto su voz volvió a escucharse.

-Está bien, ¿tienen tiempo ahora?

-¡Claro! – casi gritamos emocionados - Estamos en la casa de Noah ¿recuerdas dónde es?

-No muy bien, aún no me ubico, me mandas la dirección por favor.

-Por supuesto, ya mismo.... ¡Listo!- dijo tecleando en su celular

-Ok, en 10 minutos estoy ahí, nos vemos.

-Nos vemos. 

Alek se tuvo que retirar, así que está en mis manos convencer a Lucía de ser la nani de Agnes.

Estoy muy nervioso, tengo que convencerla no sólo por Agnes, sino por mí, tenerla aquí podría ser de ayuda para acercarme a ella.

¿Pero qué diablos estoy pensando? ¿Quién querría estar con un tipo con una hija y más siendo una recién nacida? Estoy loco en pensar que querrá estar conmigo. De pronto vi mi realidad, y no es que me arrepintiera de mi hija, claro que no eso nunca, pero sería más complicado tener una relación con alguien, además Agnes siempre será mi prioridad.

Ok, enfoquémonos solo en qué acepte el trabajo.

Timbó a mi puerta, acudí a abrir y ahí estaba, preciosa como siempre.

-Hola, pasa por favor- saludé haciéndome a un lado.

-Hola, gracias.

-Alek se tuvo que retirar, así que solo seremos nosotros, ¿cómo has estado?

-Noah, si estoy aquí es por pura cortesía- dijo en tono reacio -Alek se ha portado de maravilla desde que llegué, me ha apoyado mucho y es por eso por lo que estoy aquí. No voy a tomar este trabajo, no creo que sea correcto.

-Lo entiendo, pero por lo menos dame la oportunidad...

-Lo siento, no puedo, no es justo para la mamá de Agnes y... simplemente no puedo.

Pero claro, pensaba que Kate y yo estábamos juntos, tenía que explicarle, pero apenas y me dio tiempo de reaccionar cuando estaba en la puerta dispuesta a retirarse.

-Lucía, espera por favor, dame oportunidad de explicarte- hablé trabando la puerta.

-Pero si no hay nada que explicar- bajó su tono de voz para que solo yo la escuchara -pasamos la noche juntos, fue un error ahora lo entiendo, no estuvo bien, ella no se lo merecía, nadie se merece algo como eso. Me siento sumamente mal como para ahora ser la niñera de su hija. No soy tan cínica.

-Kate y yo no estamos juntos, soy padre soltero, a ella no le importa Agnes- le solté la verdad -Por eso necesito tu ayuda, amo a mi hija, pero tú lo viste, es demandante- continué algo angustiado -Y no tengo ni la menor idea de lo que estoy haciendo o si lo que estoy haciendo está bien- tomé sus manos y vi esos ojos cafés que tanto me gustan suplicando -por favor Lucía, te necesitamos- no sé por qué pero me sentía demasiado cómodo con ella, no es como que nadie supiera mi situación, todo mundo lo sabía y sé que algunos hasta sentían lástima por mí, sin embargo con Lucía es diferente, ella tiene que saber toda la verdad, yo realmente necesito su ayuda con Agnes, realmente la necesito -Y lo que pasó entre nosotros no fue un error, por lo menos para mí no lo fue- finalicé

¿Cómo podría serlo? Si Agnes junto con Lucía son lo mejor que me ha pasado en mucho tiempo.

-Lo siento... yo, yo no tenía idea- respondió abrazándome por un instante, pero sentí tanta calidez, tanta paz, que quise que fuera eterno. 

-Está bien, te apoyaré- afirmó separándose de mi -Tenemos que hablarlo, planearlo bien, tengo otras actividades y....

-Claro que sí, nos acoplaremos a tus horarios- repliqué de inmediato.

-No, no me refiero a eso. Sentémonos.

Hablamos durante horas ajustando horarios, comidas, baños, ropa, accesorios y un sinfín de cosas, sabía que tener un bebé era una responsabilidad muy grande y aunque estaba consciente de eso en este par de semanas con Agnes, creo nunca dimensioné la magnitud, la verdad es que este tiempo nos las apañamos como pudimos.

Afortunadamente Lucía nos apoyaría, había laborado en una guardería por varios años así que conocía bastante del tema y a pesar de tener culturas muy diferentes de crianza, logramos muchos acuerdos.

Estoy contento y agradecido, muy agradecido. 

Es como sí al fin pudiera respirar.

Toda una vida. (Terminada).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora